RESPALDO A NICOLAS MADURO COMO LEGITIMO PRESIDENTE DE VENEZUELA

Repudio al golpe de Estado que tratan de implementar los imperialistas yanquis y sus lacayos mercenarios movidos por las ansias de rapiña de las riquezas venezolanas

25-01-2019

 

En estricto apego a los principios de autodeterminación, no  intervención y soberanía, como de independencia nacional, respaldamos, y llamamos al pueblo dominicano, a que reconozca y respalde al gobierno de Nicolás Maduro de Venezuela, en contra de los imperialistas yanquis y la derecha oligárquica latinoamericana, lacaya del imperialismo yanqui.

El gobierno legitimo y constitucional, 2019-2024, es el de Nicolás Maduro, por cuanto es el producto de un certamen electoral democrático y  libre, en cuanto al ejercicio y expresión, mediante el voto, del pueblo venezolano, en las elecciones del 20 de mayo del 2018; conforme la Constitución bolivariana del 1999, y el mandato del constitucional Consejo Nacional Electoral, que preside la digna y responsable Dra. Tibisay Lucerna, bajo un sistema electoral sellado e invulnerable a toda posibilidad de fraude y formas de éste.

 La autoproclamación del agente yanqui, y de los oligarcas lacayos del imperialismo en Venezuela, el tal Juan Guaidó, como presidente interino de la República Bolivariana de Venezuela; figura esta, de presidente interino, que no está contemplada por ningún lado en la Constitución Bolivariana de Venezuela; por lo que es evidente que se trata de una coartada golpista, orquestada e implementada, como un acto de intervención e injerencia imperialista en los asuntos internos, y en el desenvolvimiento de la vida, en la sociedad  y  la nación venezolana; cuyos asuntos, sólo y únicamente  pueden  y deben ser resueltos por los venezolanos.

Esto se produce luego de que, en meses pasados, se llevara a cabo el fallido intento de asesinato, mediante poderosos explosivos, montados en drones manipulados a control remoto, con el fin expreso de asesinar al presidente venezolano Nicolás Maduro.

Las razones del atentado son múltiples. No obstante, la más significativa consiste en que la muerte de Nicolás Maduro era una necesidad vital para los imperialistas y sus monopolios, sus cuerpos de espionaje y sus planes de someter  y esclavizar a la República Bolivariana de Venezuela, bajo la figura del vacío de Poder con la ausencia del Presidente; lo que, aun y con haberles fallado, todavía, el ridículo y patético autoproclamado, Juan Guaidó, como presidente interino de Venezuela, se quiso pasar de contrabando bajo la figura fracasada del vacío de Poder y la ausencia del Presidente.

Se trata de un Golpe de Estado, como parte del programa de los contrarrevolucionarios que dirigió el extremista de ultraderecha McCain, y que, con todo cinismo sarcástico, las llamaban revoluciones rosadas. Como fue el caso de Dilma Rousseff en el Brasil; que culminó con la infundada condena y encarcelamiento del candidato Lula Da Silva, en un sainete más de la justicia burguesa, y lacaya del imperialismo, en su forma de neoliberalismo  globalizado y teocratizado.

Habiéndoles fracasado una a una y, finalmente, todas las triquiñuelas y estratagemas, los imperialistas y la reacción, con el concurso siempre de la cavernaria Iglesia Católica-Vaticano y de la prostituida, venal y manipuladora prensa amarilla radial, escrita y televisada, con sus legiones de canallas y policías-espías, caga-tintas, plumíferos, desalmados e inescrupulosos, como Miguel Guerrero, los narcómanos de “Hoy”, y la legión de traidores a la patria dominicana, y enemigos de la autodeterminación y la soberanía nacional dominicana de la pandilla de traidores a la patria, con Juan Bolívar Díaz Santana, Huchi Lora, el mercenario y marica Roberto Cavada, como los haitianos Marino Zapete, Martínez Pozo y demás inmundicias, han optado por la comedia, y parodia de mal gusto y chabacana, del estúpido y ambicioso aventurero  Juan Guaidó, autoproclamado presidente interino de Venezuela, en acción grosera de pisoteo, violación y uso de la Constitución para limpiarse sus sucios y asquerosos traseros; una vez que, como hemos dicho, ahora subrayamos y enfatizamos, es una figura total y absolutamente inexistente en la revolucionaria, progresiva y emancipadora Constitución Bolivariana de Venezuela; por lo que, lo del autoproclamado presidente interino Juan Guaidó, es una apestosa y burda estafa, cuyo objetivo es, precisamente, preparar el terreno y el ambiente para la intervención militar contra Venezuela y la esclavización de esa nación y del heroico y valeroso pueblo venezolano.  Lo que, de llevarse a cabo, provocará una catástrofe que no sólo afectará a Venezuela, sino a toda la región y, particularmente, a los países fronterizos con Venezuela; que son los que conforman el pelotón de lacayos, mercenarios y canallas enemigos de Venezuela, y sirvientes abyectos de los imperialistas y colonizadores esclavistas del mundo.

El maniático Presidente imperialista Donald Trump,  a la cabeza de ese desenfrenado y, en vías de colapsar, país imperialista, que son los Estados Unidos, es un transgresor de todo cuanto signifiquen leyes y Constitución; como se ve en su propia actuación sobre la Constitución norteamericana, la cual pisotea de manera constante y permanente. El fascismo tiene eso como una característica fija: no respetar derechos ni leyes nacionales, internacionales ni el derecho internacional, ni los derechos democráticos de las masas en el orden social; sólo responde a la ferocidad de su Poder agresor.

Y por ello, Estados Unidos prepara las escenas en que desarrolla sus fechorías y violaciones de los derechos democráticos de sus víctimas;  en este caso, contra Venezuela y su gobierno legítimo y constitucional.

No por casualidad, al gobierno legítimo y constitucional de Nicolás Maduro le respaldan todas y cada una de las instituciones y sus mandos; desde las Fuerzas Armadas Bolivarianas de Venezuela y todos sus departamentos, como del Poder Judicial, La Suprema Corte de Justicia, El Supremo Poder Moral, El Poder Electoral, el conjunto de todas las gobernaciones y todos los Ministerios del Estado y de la población en general; en tanto el payaso golpista y títere  Guaidó, sólo cuenta con el respaldo de los Estados Unidos y la extrema derecha latinoamericana y mundial.

 

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