Resistencia y protestas se incuban y crecen en el pueblo a pesar conspiración silencio de la prensa amarilla del sistema

 

Las protestas y reclamos que se incuban, generan y se desarrollan en forma poco coordinada entre sí desde el seno de la población, en demanda de mejoras en las condiciones de vida, oportunidades de trabajo, servicios sociales y reactivación de las actividades económicas, comerciales y de mercado en general, lo que de paso abarca que la gente reclame que haya un flujo de dinero circulante, han empezado con el inicio mismo del actual año 2007. Y esto acontece a pesar del silencio que montan los sectores dominantes a través de su prensa mediática, lo que a su vez es motivo para que la población adquiera una clara conciencia de la naturaleza de ésta de instrumento de sus verdugos.

En casi todas las provincias, municipios y comunidades de todo el país, bulle la inquietud y el descontento de la población, que de entrada ha recibido, con el año que empieza, una oleada de alzas de todos los precios de los artículos comestibles, servicios y medicinas, así como el anuncio de que, con la puesta en práctica de las nuevas cargas impositivas, que se encubren con el eufemismo engañoso de Reforma Fiscal, la situación de dificultad económica se habrá de agudizar y caerá como una oleada de miseria devastadora sobre las gentes, que ya no encuentran qué hacer para poder seguir soportando esta calamitosa ola de empobrecimiento, con todos los sufrimientos que se incrementan en forma despiadada.

Esta situación resulta contradictoria, pero aleccionadora, con el hecho de que el gobierno pálido pelegato continúa no sólo derrochando, sino pagando lujosos y exagerados sueldos astronómicos a sus funcionarios, que, como se recordará, fue una de las primeras abusivas y desacertadas medidas a que recurrió, con su espíritu derrochador y fomentador tanto de la corrupción como de la pobreza en el pueblo, Leonel Antonio Fernández Reyna al lograr el Poder para el período 1996-2000.

Entre las medidas de austeridad que demandamos ante este nuevo gobierno de Leonel Antonio Fernández Reyna al asumir el Poder, incluimos la de que éste debía proceder a desmontar los elevadísimos niveles de sueldos lujosos, aún injustos para un país desarrollado, y ni qué decir en nuestra querida aldea nacional donde predomina la más rampante pobreza y el hambre, la desnutrición y la inasistencia médica son el pan nuestro de cada día.

Obviamente que ni Leonel Antonio Fernández Reyna ni el Dañino Medina, entonces en el Poder junto a su contrincante actual, iban a prestar atención a tan sensato pedido. Pero hasta hace unos meses atrás, cuando la presente crisis ya entraba de lleno y volvió a replantearse lo de ponerle coto al derroche y al despilfarro, demandándose que el gobierno redujese sus gastos públicos en empleomanía superflua o botellas, no sólo que insistió en hacer caso omiso y prosiguió en sus derroches habituales y aumentando los sueldos de sus funcionarios públicos, sino que el perverso Dañino Medina o gángster Murmullo se jactó públicamente, como todo un lumpen depravado, declarando que de qué austeridad hablaban y demandaban, si el gobierno de él y de Leonel Antonio Fernández Reyna siempre había sido un gobierno de austeridad.

Ahora, se percibe con mayor claridad que, ciertamente, los funcionarios gubernamentales reciben sueldos exagerados que alcanzan hasta sumas millonarias y de nuevo otros sectores recogen la demanda que originalmente enarbolamos, y ponen sobre el tapete que ese es un asunto al que hay que ponerle coto, y fijarle un límite adecuado a los sueldos de los funcionarios públicos y de organismos autónomos del Estado, puesto que lo implementado por el derrochador y desaprensivo Leonel Antonio Fernández Reyna con su carnaval de sueldos millonarios para sus funcionarios es incompatible con los niveles de miseria y desempleo que aplastan a la inmensa mayoría de dominicanos.

 

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