La vocación genocida y rapaz del imperialismo reafirmada en acción criminal EE.UU.-OTAN sobre Balcanes (Yugoslavia)
¿Qué pasa en Los Balcanes?
Esta es una pregunta que bulle sobre todo en forma silenciosa dentro de cada ciudadano. Sí, hablamos de ciudadano, sin incluir dentro de éste a los animales irracionales que, sin ser aves, tienen dos patas, hablan y visten ropa. A estos los incluimos dentro del género de los mutantes sociales.
Como ciudadano, ya han intentado encontrar respuesta a su humana inquietud recurriendo a los medios de prensa amarilla, y el resultado ha sido, simple y llanamente, desastroso, dado que sólo unos pocos insignificantes de espíritu no llegan a sentir el impacto repulsivo de la náusea cuando se entra en contacto con los embutidos desinformativos que, fruto de la manipulación obligada, les sirven a sus comensales las distintas letrinas de la prensa amarilla no sólo nativa, sino en los que incluimos a las agencias internacionales, ya que unas y otras de esas letrinas son la misma cosa al estar globalizadas y aunadas por obra del capital.
Los Balcanes constituyen una peculiar región europea que hace de puente natural entre las partes geográficas de ese Continente, si no entre casi todos los océanos y mares, por lo que se la ha comparado con la llave y puerta del mundo.
Y allí encontró Hitler durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) una tenaz resistencia, saliendo prácticamente derrotado, igual que su socio Benito Mussolini.
¿Quiénes son los agresores imperiales en esta típica y a la vez sofisticada carnicería colonialista que se perpetra ahora, días antes de entrar en el siglo XXI? Bajo la jefatura de Gerhard Schröder, socialdemócrata y traidor por naturaleza, además que como casi todos los que son parte de los círculos actuales de Poder de Alemania es un hijo bastardo más (producto de aquella vieja versión de la acción "guerrera" por parte de la soldadesca dedicada a violaciones sexuales) de un desconocido miembro de la Gestapo hitleriana, son los alemanes quienes, por revanchismo, como catalizador imperial compiten en agresividad con los norteamericanos en esta bárbara agresión, pues ni siquiera cabe hablarse de guerra, que son comandados por el bragueta alegre Bill Clinton, que conforme al resultado psicoanalítico habría que concluir que su naturaleza hegemonista ha encontrado, por su parte, en los genocidios sistematizados y casi tan continuos como sucesivos, lo que quedaría comprobado si conjugamos éstos que perpetra ahora en Yugoslavia con los que venía efectuando contra Irak, la terapia o desahogos necesarios a sus manías y frustraciones sexuales acrecentadas, no hay dudas, a partir del escándalo Lewinski.
2do. Las verdaderas intenciones, así como los fines y objetivos perseguidos por los agresores norteamericanos y de la OTAN es adueñarse de esos importantes territorios de carácter estratégico para cualquiera que sueña, como los EE.UU. y Alemania, con el dominio mundial.
Fue Alemania, cuando era gobernada por el otro neonazi Helmut Schmidt, quien atizó e impulsó, conforme su estrategia expansionista, la división y guerra racial entre serbios, croatas, eslovenios, etc.
Ahora EE.UU., aparte de otras razones que ponderamos en el apartado 4to. de este breve estudio, no ha querido quedarse fuera de la repartición balcánica y ha decidido desempeñar el papel estelar en la agresión armada buscando quedarse con la mejor y más suculenta tajada del pastel.
Como son tan bastardos e infames los reales objetivos tanto de los EE.UU. como de la OTAN, ambos se han impuesto, con fines propagandísticos, la necesidad de encubrirlos y disfrazarlos; así ha surgido esta nueva cruzada tan falsa y canallesca como las del cristianismo contra el mundo musulmán, que se decía buscaba salvar el nunca existente "santo sepulcro", la diferencia está marcada con el ineludible hecho de que ahora, bajo el hipócrita rótulo, la agresión se perpetra con bombardeos de misiles y todo tipo de bombas "convencionales" modernas en aras de fines humanitarios y de supuestamente salvar a los habitantes albaneses de Kosovo.
3ro. El argumento de que los serbios yugoslavos del líder nacional Slobodan Milosevic estaban efectuando una bestial carnicería de carácter racial contra los llamados kosovares, que no son más que los albaneses que han emigrado desde su tierra natal (Albania) hacia ese territorio serbio, llegando a coparlo, igual a como en nuestro país han hecho y siguen haciendo los haitianos con las provincias fronterizas de la República Dominicana, no era más que un factor propagandístico llamado a justificar el genocidio real que ahora efectúan los EE.UU. y la OTAN.
Pero no sólo justificarlo, sino hacer quedar a las víctimas, que en este caso son los serbios y la nación serbia de Milosevic, como si fuesen los agresores responsables y verdugos, propiciando una real inversión de los factores que se dan en la realidad; y de paso ocultar que son los imperialistas de la OTAN (Alemania) y EE.UU. los reales y únicos culpables de todo lo que acontece en Los Balcanes, con un saldo de pérdidas materiales y sobre todo de vidas humanas, que sólo se puede expresar en imágenes un tanto apagadas de lo que en verdad sucede llamándole genocidio.
Junto a ese pretexto hay que agregar que la exigencia de parte de los agresores genocidas de la OTAN y EE.UU. es bastante reveladora: Que se les legalice invadir con más de 50 mil soldados de la OTAN y yanquis Kosovo y estacionarse con carácter indefinido y permanente en ese territorio hasta ellos lograr el más completo descuartizamiento y consolidación de su hegemonía en la región.
Para los intereses de los norteamericanos y de la OTAN el verdadero crimen de Milosevic es la oposición de éste a legalizar la ocupación militar de su nación.
Pero además hay que poner de relieve que previamente a todos los bombardeos se había ya desplegado una intensa campaña internacional propagandística dirigida a colocar a Milosevic y a los serbios como los grandes culpables.
En esta sucia campaña los imperialistas han usado a los socialdemócratas lacayos suyos. Aquí en el país pudimos ver a esa rata oportunista y traidora de Chaljub Mejía del PcT publicando en la letrina "Ultima Hora" que Milosevic era "un carnicero", calificativo acuñado y difundido por la CIA y los órganos propagandísticos de la OTAN, tal y como se puede comprobar leyendo la prensa internacional. Estos judas traidores tipo Chaljub Mejía tienen largo tiempo actuando como caballos de Troya y su acción perversa no es cosa nueva.
4to. No cabe la menor duda de que el mundo está viendo en vivo la reedición modernizada y extendida a Europa de la salvaje diplomacia política de las cañoneras.
Como ya han puesto de realce no pocos analistas y estudiosos del panorama político mundial, tanto los EE.UU. como la OTAN cuentan con innumerables profesionales, historiadores, antropólogos, etc., que bien pudieron advertirles del riesgo que les acarrearía para el presente y el futuro el embarcarse directamente en un conflicto europeo. Y que, de hacerlo, la solución no se lograría de la noche a la mañana, como en forma harto fantoche hicieron creer a la ciudadanía de los países agresores, como en forma particularmente relevante se puede comprobar con Clinton y los norteamericanos.
Y aunque las naciones europeas en el pasado año 98 alcanzaron un insignificante crecimiento en su PIB de 0.7%, se vieron precisadas a tener, en cambio, un relativo crecimiento en las inversiones y gastos militares que superan casi en 1000% el nivel de inversiones y gastos militares.
EE.UU. parece empeñado en sembrar de bombas de tiempo a la Unión Europea y el proceso de estos países por encontrar su identificación en base a sus raíces culturales comunes y al parecer nada mejor que lanzándolos a tener que enfrentarse bélicamente a unos con otros.
5to. El recurso de que la agresión militar EE.UU.-OTAN contra Yugoslavia (Serbia) es con fines humanísticos de salvar vidas humanas resulta un argumento traído por los cabellos y a todas luces medalaganario, puesto que son los EE.UU. y los países europeos de la OTAN (Francia, Inglaterra, Holanda, Bélgica, etc.) los protagonistas de la trágica colonización africana, así como los instigadores de los grandes genocidios que se repiten en Ruanda con más de 600,000 víctimas, Somalia, Argelia, Sierra Leona, Sudán, Borneo, el Congo o bien del pueblo kurdo perpetrado por Turquía, aliado incondicional de los EE.UU., sin que nunca este país ni su nefasto bloque militar de agresión OTAN hayan recurrido ni siquiera a pensar en intervenciones ni en establecer tropas con carácter permanente en dichos lugares, escenarios de las más terroríficas masacres genocidas.
Los hechos están ahí y no requieren de muchas cabriolas mentales para comprender su nítido y contundente mensaje. Lo de los fines humanísticos de salvar vidas humanas y socorrer a los kosovares es un burdo pretexto para ejercer el privilegio de los EE.UU. del derecho al genocidio con el goce de la impunidad.
6to. Los EE.UU. y los militaristas de la Unión Europea atrincherados en la OTAN vendieron alegremente la falsa imagen de que la acción militar de agresión tenía por objetivo evitar el éxodo forzado de cientos de miles de kosovares, colocando a Milosevic como el malvado de la película.
Conforme a este drama de mal gusto, la acción de agresión por parte de la OTAN y EE.UU. se pintó como una hazaña minuciosamente calculada para hacer blanco exclusivamente en objetivos militares, sin que la población civil quedara afectada.
Pero ahora ya no pueden seguir ocultando la trágica realidad y ha quedado evidenciado en toda su magnitud que no sólo los bombardeos han sido indiscriminados, sino que es la acción de los masivos bombardeos con misiles y las criminales bombas fragmentarias que han sembrado de minas a casi todo el territorio de la provincia de Kosovo, lo que ha conllevado al éxodo masivo de kosovares que, en estos momentos, ninguno de los países de la OTAN en Europa ni en EE.UU. quieren acoger como refugiados.
Son así los bombardeos de la OTAN y no la acción militar de las tropas serbias lo que ha hecho de Kosovo una provincia fantasma.
7mo. Por último, no se puede estudiar la situación de Los Balcanes, si se elude que esa agresión perpetrada por la OTAN y los EE.UU. contra Serbia (Yugoslavia) está reviviendo en forma inusitada el peligro real y palpable de una confrontación europea o mundial de carácter termonuclear o atómica, que acarrearía incalculables trágicas secuelas para toda la humanidad y en particular para Europa.
Es hoy más evidente que Rusia sigue siendo, como se han esmerado en destacar sus fuerzas más agresivas o militaristas, una superpotencia atómica, a pesar de su tremenda crisis económica, política y social.
Las fuerzas que, con Yeltsin a la cabeza, han estado colocadas al servicio de la estrategia norteamericana y de la OTAN, se encuentran acorralados en forma cada vez más manifiesta. El mismo Yeltsin ha expresado su preocupación de que si no se detiene la agresión contra Serbia se llegue hasta el desastre.
En verdad, con estas palabras Yeltsin está rogando que se ponga fin a la acción pues ésta sólo está favoreciendo la homogenización de los militaristas rusos en torno a la unificación eslava, sentimientos que crecen ante una eventual agresión directa.
Lo mismo queda reafirmado con la información del viernes 9 de abril de que en Rusia habían hecho un amplio despliegue de armamentos termonucleares y el gobierno ruso advertía de una posible guerra mundial.