Marchan parejo pueblos de América Latina, Sur, Centroamérica y El Caribe Autodeterminación y soberanía frente al imperialismo y poner distancia de la tutela siniestra Iglesia Católica sobre sus Estados nacionales
-El Cardenal Nicolás de Jesús -Hildebrando
Borgia- López Rodríguez apela a la búsqueda de una dictadura derechista
como su única tabla de supervivencia parasitaria- En tanto el pueblo dominicano viene abriendo los ojos y dándose cuenta, aunque no quiera, de que debe hacer suya la disposición de luchar alrededor de la autodeterminación y ejercer su soberano poder sobre el Estado, no sólo los imperialistas yanquis y europeos entran en pánico y quieren que los dominicanos y pueblos de América desistan, sino que la Iglesia Católica, S. A. vaticanista, con el respaldo taimado y perverso de las sectas protestantes cristianas, apelan a la nefasta idea de que la dictadura de derecha es la única receta que les salva y garantiza los intereses de la explotación, el saqueo y la opresión, así como los privilegios, la impunidad y el parasitismo, que es lo que más les interesa a esos grupos religiosos, puesto que son, junto a las FF.AA. y a la Policía Nacional, los sectores improductivos o zánganos de la sociedad. El Cardenal siniestro y sanguinario de la mano dura proclamada en el ’96 para causar la ola de fusilamientos y ejecuciones sumarias que se conoce por parte de los escuadrones de la muerte policiales, que aún perdura, ha pasado, como lo confesó el 21 de agosto del 2004 en los salones del cabildo de San Juan de la Maguana, a proclamar “abajo la democracia” y “que venga la instauración de una dictadura”.
Como eso es obra de su reaccionaria enajenación parasitaria, por su
condición de cura Cardenal católico, no ha tenido razonamiento ni
argumento para demostrar la justeza de su aberración. Y al ser
cuestionado respondió como una mujerzuela de patio sin lógica y alejado
de la verdad.
Si se produce un estallido popular a escala nacional en el país, cosa
que se viene perfilando como probable y posible, el gobierno de Leonel
Fernández se verá en muy serios aprietos. La Iglesia Católica quiere seguir tutelando al Estado dominicano, y que éste no llegue a adquirir su proclamado carácter, según lo establece la Constitución, de Estado libre y soberano. La Iglesia Católica y el Cardenal, el Episcopado y la Nunciatura, ejército de zánganos y parásitos aberrados sociales y sexuales, son exactamente el llamado chupa-cabra, cuya existencia últimamente se difunde en la imaginación popular de los países oprimidos.
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