El Cardenal propicia la masacre de la población no sólo como príncipe de la Iglesia Católica, sino como Mayor General de las FF.AA.
El cardenal López Rodríguez no perdió tiempo tras la masacre última perpetrada por la P.N. y su jefe Candelier en la cárcel de "La Victoria", diciendo que todo eso estuvo correcto y abogando para que se absolutice esa línea de acción en base a la masacre contra la ciudadanía en general. No cabe la menor duda de que al actuar en esa forma el cardenal López Rodríguez no sólo actúa como príncipe y potentado de la transnacional católica, sino como Mayor General de las FF.AA. del Estado Dominicano. Y por sobre todo, su apoyo es la más coherente continuación sostenida e ininterrumpida de la línea del Vaticano y la Iglesia Católica de todo cuanto significa muerte masiva de la población desposeída y apoyo a los dictadores y depositarios de la violencia estatal opresiva contra los ciudadanos.
Ya publicamos de boca del siniestro monseñor Pittini y rubricado (firmado) por el historiador oficial de la Iglesia Católica, Fray Cipriano de Utrera, sus vínculos con el dictador Trujillo. La población conoce los que mantiene aún con Balaguer, que ha actuado todo el tiempo en íntima comunidad con la Iglesia, siendo ésta la fuente de sus consultas para sus ejecutorias desde y fuera del Poder. Si se pondera esta relación, lo del carácter enigmático del siniestro sátrapa moribundo y cada vez más perverso quedaría total y absolutamente esclarecido, dejando en definitiva de ser un "misterio".
En realidad, Balaguer ha sido desde el tiempo de Trujillo el accesorio imprescindible del brazo secular terrorífico de la Iglesia Católica y su banda de gendarmes ensotanados.