A continuación publicamos el
comunicado, para hacerlo común todos, que, en protesta por la presencia
de tropas imperialistas norteamericanas en la Provincia de Barahona y en
la frontera del país nuestro emitiera el Comité Regional Sur de nuestro
Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO).
¡FUERA YANQUIS DE
QUISQUEYA!
El gobierno norteamericano de George W. Bush, en una típica acción colonial, acompañada del lacayismo bastardo del gobiernucho de Leonel Fernández, del Pálido, del PRD y del PRSC, alevosa y cobarde, acaba de invadir nuestro país, la República Dominicana, desembarcando, por medio de aviones, helicópteros y barcos, cientos de soldados equipados con cañones, tanques, carros de asalto y todo tipo de armas de guerra convencionales, en la provincia de Barahona, donde han instalado centros de operaciones, como parte de acción militar vandálica bautizada como “ayuda humanitaria”. Ahora, igual que en todas las veces que el imperialismo norteamericano efectúa sus atropellos contra pueblos y naciones pequeños y atrasados, y por tanto débiles, no ha faltado el pretexto de “ayuda humanitaria”; y en esta ocasión la coartada típicamente gangsteril es grotesca y cargada de oropeles disparatados como eso de “reconstrucción de escuelas y caminos rurales”. Lejos de protestar y reclamar el respeto a la soberanía nacional, el gobierno títere de Leonel Fernández-Pálido, se mostró complacido y solícito para la ocupación militar, ha autorizado este crimen contra la libertad e independencia de nuestra nación, y carente de escrúpulos y dignidad se muestra, en la persona de su Presidente, lleno de bastarda satisfacción. Pero, por su lado, los farsantes y traidores de los órganos dirigentes del Perrodé que fingen, simulan o juegan a la oposición, han hecho lo mismo o peor. Del PRSC, que es un armasijo de cipayos entreguistas de tomo y lomo, no hay ni que hablar. La Constitución de la República, en su artículo 3 da mandato obligatorio de defender la soberanía nacional cuando dice: “Art. 3.- La soberanía de la Nación Dominicana, como Estado libre e independiente, es inviolable. La República es y será siempre libre e independiente de todo poder extranjero. Por consiguiente, ninguno de los poderes organizados por la presente Constitución podrá realizar o permitir la realización de actos que constituyan una intervención directa o indirecta en los asuntos internos o externos de la República Dominicana o una injerencia que atente contra la personalidad o integridad del Estado y de los atributos que se le reconocen y consagran en esta Constitución. El principio de la no intervención constituye una norma invariable de la política internacional dominicana”. Y no sólo los corrup-partidos del sistema y el gobierno lacayo y corrupto de Leonel Antonio Fernández Reyna, sino la perversa y parasitaria Iglesia Católica, cuyos obispos, que viven como curanderos sociales y politiqueros baratos entrometiéndose en la vida de la sociedad que trabaja y que nada tiene que ver con la Iglesia Católica ni con el cristianismo, se muestran indiferentes, tal y como ilustra la cínica y cobarde como mentirosa posición asumida por el Cardenal del diablo y los explotadores, Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez, así como ahí está además la prensa amarilla y venal, como “El Nacional”, “Hoy”, “Listín Diario” y “El Caribe” guardando silencio cómplice y negándose a informar a la población, lo que demuestra el carácter anti-nacional y anti-popular de esa prensa amarilla. Rechazamos la asquerosa e indignante mentira de que esas tropas son para “Ayuda Humanitaria”. Aquí en este país sobran los brazos para albañilería, carpintería y construcción en general. Aquí sobran los ingenieros y maestros constructores para fabricar escuelas y clínicas rurales, o bien para construir caminitos vecinales. Aquí sobran materiales de construcción, aquí sobran recursos. La ayuda humanitaria que necesitamos los dominicanos jamás vendrá del monstruoso imperialismo norteamericano. El gobierno imperialista norteamericano, por su naturaleza de explotador y opresor, no puede ayudar. Si lo hace, negaría su naturaleza rapaz de saqueador de nuestros recursos renovables y no renovables. Son miles de millones de pesos y dólares que Estados Unidos pillan y roban a la República Dominicana con sus préstamos leoninos, con su política de destrucción del aparato productivo agrícola y ganadero para obligarnos a importar productos alimenticios de sus consorcios capitalistas. Son miles de millones de dólares que Estados Unidos saca, sumiéndonos en la peor de las miserias, de este país para pretender ahora, con esta descarada e injustificable invasión militar, vestirse del angelical manto de la “ayuda humanitaria”. En todo esto hay una cosa bien clara: El operativo invasor y su disfraz de “ayuda humanitaria” han requerido mucha complicidad y traición en todas las esferas del Estado Dominicano y de los lacayos en la sociedad dominicana.
COMITE REGIONAL SUR
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