ENCUESTAS Y SONDEOS REVELAN

El "¡Entren todos coño!" fue un digno grito a favor de la defensa de la Constitución y la democracia contra el terror y la represión injustificados del gobierno

La gente califica de hipócrita a lo María Gargajo la rastrera decencia y falso puritanismo de los gobiernistas

Las encuestas y sondeos hechos en forma directa en el seno de la población por instituciones y personal comunitarios, están ofreciendo un revelador apoyo y respaldo al "¡entren todos coño!" lanzado en el momento culminante por el Presidente del Senado cuando se enfrentaba al autoritarismo y a la arbitrariedad policial.

Independientemente de que se simpatice o no con la persona adusta del ingeniero Ramón Alburquerque, de que se tenga o no con él comunidad partidaria, la gente consultada en forma mayoritariamente aplastante en proporción de 20 a 1 han aceptado que el "¡Entren todos coño!" representó la bandera de la Constitución, la institucionalidad y el Poder civil por encima de las bayonetas, escopetas, abusos y ejercicio desaforado de la arbitrariedad que ha caracterizado la actuación policial, sobre todo, durante el mes de enero.

Las encuestas y sondeos revelan que la gente se ha percatado en forma sumamente inteligente, a pesar de no poseer una elevada ilustración académica ni privar en que no van al sanitario, como privan los palidistas y gobiernistas, que de parte de los que hacen propaganda porque les pagan y están vendidos, en contra de la exclamación del ingeniero Alburquerque, lo que esgrimen son puras hipocresías, y exhiben un falso puritanismo, que su decencia es a lo María Gargajo.

María Gargajo es aquel personaje del cuento que lavaba los huevos minuciosamente antes de echarlos a freír y que al momento de echarlos a la sartén, lanzaba un salivazo al aceite para comprobar si estaba éste lo suficientemente caliente como para cumplir con éxito su misión.

En forma llana, que demuestra que esas gentes consultadas puede que ignoren muchas cosas pero que no por eso son brutas, que tal vez muchos que poseen títulos académicos no tienen ni la mitad del coeficiente de inteligencia fluida de estas gentes del pueblo, esas gentes nos han dicho: "los gobiernistas privan en moralistas, pero, ¿por qué son tan ladrones, tan mentirosos, tan abusadores, tan "come-solos", tan criminales y por qué tienen a tantos degenerados (homosexuales) en puestos encumbrados?".

Y, efectivamente, ninguno de los que más conocen y estudian el lenguaje, como son los lingüistas, que son verdaderos expertos, podría demostrar que una expresión verbal y exclamativa es una expresión indecente ni mucho menos una mala palabra, puesto que las palabras no son más que reflejo de relaciones y realidades existentes.

En muchos casos esos que hablan con tanta pulcritud, cuidándose de la expresión usada, son, por sus actividades, verdaderos inmorales de la peor laya.

"¡Entren todos coño!", aun independientemente de la situación de abuso y atropello que la motivó, sólo expresaría lo mismo que el grito: "¡Ay mi madre!"; la única diferencia es que "¡Coño!" demuestra una disposición de ánimo de no dejarse joder.