ES JUSTA LA DEMANDA DE LOS MAESTROS
Gobierno pelegato,
la corrupta Ministra de Educación y la Iglesia Católica-Vaticano
chantajean y buscan doblegar a los maestros públicos A través de nuestros programas radiales retransmitidos en todas las regiones y puntos cardinales del país, hemos apoyado la jornada de lucha de los profesores públicos por un alza en su salario de 15 mil pesos al mes por tanda y 30 mil pesos al mes por tanda doble. Tanto el gobierno, como su Ministerio de Educación, que ocupa la nada confiable Josefina Pimentel, quien apenas a finales del año pasado se aumentó su sueldo de 185 mil pesos mensuales a 300 mil pesos mensuales, porque no le alcanzaban los 185 mil pesos mensuales para vivir, se oponen desenfrenadamente al aumento de sueldo de los maestros, que ganan alrededor de 8 mil pesos por tanda actualmente, por considerar que es un aumento exagerado de parte del profesorado público. Es claro que en estos inconsistentes criterios impera no sólo la unilateralidad y la discriminación, sino la más virulenta mala fe y todavía mucho más perversidad. A los maestros públicos se les hizo creer que si se obtenía el 4% del PIB para la educación, el monto de este 4% sería invertido efectivamente en la educación, y que siendo ellos parte sustancial de la educación, se les tomaría en cuenta y sus salarios de hambre serían sustituidos por otros que, siendo tan reducidos los que devengan hoy día, por lo menos alcanzarían el doble, o sea, 100% más que lo que hoy les pagan, que es de 8 mil pesos por tanda, y trabajando 2 tandas e incentivos llegan a 15 mil pesos al mes, en medio de una explotación intensiva, que en corto tiempo termina diezmando la salud de los maestros, pues ese trajín no hay cuerpo humano que lo aguante, y mucho menos con un sueldo que no da ni alcanza para comer. Los maestros fueron engatusados, engañados y cogidos de más pendejos de la cuenta por la Iglesia Católica-Vaticano y sus curas, que desde sus círculos de presión, que a su vez son sus tentáculos de ventosas para succionar dinero a diestra y siniestra, como la Fundación Pedro Bonó, la Juan Montalvo y otras, les hicieron creer que con el 4% obtendrían el alza salarial a la que aspiraban. Y bien poco que dura la alegría en casa del pobre. A la vuelta de la esquina los maestros recibieron el impacto de un slogan confeccionado por los centros de propaganda de la misma Iglesia Católica-Vaticano, que es la que administra y usa a su antojo los fondos que el Estado asigna para la educación, en virtud del Concordato, que es harto conocido y requete-sabido es un instrumento que la Iglesia Católica-Vaticano y sus legiones de curas han empleado para, en forma corrupta y por demás parasitaria, trasegar dichos fondos financieros al patrimonio de la Iglesia Católica-Vaticano. Ese slogan que tiene como eje transversal: “¡Un alto a las ilusiones de los maestros con el 4%!” lo hemos oído todos, repetido en boca de las cotorras y loros amaestrados de la Iglesia Católica-Vaticano: “¡El 4% es para la educación, no para aumento de salarios!”, parecería que los profesores no son parte alguna de la educación, pues, como dice la doctrina de la superchería de la escolástica tomística, se aprende por intuición y por medio de la verdad revelada, pues es dios quien enseña y da sabiduría. Los maestros no son parte ni vital ni nada en la educación ni en la enseñanza. El barrendero o el vigilante de la escuela, que paga el Estado, es lo mismo que el profesor, según los malditos curas. Ya la Iglesia Católica-Vaticano tiene el presupuesto del gasto suyo, con las partidas del 4%, así como la porción de éste que va a incrementar la porción de sus patrimonios personales. A los profesores, dirigidos por el pálido pelegato, boschista y danilista Eduardo Hidalgo, éste les ha impuesto que deben cesar los paros y movilización para esperar que el comerciante de su dios Jesucristo y especulador consular de éste, el conocido estafador Agripino Núñez Collado, les llame para embaucarlos, pero en tanto el hacha va y viene, ni Agripino Núñez Collado llama a los maestros a su mesa de disección, ni nadie les dice nada, o sea, están socavando y buscan vencerlos por cansancio. Lo de que son los maestros los que se deben sacrificar hasta más no poder para que no se pierda el año escolar, es una engañifa y un chantaje, pues en realidad si los maestros paran y se pierde el año escolar no es culpa suya, sino del gobierno, de la Ministro -la cotorra calva y super corrupta- Josefina Pimentel y sobre todo, de la Iglesia Católica-Vaticano. Si a los padres y madres de los estudiantes les afecta que los maestros se pongan en pie de lucha y reclamen sus derechos a comer y a vivir, lo que deberían hacer los padres y madres no es ponerse a presionar y a secundar el chantaje contra los maestros, sino apoyar a éstos frente y en contra del gobierno, que es el inútil perezoso güevón que sólo hace allantes y nada resuelve, en contra de la cotorra calva corrupta Josefina Pimentel y de la parásita y vividora Iglesia Católica-Vaticano, que ya tiene como su costumbre robarse y trasegar hacia el patrimonio de la Iglesia Católica-Vaticano los recursos e inversiones del Estado en la educación pública.
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