Experiencia barrio Pekín Santiago

El colapso del plan Barrio Seguro

Otra prueba de que la P.N. y los cuerpos represivos gubernamentales no pueden actuar a favor de la población
 

Durante varios meses atrás los programadores de la contrainsurgencia y de las olas de represión y coacción sobre la población, habían acordado que con el llamado Plan Barrio Seguro lograrían crear la falsa ilusión, en el seno de las gentes, de que la P.N. es una institución capaz de favorecer un ambiente de sana convivencia barrial.

Y ahí está el caso del Programa Barrio Seguro en el Pekín de Santiago de los Caballeros, que se presentara como un envidiable modelo de funcionalidad del mismo, y que para esta fecha de mediados del mes de agosto del presente año, los moradores de dicho barrio están al borde de la desesperación, ante las tropelías, la extorsión, los chantajes, las amenazas, atropellos y abusos de todos los calibres que la Policía del sonado Programa de Barrio Seguro lleva a cabo con carácter sistemático y permanente, demostrándose y comprobándose así que, para las gentes, la convivencia en paz, bajo regímenes neoliberales y corruptos como el de Leonel Antonio Fernández Reyna-Pálidos Pelegatos, con los cuerpos policiales de dichos gobiernos, es imposible del todo, y que estos gobiernos, bajo la dirección del imperialismo de los EE.UU. y la Unión Europea, junto a la Iglesia Católica y sus privilegios parasitarios, sólo emplean tales programas, como el de Barrio Seguro, para fomentar falsas ilusiones en la población trabajadora, que les distancien de un franco y decidido espíritu de lucha bajo todas las formas por sus conquistas sociales y sus derechos democráticos.

Los moradores del barrio Pekín de Santiago no deben conformarse con hacer denuncias, que casi siempre son ocultadas por la prensa amarilla, en componenda con la P.N. y el gobierno, con la intermediación de la Iglesia Católica.

Las protestas deben expresarse con marchas, paros, cartelones, caldereos y resistencia. Donde hay opresión hay lucha, y sólo ésta hace que se oigan los reclamos de las gentes de trabajo.

Pueden seguir, los moradores del Barrio Pekín, de Santiago, igual que los de la capital y de cualquier parte del país, enviándonos sus denuncias y protestas.

 

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