La mafia del palacio de
gobierno y que opera a través de éste sobre todo el Estado y la sociedad Señores, lo que está claro es que hay una mafia que funciona a pleno vapor, como una serpiente de siete cabezas, dentro del Palacio Nacional del gobierno del flamante, in fraganti o flagrante Leonel Antonio Fernández Reyna, quien se derrite por los regalos multimillonarios, pero que es ultra-moralista y ultra-serio a toda prueba, de lo que nosotros mismos somos testigos desde estos palcos, aunque ahí está lo de las dos viviendas aquéllas de los altos de Piantini en el 1996, después de agosto y antes del 25 de diciembre, uno de los dos días de sus dos cumpleaños, según su biógrafo e íntimo de entonces Julio César Valdez, y ahora el suculento obsequio, a través de su Funglode, por parte de la compañía auspiciadora del mafioso préstamo de los 132 millones de dólares para supuestamente equipar y modernizar la Policía Nacional, pero que nosotros entendemos que era en la inmensa mayoría de los millones de dólares para repartirse entre los funcionarios del gobierno éste, pálido pelegato, que encabeza Leonel Antonio Fernández Reyna, y no ningún otro. Basta y sobra empezar por recordar lo ocurrido con aquel famoso decreto de la autocensura emitido con la firma del gobernante el 7 de mayo del 2005, del que luego dijera Leonel Fernández mismo que ese decreto no lo había hecho él ni esa era la voluntad ni el punto de vista de su gobierno, y así, el 20 de mayo firmó uno de su puño y letra derogando el de la auto-censura y coacción flagrante del ejercicio de la libertad de prensa. Salió a relucir que, ciertamente, Pina Toribio, con sus problemas hormonales a cuestas, confesaba que él, como otros, estaban jartos de todo lo que se decía en la prensa, y que llegaron a entender que había que hacer algo para contrarrestar la libertad de prensa, y de esa manera metieron en un paquete el decreto que, al parecer, terminó sorprendiendo al mismo que lo oficializó con su firma. Pero a decir verdad, el decreto lo habían elaborado Francisco Arnaiz, Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez y el Nuncio Papal Timothy Broglio, junto con Rafael Alburquerque y su esposa y prima hermana a la vez, Marta Montes de Oca, igual que Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, furibundos católicos y primos hermanos entre sí, que a pesar de su frenesí y desenfreno religioso, no esperaron dispensa papal que autorizara el incesto ante los ojos de su dios y al amparo de su supuesta moral (que por ser religiosa no es moral en realidad, sino cualquier otra cosa), pues la ambición y el interés son más fuertes que toda fe religiosa, y que para ponerse en paz con su santa madre Iglesia Católica, de qué infame delito y cuál transgresión a las leyes de los hombres -aún cayendo en el homicidio- no son capaces de llevar a cabo, y sobre todo si ello viene presentado bajo el papel de celofán de una necesidad divina. Y mira que lo era y lo es, como se está viendo y comprobando en la actualidad, ya que lo de la conspiración para implementar la dictadura ya estaba cocinada y los pasos de dicha conspiración anti-democrática también habían sido pormenorizadamente acordados. Lo del decreto de la autocensura y la mordaza contra la libertad de prensa era fundamental. El personaje Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez montó en rabia, lanzó rayos y centellas por su arteroesclerótica lengua de naturaleza despótica, autocrática, bestial, monárquica y dictatorial, con todo el esclavismo, el vasallaje y la perfidia que los métodos eclesiásticos poseen, precisamente por su carácter divino y santo. Y aparentemente se distanció del flamante, in fraganti o flagrante Leonel Antonio Fernández Reyna. Sin embargo, el plan marchaba, se trataba de una creatura pecadora, con todos los vicios y debilidades a cuestas, amen de carente de fuerza de voluntad y sentido de la responsabilidad, que además no puede tener, dada su comprobada mentalidad light, ya que la solemnidad de los cargos no les da solemnidad a sus incumbentes, sino que han de ser los incumbentes de dichos cargos quienes deben comportarse y actuar con toda la responsabilidad y solemnidad que ameritan los cargos que se ocupan. Esto lo plasma, Juan Vicente Flores, en su estudio histórico sobre “Lilí, el Machetero y Asesino”, recientemente editado por el Archivo General de la Nación, el que emplearemos para establecer el paralelismo que se quiere hacer por parte de los alabarderos o lambones de Leonel Antonio Fernández Reyna, como sería el caso del nombrado Jimmy Sierra y su panfletón filmado llamado “Lilís, Varias Epocas en una”, que ciertamente se lograría mejor y llegaría hasta servir de lección histórica real, si se colocan frente a frente las características que Juan Vicente Flores le atribuye y juzga de Lilís, por un lado, y del otro lado las características y logros histórico-sociales, a la luz de la etología, que es la disciplina que estudia las costumbres malas y buenas de los hombres que, conforme al estudio o a lo que hay de objetivo, real y comprobado de Leonel Antonio Fernández Reyna elaborado por Julio César Valdez, que personalmente como estudioso de la costumbre y la configuración de las imágenes reales de las personalidades históricas es otro paralelo a Juan Vicente Flores y su obra. Otro tanto ha sucedido con los sobornos, chantajes y demás procedimientos sucios y bajos que emanan como una corriente de un vaho pestilente y permanente del Palacio Nacional, y dizque Leonel Antonio Fernández Reyna nunca sabe de eso. Así fue con el desbordamiento de los sobornos, compra y venta de conciencia para el fraude del 16 de mayo del 2006, que abarcó hasta el soborno de todos los jueces de ambas Cámaras de la Junta Central Electoral, además de su Presidente, Luis Arias, desde el Palacio Nacional. Pero que según dice el incumbente del Poder Ejecutivo, aunque ni él mismo se lo cree, él nada sabe de todo eso.
Pero el asunto no se ha parado ahí. Tenemos que el
nuevo Código Penal recoge todos y cada uno de los puntos de vista tan
salvajes, persecutorios, bestiales, oscurantistas y retrógrados que sólo
la Iglesia Católica-Vaticano y la absurda apologética cristiana
catolicista y protestante pueden contener, como la que penaliza toda
acción médica que los doctores en medicina puedan ofrecer a mujeres que
se presenten a los centros médicos con evidencia de sangrados y éstos
puedan tener relación con posibles abortos. Conforme a un principio de toda investigación criminal, de entrada, todo beneficiario de un crimen es un sospechoso natural, por lo que, en el caso de la inclusión de esas monstruosidades que comentamos en el Código Penal, habría que señalar a la Iglesia Católica, y en particular al nombrado Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez, a los obispos de la Conferencia Episcopal y al Nuncio Papal, como los autores de esa monstruosa desnaturalización del Código Penal. Y es claro que lo volvieron a hacer a través de la Vicepresidencia del Poder Ejecutivo, su Consultoría Jurídica, además de los personajes diputados Pelegrín Castillo Semán y Alejandro Montás, ambos reconocidos sirvientes del nombrado Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez. Cuando se ha interpelado a Leonel Antonio Fernández Rey-na al respecto, por parte del Colegio Médico Dominicano y los profesionales y clínicas del ramo, Leonel Antonio Fernández Reyna ha vuelto a apelar al recurso de no estar al tanto, por lo que cabe señalarle como flamante, in fraganti o flagrante Presidente de no se sabe qué. Otro tanto puede decirse que todo esto es lo mismo que se repite con lo del contrato de la Isla Artificial, presentado al Congreso como reenviado por el Presidente de la República, y que, como acaba de afirmar el vocero de los diputados palidistas pelegatistas, uno de la mafia Serrulle, como Leonel Antonio Fernández Reyna se les escondía a los diputados para no darles la cara pues sabía, ya que se adelantaba, el objetivo de la solicitada entrevista, y recibían como respuesta que no estaba a mano ni disponía de tiempo en esos momentos, entonces ellos lo aprobaron. Ahora resulta que supuestamente Leonel Antonio Fernández Reyna no estaba al tanto, según difunden sus más íntimos allegados, del reenvío o reintroducción por ante el Congreso del proyecto de la Isla Artificial, pero resulta que la carta de reintroducción tiene su firma, así como la del Consultor Jurídico, Pina Toribio. Lo de flamante, por suntuoso y pomposo, como coartada para encubrir lo que en realidad busca hacer y hace. Lo de flagrante, por lo de ser cogido al cometer el delito e in fraganti como parónimo esta expresión de aquélla, y significa, por tanto, lo mismo. Para mayores pistas y descripción de lo que ocurre y caracteriza la mafia que, como culebrón pitón, opera en el Palacio de gobierno, tenemos que, como el flamante, in fraganti y flagrante incumbente del Poder Ejecutivo gusta de regalos, de los viajes, de la dolce vita, y teniendo la mafia, según el contenido de sus actos, del que no escapa ni el contrato de la Isla Artificial, que es con capital español y del Opus Dei (orden personal de la Iglesia Católica-Vaticano), tantas relaciones, como las que pueden aportar la Nunciatura Papal y la Embajada norteamericana (en manos del gángster puertorriqueño Hans Hertell, el cabecilla real de la acción criminal del rocash), resulta un flaicito al quecher hacer que Leonel Antonio Fernández Reyna reciba invitaciones para viajar, como esas de ir a visitar a Inglaterra y a su parásita Reina Isabel, como a España al zángano Juan Carlos, si no a Colombia, a Colombia y a Colombia, una y otra vez, y de paso llegar a la metrópolis imperial norteamericana para ultimar detalles y planificar más acciones depredadoras contra la República Dominicana y la pobre población criolla, ahora con un estado dictatorial como una espada de Damocles sobre su cabeza. Y mientras viaja, los que quedan en Palacio tienen las órdenes de hacer y deshacer, que yo no sé nada ni estaba aquí. Para ser neoliberal y genuflexo y aborrecible lacayo de monopolios y potencias extranjeras, además de ambicioso, hay que ser un gran irresponsable.
|