Lo nocivo de la falta de conciencia en las clases explotadas y oprimidas y sus repercusiones históricas sobre la República Dominicana

21-11-2013

 

La ignorancia y los resabios impuestos por el régimen económico-social y sellados por la inocultablemente nociva labor de corrupción ideológica y política de los ideólogos de la contra-revolución, sobre todo de Juan Emilio Bosch Gaviño y José Francisco Peña Gómez, como del Perrodé, y luego, a través del mismo Juan Emilio Bosch Gaviño y ahora junto al Perrodé su Pálido, a los que se sumaron los oportunistas y renegados revisionistas castro-guevaristas-debraístas o foquistas, que hacen que los miembros de las masas de explotados y oprimidos no tengan conciencia de su situación histórico-social ni sentido del porqué de su situación concreta, objetiva y real de estrechez y desamparo, crea lo que es la falta de conciencia o de comprensión de lo que realmente les sucede, lo que viene a desempeñar a su vez un papel terriblemente perjudicial a la necesaria lucha que deben desplegar las masas populares como el único camino seguro de romper con las desgracias que les aplastan y las mantienen inmovilizadas, pasivas y desorganizadas.

Esa falta de conciencia propia de la clase que les corresponde hace que los integrantes de las masas populares actúen contra sí mismos y contra el interés de las masas de las que forman parte y a las que están atados su suerte y su futuro.

De esa falta de conciencia es manifestación la acogida o la influencia, por la adhesión y estrechas simpatías hacia los programas de parches y remiendos que la burguesía social-reformista traidora, sus corrup-partidos y sus cabecillas y agentes mercenarios, reclutados en el seno de la población, difunden como conjunto de reformas sociales y panaceas, supuestamente a favor de las masas que oprimen y explotan.

Y ese papel nocivo de la influencia objetiva de los explotadores y opresores sobre las masas de sus víctimas indefensas, sin conciencia política, ideológica, histórica ni social, se puede medir con precisión y exactitud matemáticas por la acogida que en ellas tienen los adefesios teórico-ideológicos, como ese de que el capitalismo y el imperialismo, o el parasitismo de la Iglesia Católica-Vaticano y el cristianismo, en lo que se resume la explotación y opresión capitalistas, son males eternos contra los que es inútil luchar; al igual que la influencia que, en el seno de las masas, espontáneamente, genera la postura ideológica social-traidora de la real politik o politiquería, con su desteñida bandera de demandar sólo lo que les sea posible conceder a los explotadores y opresores, sin querer ir más allá de ahí, esto es, sin querer ir más allá de esos estrechos y pírricos horizontes; como de que no hay que hacerles caso a las demandas y propuestas de los comunistas, a quienes, según sus enemigos, sólo les interesa embestir contra el régimen de los explotadores y opresores, parte esta última que, en vez de confesarla así, tal cual, prefieren callarla, y hablan en cambio del régimen de los empresarios e inversionistas que, de paso, santifican y canonizan, dulcificándoles su naturaleza criminal y pintándolos de filántropos, cuyas vidas están consagradas a llevar a cabo obras de caridad y todo ello por su ideología -porque ni sarcasmo ni cinismo les faltan, sino que les sobran en abundancia-; en otras palabras, de las nocivas y extrañas influencias de los explotadores, de los ideólogos y politiqueros a su servicio y de su despiadado sistema, son indicadores la catastrófica y descomunal influencia, en las masas de explotados y oprimidos, prisioneros, como hemos dicho, de la ignorancia y el atraso, como del oscurantismo y las supersticiones que auspician, sistematizan y difunden el régimen y su sistema, a través de su prensa y medios radiales, televisados, escritos en periódicos, revistas, libros, etc., siempre con un interés y fines contrarios a la población, y de hecho, a la nación, a la República, y todo lo hacen con el apoyo y el concurso de los social-reformistas burgueses y reaccionarios, cuyo ícono es cada vez más comprobado el super-traidor y contrarrevolucionario, espía de la CIA y agente pagado del imperialismo yanqui Juan Emilio Bosch Gaviño, portadores de la realpolitik, o sea, de la vulgar politiquería, que todos conocemos. Y es lo que perfectamente retrata y a la vez explica, la popularidad respectiva de los corrup-partidos del sistema y de sus cabecillas, proclamados líderes políticos, en tanto que son y siempre han sido mercenarios, especímenes pertenecientes al hampa y al bajo mundo del gansterismo y de la cosa nostra, hoy masificada en los carteles internacionales dedicados a cuantas actividades existan de carácter, de naturaleza y prácticas delictivas, todas en contra del país y del pueblo dominicanos.

Pero esas popularidades de los Joaquín Balaguer, de los Juan Emilio Bosch Gaviño, de los José Francisco Peña Gómez, Antonio Guzmán, Salvador Jorge Blanco, Jacobo Majluta, de Rafael Hipólito Mejía, del capo di tutti capi Leonel Antonio Reyna, alias Leonel Fernández, o bien de los Miguel Vargas Maldonado, los Hatuey Decamps y del mismo actual Presidente del Poder Ejecutivo, como de los capos que operan en el Congreso, tipo Reynaldo Pared Pérez, Abel Martínez, Félix Bautista y esa legión interminable de alimañas y sabandijas, como de los sicarios que desde los tribunales y el Ministerio Público tienen las funciones de proteger, amparar y legitimar los onerosos privilegios y crímenes de los grupos de burgueses y terratenientes, como los patrimonios prohijados por la corrupción y el crimen desde el Estado, en fin, cuya finalidad es sustentar la impunidad a los grandes delincuentes de cuello blanco y sirvientes genuflexos del régimen y el sistema de explotación y opresión nativo y extranjero, que subyuga y hunde en el pantano de la más horripilante pobreza, miseria, sufrimientos y desmoralización a la sociedad en general, al pueblo y en particular a las masas trabajadoras; del corrup-Perrodé Peña Gómez, de Rafael Hipólito Mejía o del gángster Miguel Vargas Maldonado, el corrup-Pálido Pelegato Boschista del capo de capos Leonel Antonio Reyna y el archi-corrupto y super-criminal cubil de las sabandijas del Partido Reformista Social Cristiano del tirano alimaña Joaquín Balaguer, como de éste y del espía pagado de la CIA y agente a sueldo del Departamento de Estado norteamericano y mercenario político del imperialismo norteamericano, disfrazado de intelectual de pacotillas y mala muerte Juan Emilio Bosch Gaviño, o bien de la fauna de miserables lúmpenes mercenarios del anarco-sindicalismo y del sindicalismo, apéndice del régimen de los explotadores y opresores, del que hacen de sus más abyectos sirvientes redomados, a pesar de su predominio absoluto, sólo han logrado dejar establecido, con la máxima claridad y escrito con letras de molde en tamaño gigante para que, hasta los analfabetos funcionales puedan leerlo y entenderlo, que todos sus empeños y afanes, respaldados por la más estridente y bullosa batería, con sobornos, chantajes e intimidaciones, hasta con el terrorismo económico-político y financiero, como policíaco-militar y social, además del papel del oscurantismo y miedo de la Iglesia Católica-Vaticano y de los protestantes, al fin y al cabo han fracasado y sólo pueden exhibir el terrible atolladero éste que está delante de nuestros ojos, a que han empujado al país y al pueblo, a los que tienen colocados exactamente al borde del abismo y su precipicio sin retorno.

Si durante 51 años, tras la desaparición de la dictadura de los 32 años, de la que ha venido tejiéndose esta abominable situación como su directa prolongación, los más flamantes líderes del sistema de explotación y opresión y sus engaños, presentados como promesas de reformas políticas, económicas y sociales, lo único novedoso que pueden mostrar como saldo a su favor es, como hemos dicho, este desastre presente, sin ningún porvenir promisorio por delante, por lo que, si no fueran lo que en realidad son, sería válido demandarles que admitan definitivamente que fracasaron; y que este super-fracaso no es sólo y exclusivamente de los Balaguer, Bosch, Peña Gómez y comparsa, sino, sobre todo, del imperialismo, de la Iglesia Católica-Vaticano, y de los bloques de especuladores bancarios y comerciales, como de la burguesía y los terratenientes, apéndices de aquellos, así como, de paso, de sus verdugos, matones y carniceros, atrincherados no sólo en las FF.AA. y la P.N., sino en los tribunales de Justicia y el Ministerio Público, como de la burocracia administrativa de los explotadores y opresores. El fracaso ante el cual están cara a cara colocados el pueblo y la República Dominicana, es el fracaso del subyugamiento y su sistema de parte del imperialismo norteamericano y el de la Unión Europea, como del parasitismo oscurantista, criminal y supersticioso de la maldita Iglesia Católica-Vaticano y el infame cristianismo, religión de culpables.

II

El pueblo -sus masas en general y las trabajadoras en particular- como la República, hemos sido engañados y atropellados, no obstante, algo que es inaceptable y que causa tanta indignación como el mismo sistema de opresión y explotación de que hemos sido objeto criminal y depravado, insistimos, como país y como pueblo, es que, desde el seno del mismo pueblo se reproduce, como un reflejo directo del sistema de oprobio, de explotación y opresión, prolongado como continuación de la práctica y las pautas ideológicas y políticas de la dictadura tiránica de Rafael Leonidas Trujillo Molina, lo que cabe subrayar que, al fin y al cabo, se explica, pero nunca se puede justificar, en que esa dictadura tiránica fue entronizada y mantenida, como por igual fueron sus mentores y beneficiarios, exclusivamente, el imperialismo norteamericano (yanqui) y la Iglesia Católica-Vaticano, y estos dos países y componentes son el eje transversal que atraviesa de punta a cabo la repetición de la dictadura de Trujillo prolongada desde el 1961 al 2013 (esto es, hasta hoy día).
Y es por lo que nadie puede ocultar ni querer negar siquiera que, tanto la dictadura tiránica y sanguinaria de Rafael Leonidas Trujillo Molina, como todo el régimen y su sistema imperantes desde el 1961 hasta el día de hoy, sin hacer excepción hipócrita y complaciente respecto al gobierno fantoche y no menos títere ni menos reaccionario y traidor que los demás, de los 7 meses del espía pagado de la CIA y agente a sueldo del imperialismo norteamericano Juan Emilio Bosch Gaviño, son productos directos de las condiciones históricas de dominio y explotación que, mancomunados, han sostenido, el imperialismo yanqui y de los países europeos junto con la parasitaria y retrógrada Iglesia Católica-Vaticano.

Esta realidad, que es la premisa fundamental de la situación imperante, ha sido, y se persiste en seguirla manipulando, a través del fomento de la ignorancia, de la que es fuente la falta de conciencia de clase y patriótica o nacional.

Se han hecho programas enteros de ocultamiento de que el pueblo y sus representantes han hecho resistencia siempre. Pero lo más extraño es que, como parte de estos engaños, tengamos que hay quienes, con perversa actitud infame, difunden la falaz mentira de que sólo el 14 de Junio luchó contra la dictadura a partir del 1960. Este es el reaccionarismo, el subjetivismo y la estrechez de miras, por lo que Carlos Marx y Federico Engels, en el Manifiesto del Partido Comunista, en 1848, establecieron que esas capas medias pequeño-burguesas o burguesía media es reaccionaria en tanto quiere detener las ruedas de la historia.

Así, resulta que es inadmisible, por unilateral, mentirosa y perversa, la estratagema espuria de querer hacer creer que la resistencia a Trujillo se reduce al 14 de Junio como movimiento, y de ahí en adelante habría empezado. Eso es falso y perverso.
Lo cual da asco.

Como por igual, es asqueantemente repugnante que en el llamado Museo de la Resistencia, se exhiban infames e ignominiosas propagandas, expresamente diseñadas para dar a entender que los crímenes y el terrorismo de Estado de la dictadura y tiranía de Trujillo, hechura y sostenida para satisfacción de los objetivos e intereses en exclusivo del imperialismo y de la Iglesia Católica-Vaticano, fue contra los haitianos, para, de esa falsa premisa, pasar a romper y sepultar el hecho histórico de que el derrocamiento del gobierno de Horacio Vásquez, tras el que instalaron la dictadura fascista de Trujillo, fue dispuesto por el imperialismo y la Iglesia Católica-Vaticano, para los propios fines de estos dos, que pasaban por el establecimiento de un régimen católico-nacional fascista y reaccionario, con Trujillo como capataz de dicho régimen, ya que es insostenible, por ser falso en grado absoluto, que dicho ridículo y primitivo espécimen creara, dirigiera y consolidara esa oprobiosa dictadura durante 32 años, más estos otros 51 de trujillismo sin Trujillo, pero sí con los verdaderos creadores de Trujillo, su peón, mayordomo, sirviente y verdugo que, como tal, siempre estuvo al servicio de ambos poderes internacionales: el imperialismo, con sus monopolios, y la Iglesia Católica-Vaticano con su parasitismo y holgazanería a ultranza, más todo el oscurantismo y la superstición alucinógena del cristianismo, en aras del atraso de las cavernas.

Como es en extremo vulgar y chocante, por contradictorio con los hechos y sucesos históricos concretos, los que crean y actúan alrededor de la mentira de que la resistencia a Trujillo empezó sólo en el ’60, conjugando esta patraña con la de admitir que hubo y se produjo la Expedición de Constanza, Estero Hondo y Maimón, en el 1959; no obstante, lo hacen buscando ceder algo, con tal de ocultar todo el contenido y el significado de la permanente lucha del antitrujillismo contra la oprobiosa dictadura de marras.
Así, se produce la variante de la manipulación de la verdad completa, recurriéndose al truco de la verdad a medias, y se genera la otra baja patraña que consiste en querer presentar la resistencia a Trujillo del 1959 al 1961 como la única y exclusiva, y esto, con la anuencia y participación directa de mansos y cimarrones del catorcismo.

Ahora, como la patraña del Museo de la Resistencia, irónicamente, ha tenido una no poco considerable resistencia, empezando por cuestionar a Luisa De Peña, cuyas vinculaciones con el neotrujillismo balaguerista y criminal se producen por la vía de su misma madre, Cristina Díaz, que fuera catorcista en tanto era la mujer del luchador antitrujillista Tony Barreiros, pero que luego de estar casada con el aventurero, terrorista y foquista provocador Luis De Peña (Luis Parish), una vez caído éste, en Nagua, en una de sus estúpidas aventuras foquistas, actuando como vil mercenario aventurero del espía doble Fidelio Despradel, ella, Cristina Díaz, pasó a ser de las fuerzas anticomunistas, reformistas y terroristas de Ramón Pérez Martínez y del general asesino Enrique Pérez y Pérez; si no lo cree y desea comprobarlo, búsquense los comunicados de la Banda Reformista y Anticomunista bajo el disfraz de la cobertura parapolicial “Con Fuerza”, y ahí se comprobará lo que estamos denunciando y afirmando.

Y como si esto fuera poco, la población y los portadores de la conciencia histórica y sus valores de lucha contra las ignominias e infamias, deben estar vigilantes y alertas, pues en estrecho maridaje, según parece, con oscuras y tenebrosas fuerzas de la dictadura de Trujillo, están planteando la creación de una llamada Comisión de la Verdad para establecer lo que llaman “los verdaderos crímenes de Trujillo”, lo cual, a primera vista, se le presenta a cualquiera como una empresa histórica de carácter enaltecedor y nobles fines, pero a la vez se busca pasar de contrabando que queda en el aire que hay falsos y no ciertos crímenes de Trujillo.

No obstante, todo esto causa suspicacia de por sí y ha de ser motivo para que la conciencia histórica nacional y patriótica, como revolucionaria, se mantengan en estado de vigilancia y alerta, puesto que, para sólo ofrecer un ejemplo, y recuérdese que para muestra un pétalo es suficiente, ese Roberto Alvarez, que es presentado, por la letrina opusdeista de la prensa amarilla “Hoy”, y que es Presidente del grupo de la USAID-CIA y de la Iglesia Católica-Vaticano, Participación Ciudadana, como abanderado de la creación de la Comisión de la Verdad para establecer “los verdaderos crímenes de la dictadura de Trujillo”, es nada menos y nada más que el hijo de un ex-rector de la Universidad estatal en época de la dictadura de los 32 años, de los más recalcitrantes y encarnizados persecutores de quienes eran parte o sospechosos de simpatizar con el antitrujillismo.

Además de que ese mismo Roberto Alvarez, el hoy sensibilizado por tan enaltecedora y noble obra, fue Embajador dominicano, nada más y nada menos que en Washington, donde sólo se aceptan agentes y espías del imperialismo yanqui convictos y confesos, disfrazados de diplomáticos. Y como si eso fuera poco, si se hurga e investiga en la historia familiar, esos Alvarez, que son los mismos de Mariasela Alvarez, son recalcitrantes fanáticos católicos opusdeistas y ultra-trujillistas.

¿Querrá Robertico Alvarez esclarecer hasta dónde su excelentísimo padre, tan aplaudido por un infame crápula y servil del imperialismo como Roberto Saladín Selín, está implicado en el alud de oprobios de los 32 años de dictadura católica y proyanqui de Trujillo? Esa es una curiosa pregunta que nos formulamos.

O bien, ¿propondrá que esa comisión establezca el crimen de lesa patria que es el ilegal, inconstitucional e ilegítimo Concordato, que le traspasó la finca del dictador y tirano Rafael Leonidas Trujillo Molina, llamada República Dominicana, a la Iglesia Católica-Vaticano, que la tiene como su propiedad exclusiva y ejemplo de cómo y por qué la República Dominicana es una neocolonia de viejo tipo, aunque se dice y proclama libre, independiente y soberana, por el solo y exclusivo hecho de estar subyugada por el fideicomiso colonial de viejo tipo que es precisamente el Concordato del Vaticano y su alias Papa Pacelli y agente de Hitler, con el peón y verdugo suyo y del imperialismo yanqui, Rafael Leonidas Trujillo Molina?

 

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