PANORAMA GENERAL DE LUCHA DE
LOS PUEBLOS Y PAISES DE AMERICA LATINA, CENTROAMERICA Y EL CARIBE Desde las bestialidades
despóticas de los supuestos pro-hombres haitianos hasta el descalabro
total del boschismo y su partido de narco-políticos pasando por la
histeria anti-comunista del imperialismo yanqui y sus agentes pagados en
busca de implementar su doctrina Monroe 11-10-2019
Basta y sobra pasar revista, observando el panorama general predominante
en América Latina, Centroamérica y El Caribe, incluida la Nación
nuestra, República Dominicana; y, de paso, hacia el Estado tribal de las
hordas haitianas, en su condición refractaria a todas las normas de la
vida civilizada, respecto a la que tienen la más ancestral
animadversión, hasta el punto de que, cuando uno de sus especímenes, o
grupos de éstos en las hordas tribales haitianas, da connotación de
conocer ciertos aspectos de lo que es la civilización, antípoda de la
idiosincrasia bestial de los haitianos, es porque ese espécimen tribal
haitiano está urdiendo los más espeluznantes crímenes y las acciones de
carácter despótico y absolutista más espantosas; llámense Toussaint
Louverture, llámense Jean-Jacques Dessalines, llámense Alexandre Pétion,
llámense Henri Christophe, llámense Juan Pablo Boyer, llámense Charles
Riviere-Hérard, o Charles Hérard Ainé, llámense Fabre Geffrard, llámense
Faustino Soulouque, llámense François Duvalier, o Jean Claude Duvalier;
aún hayan sido educados en la Francia, supuesta cuna de la libertad y la
cultura occidental; hablen o no de la Declaración Universal de los
Derechos del Hombre, como del Código Napoleónico y sus leyes; nada,
absolutamente nada de eso, ha de contar.
De la proclamación del fin de la esclavitud, el esclavo salvaje y
analfabeto Jean-Jacques
Dessalines, terminó proclamándose emperador Juan Jacobo I, déspota
sanguinario y más criminal que el peor de los esclavistas.
Henri Christophe, brazo derecho de la bestia Jean-Jacques Dessalines,
por su parte, se proclamó Rey Henri I de Haití. En Pétion, alabado por
sus áulicos y lambones, de noble y civilista, tenemos al más perverso,
taimado y alevoso déspota absolutista y asesino, con rango de sociópata
carnicero, hipócrita, simulador, una hiena de dos patas.
Juan Pablo Boyer, secretario del perverso Pétion, con toda alevosía
llevó a cabo los planes de esclavitud sobre la Nación que se había
gestado en el vientre o seno de la colonia Santo Domingo Español. Esos
planes ya los había expuesto para seducir a Ciriaco Ramírez a que
proclamara la independencia de la Nación Dominicana, que ya había
madurado en el vientre de la colonia; pero no porque fuera partidario ni
tuviese la convicción, ya que en esas bestias de las hordas tribales
haitianas no existe eso de convicciones ni principios, sino instintos
bestiales, bajas pasiones de animales, prisioneros de sus instintos y
miserias humanas cultivadas en el lodazal de su submundo amoral y
contrario a toda ética.
Sobre aquellos nombres de personajes, el resultado siempre será el
mismo: despotismo bestial y absolutismo, como alternativa a su
intrínseca infertilidad, procreada en el ambiente del canibalismo
destructivo sin parangón.
Pero, volviendo a lo del vistazo general sobre el panorama de
Latinoamérica, nos encontramos ante el más colosal fracaso o derrumbe
final de la teoría y la práctica del sistema burgués-liberal, con
tutoría y fideicomiso rector de parte del imperialismo norteamericano,
conforme la doctrina colonialista imperialista estadounidense, de que
nuestra América es en exclusivo suya: “América para los
norteamericanos”; y nuestras naciones y territorios sus patios traseros
divididos en parcelas nacionales, de su exclusiva y única propiedad por
su condición de imperialismo y centro del capital financiero oligárquico
y sus consiguientes monopolios.
De lo que, como corolario se desprende, que para nuestros pueblos y
naciones latinoamericanos, de Centroamérica y El Caribe no hay libertad
ni democracia plenas, ni cabales ni soberanas; puesto que el
imperialismo norteamericano no admite ni reconoce autodeterminación ni
soberanía y mucho menos independencia para nuestros países y naciones;
por lo que, conforme sus desmedidas y desaforadas ambiciones, si con
democracia y libertad nos ilusionamos, que entendamos que lo único que
apenas nos asignan y tolerarían sería una variedad prostituida de
democracia y libertad, que es lo que llaman democracia y libertad
colonial representativa; una caricatura grotesca del ejercicio de la
autodeterminación con camisa de fuerza; esto es, precisamente, la
democracia colonial representativa cultivada bajo la sombra del árbol
tóxico-venenoso de la Doctrina Monroe; según la cual, América Latina es
propiedad de los monopolios norteamericanos; y sus aspiraciones
políticas, sociales y nacionales están sujetas, estricta y
exclusivamente, a los límites de la particular conveniencia y el interés
económico-comercial de los monopolios estadounidenses en la obtención de
cada vez más y más beneficios y dividendos; lo que es una ilustración
viva del más fulgurante y exacto significado del slogan: “ganar ganar”.
En la vista panorámica sobre América Latina, Centroamérica y El Caribe
en el momento presente, encontramos la respuesta única, y con extrema
crudeza, a la implementación del adefesio de la democracia colonial,
preconizada como política del imperialismo norteamericano y sus
capitales financieros oligárquicos, por un lado; y, en íntimo maridaje
espurio con el imperio parasitario del esclavismo primitivo y del
feudalismo medieval y el vasallaje, como modalidad específica de la
segunda modalidad conocida de la esclavitud, esto es, de la Iglesia
Católica-Vaticano y de las confesiones protestantes; cuyo papel, de
agencias del imperialismo yanqui, está al desnudo en Guatemala,
Honduras, Costa Rica, Panamá, Nicaragua, Colombia, Ecuador, el Perú,
Chile y en nuestro país,
República Dominicana.
Cabe puntualizar que, para el imperialismo norteamericano adquirió un
carácter urgente e inaplazable que, ante la decisión y voluntad
revolucionarias de la URSS, con Stalin a la cabeza, de no dejarse
avasallar ni aplastar por el frente de países imperialistas que la
asediaban, constituyendo una amenaza inminente de otra oleada de
agresivas intervenciones militares; y que, sin amilanarse ni
intimidarse, lanzó los planes quinquenales que,
en el curso de 10 años cuando
mucho, debían superar su retraso en el orden tecnológico industrial, en
comparación con los países imperialistas que la amenazaban.
Conforme a esos programas, a la URSS se le planteaba por delante
alcanzar el nivel general de desarrollo tecnológico e industrial, para
igualar el nivel alcanzado por los países imperialistas; y que, para
alcanzar dicho nivel, a éstos les había costado unos 150 años de trabajo
sistematizado e ininterrumpido.
La URSS, en cambio, apenas tenía, en el mejor de los casos, de 12 a 15
años para lograrlo; si no, Alemania terminaría arrasando, por su
superioridad tecnológico-industrial y militar, con la URSS; que, en el
plano interno, enfrentaba la más feroz y despiadada actividad
conspirativa de sabotajes, asesinatos y colaboracionismo con los países
que preparaban la agresión e intervención sobre la URSS.
Cuando el Eje nazi-fascista, de Alemania, Italia, Japón y España,
invadieron a la URSS, habían transcurrido unos 12 años más o menos, del
primer Plan Quinquenal de Stalin, que abarcó del 1929 al ’34; pero las
metas trazadas se habían alcanzado en el 1933, lo que le permitió
implementar el Segundo Plan Quinquenal, que abarcaría del ‘33 a
principios del ’38; pero que, también, sus metas se alcanzaron en un
tiempo récord; por lo que, para el 1940 ya la URSS estaba prácticamente
al mismo nivel de desarrollo tecnológico que sus adversarios
recalcitrantes.
Estados Unidos, que hacía de joven tiburón imperialista, había estado
muy atento al curso de los acontecimientos en la URSS, y sabía que
Hitler y sus crueles aliados se enfrentarían a un enemigo que se había
preparado para salir airoso de la agresión y la intervención a su
Patria.
En tanto llegaba la ya inevitable Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos
hacía preparativos siniestros contra los pueblos que oprimía; teniendo
conciencia plena de que estos pueblos, en América Latina, Centroamérica
y El Caribe, tendrían de su parte a los países y organizaciones
comunistas; razón por la que, los Estados Unidos empezaron a
intensificar la campaña de propaganda contra el “peligro comunista”; y
empezaron los imperialistas yanquis a crear y a desplegar sus agentes
del frente político-cultural, que tendrían como sus centros de
reclutamiento y de mando sus principales agencias de información y
espionaje, con la antecesora de la CIA a la cabeza, que tenía por nombre
Oficina de Servicios Estratégicos (OSS), sobre la que se erigió la
criminal Agencia Central de Inteligencia (CIA); por lo que, cuando en
materia de espionaje se habla, antes del 1947, de los agentes de la CIA,
se está afirmando que esos agentes pagados del espionaje, como de la
implementación y desarrollo de la política y fachada de la CIA, en
América Latina, Centroamérica y El Caribe, se está hablando de la OSS y
dando por descontado de que se trata de la CIA; pero, en los hechos, la
CIA se crea en el 1947 con la conversión, por decisión de los altos
centros estratégicos político-militares norteamericanos, de la antigua
OSS, en la Agencia Central de Inteligencia norteamericana (CIA).
Y es en su frente político-cultural que reclutaron el más extenso número
de políticos e intelectuales como miserables mercenarios.
Los principales personajes de esa primera generación de leprosos morales
los componen, entre otros, el grupo de Germán Arciniegas y su revista
anticomunista “Cuadernos de las Américas”, que buscaba contrarrestar la
labor política e ideológica, con incursiones especialmente talentosas en
el tema indigenista, que desplegaba en la revista peruana “Amauta”, que
dirigió el talentoso y culto José Carlos Mariátegui, al que Germán
Arciniegas tanto odiaba como envidiaba, una vez que no le daba, Germán
Arciniegas a José Carlos Mariátegui, ni por los tobillos, ya que la
honradez intelectual, su honestidad científica, su incalculable rectitud
moral y su sitial ético, eran inalcanzables para los leprosos morales
del frente cultural de la CIA; entre los que se destacaban, como
prominentes leprosos morales, Rómulo Betancourt de Venezuela, Pepe
Figueres de Costa Rica, Raúl Haya de la Torre del Perú, Luis Muñoz Marín
de la colonia yanqui Puerto Rico, así como el íntimo de ese canalla, el
otro canalla de origen puertorriqueño, pero circunstancialmente
dominicano, el pontífice de los leprosos morales, una verdadera rata, un
perro realengo y zafaconero, mediocre, inculto y olímpico ignorante,
Juan Emilio Bosch Gaviño; quien, de lambón y alabardero al ultranza del
dictador y sanguinario asesino Rafael Leonidas Trujillo Molina, durante
la primera década de su bestial tiranía, terminó su periplo en América
del Sur, Centroamérica y Cuba, como sirviente de la rata de Miraflores y
procónsul del imperialismo yanqui y de la CIA para América del Sur, el
homosexual y degenerado Rómulo Betancourt.
Súmensele, a ese frente político mercenario de la CIA, a Potemkin,
Víctor Alba, Andrés Madariaga, como Carlos Fuentes, así como esa hiena
inmunda que ahora se hace llamar Jorge Mario Pedro marqués de Vargas
Llosa, patético y ridículo en abundancia y demasía, con los Lleras de
Colombia.
Vargas Llosa, desde la época del ’50; y, comprobadamente, hasta desde
antes de cumplir los 15 años, ya hacía de informante de la CIA como el
gran inescrupuloso que, en aras de escalar social y políticamente, se
hizo adicto a las prácticas incestuosas, casándose con una tía
consanguínea que le llevaba como tres décadas en edad.
Persistiendo en el escrutinio visual del panorama imperante en América
Latina, Centroamérica, El Caribe, en general, y la República Dominicana
en particular, nos encontramos con que, en países donde existen crisis
políticas insuperables, son países, por un lado, donde los leprosos
morales del frente político e intelectual de la CIA y el imperialismo
norteamericano tenían instalados sus enclaves y sus respectivos
cabecillas: Colombia, Costa Rica, Ecuador, el Perú del leproso moral
agente mercenario de la CIA Raúl Haya de la Torre y del APRA. El
politiquero corrupto y de la CIA que terminó siendo “suicidado”, Alan
García, era el heredero de la hiena de dos patas Raúl Haya de la Torre,
como lo es Vizcarra, como lo son los dirigentes e integrantes del cuerpo
de funcionarios del Estado.
En Chile mismo, el cuestionable papel de traidor del partido de la
Bachelet, como de José Miguel Insulza y todo ese miasma neoliberal, que
son los responsables de que todavía siga vigente la engañifa fascista, a
la que se le da el nombre de Constitución, hechura de Pinochet y sus
amos de la CIA y Washington. Todo, todo pasa por la responsabilidad de
esos partiduchos, obedientes al frente político-cultural de la CIA y del
imperialismo norteamericano.
Ahí están los vínculos del leproso moral con las formaciones
politiqueras del seudo-partido Socialista de Chile y más anticomunista
que Hitler; lo mismo que con el llamado Partido Radical de Chile; todos
miembros de la Internacional Socialista, de la que formó parte el
leproso moral, espía pagado de la CIA, Oguí Pié (alias José Francisco
Peña Gómez), como el Perrodé; y a la que se enfila la corporación de
carteles del narcotráfico, que dentro del Pálido Pelegato Boschista
encabeza el narco-político, el reconocido Gánster Murmullo, el Dañino
Medina.
De hecho, la celebración del sainete y comedia de las primarias del
Pálido Pelegato Boschista, da cuenta de la entrada final y definitiva de
la etapa de quiebra, fracaso definitivo y bancarrota teórica,
político-práctica del boschismo y su Pálido Pelegato Boschista.
Ahí, en ese evento, se puso al descubierto que el Gánster Murmullo,
Dañino Medina es sólo una fracción minoritaria dentro del Pálido
Pelegato Boschista, aún y cuando usurpa y detenta el Poder del Estado
desde 2012.
Pero, si las cifras y números, como los hechos, dan cuenta de que ni los
seguidores del Pálido Pelegato Boschista respaldan su desgobierno, hay
que imaginarse la desmoralización y el desaliento que crece y cunde
allí, en el Pálido Pelegato Boschista; que su candidato a la
Presidencia, con todas las trampas posibles, con el uso de toda la
maquinaria del gobierno y del Estado, que ordenó a todos sus empleados
votar por el palurdo y espécimen de la orden de los seboruco, un
corrupto, agente del narco y de la impunidad, el torpe e imbécil Gonzalo
Castillo, cara de loco y modales de Trucutú, es el más genuino exponente
y reflejo de la bancarrota política, ideológica, organizativa, moral y
socialmente del boschismo y del Pálido Pelegato Boschista.
La dialéctica de la historia es inexorable, porque inexorable es lo
inevitable, sin que exista posibilidad alguna de impedir que ocurra.
La bancarrota de todos los oportunismos e imbecilidades teóricas,
políticas, traiciones y felonías del leproso moral Juan Emilio Bosch
Gaviño y su engendro mostrenco del Pálido Pelegato Boschista, conforme
el marxismo-leninismo, era inevitable; se venía produciendo y acumulando
cuantitativamente en cada pequeño caso particular, hasta que se crean
las condiciones del salto cualitativo; que es el que estamos viendo
aquí, como en toda América Latina, Centroamérica y El Caribe.
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