Conmemoremos la lucha contra invasión yanqui del ’65 continuándola con más bríos ante la nueva invasión norteamericana del 1999

Nuestro país (República Dominicana) es hoy (1999) de nuevo víctima de otra intervención militar estadounidense

Miles de tropas militares yanquis han establecido base de intervención en Provincia de Monte Plata bajo el programa estratégico "Intervención Silenciosa" o "Castillo del Caribe 99"

Gobierno Leonel Fernández-Pálido corona con este paso su negra trayectoria antidominicana del boschismo y su nefasto programa de destrucción total de la República Dominicana

1ro. Es un hecho innegable que en la actualidad y ahora mismo República Dominicana está padeciendo otra nueva intervención de tropas militares yanquis con la anuencia y la gracia del gobierno títere de Leonel Fernández, así como con la complicidad directa del PRSC y del PRD en lo que a sus direcciones respecta, tal y como se ha comprobado.

Esta, lo mismo que cualquier otra intervención extranjera, no es de paz, como se ha querido meter de contrabando, sino de agresión y opresión contra la República Dominicana y el pueblo dominicano. Es con más de 5 mil soldados, tanques de guerra y todo tipo de armamento bélico. De hecho, las tropas invasoras yanquis han construido toda una base militar en Monte Plata, dato comprobable por cualquier ciudadano que lo desee con sólo coger un autobús y hacer el viaje a la citada Provincia de Monte Plata.

Para cobijar la intervención, el gobierno norteamericano y el de Leonel Fernández, secundados por los senadores del PRD, se inventaron el cuento de que eran tropas norteamericanas imperialistas que están para construir escuelas y reparar puentes y carreteras dañados hace más de 6 meses por el ciclón Georges.

Si de esto se tratara en verdad no sería necesario tan elevado número de tropas norteamericanas, pues con sólo unas decenas cuando mucho de ingenieros y técnicos yanquis se efectuarían las obras empleando, por otro lado, mano de obra criolla que, al fin y al cabo, saldría más barata que con el uso de soldados del Ejército estadounidense como operarios pues no hay que ser un experto en economía para saber que el sueldo de un soldado norteamericano es equivalente al de más de 10 obreros dominicanos no calificados. Y aquí, como se sabe, existen más de 700 mil dominicanos desempleados. De manera que es evidente que se trata no de un plan de asistencia humanitaria que como coartada han ofrecido en conjunto autoridades yanquis y el gobierno títere de Leonel Fernández, un descarado agente norteamericano, tal y como su maestro Juan Bosch.

La coartada sirve, sin embargo, para evidenciar los porqué tanto de la escandalosa indolencia del gobierno de Leonel Fernández desinformando la inminencia de aquel desastre que significó el ciclón Georges que mató más de 20 mil infelices dominicanos, cuya mayoría de víctimas ni siquiera se ocuparon de desenterrar las autoridades gubernamentales come-solos (lo que demuestra su catadura genocida), así como que ahora se pone en claro "el regalito" que la Linda Watt, "embajadora" yanqui de facto en República Dominicana, de la misma fauna aquella que la "señorita" Albright, secretaria de exterior del gobierno de Clinton, anunciaba que le haría al país antes de irse de aquí. De la "señorita" Albright se leen inscripciones en las paredes de las calles de la heroica Yugoeslavia, víctima de los bombardeos genocidas imperialistas de la OTAN, lo que convierte dicho país en centro de la resistencia mundial a la agresión imperialista, que dicen: "Señorita Albright, lo sentimos, aquí no nos gustan las lesbianas".

El gobierno de Leonel Fernández movió todos sus tentáculos sobre la prensa amarilla sobornada con sus propietarios delincuentes y con sus legiones de venales columnas de plumíferos mercenarios sobornados y convertidos en "de a tanto por línea" para que no le ofrezcan cobertura al grave acontecimiento y se empeñen en darle el carácter, cuando ya no puedan ocultar su presencia aquí, a esas tropas intervencionistas de una llamada "operación humanitaria".

Aunque el PRD se ha comportado activo y como protagonista de primer orden en su dirección para la realización del programa Intervención Silenciosa como demostramos más adelante, sin embargo el Partido Reformista y Joaquín Balaguer no dejan de ser los primeros cómplices de estas acciones contrarias a la soberanía e integridad del territorio de República Dominicana, cuya responsabilidad recae sobre todo en el gobierno del fantoche antinacional Leonel Fernández.

Balaguer, ese perverso lacayo, aun moribundo persiste en su labor de tirano antinacional, esto queda una vez más de realce.

Su orden de licenciar (botar del PRSC) a los reformistas que ocupan puestos en el gobierno hechura suya, es una medida politiquera destinada a jugar sucio con dos barajas a fin de ocultar su real postura propia de una hiena de dos patas.

Así como otra no podía ser la culminación de la actuación de las gavillas de traidores y pervertidos de toda índole creadas por Juan Bosch Gaviño; éste, como vergüenza infame para la dominicanidad y la dignidad humana criolla, no podía crear otra cosa que no fuera diametralmente contrapuesto al pueblo dominicano, cuyos hombres y mujeres hemos luchado y seguiremos luchando, sin tregua ni descanso, hasta la victoria total por la libertad y la independencia.

2do. Otro tanto cabe decirse del PRD de Peña Gómez y sus herederos, que para reconfirmar su catadura podrida, son quienes diligenciaron en forma directa la llegada y aceptación oficial de las tropas y contingentes militares norteamericanos de esta nueva intervención militar yanqui en contra de la República Dominicana.

Ramón Alburquerque, corrompido y envilecido, ha usado la Presidencia del Senado y la representación senatorial de la Provincia de Monte Plata, entre otras muchas cosas vergonzosas más, para coordinar a través de diferentes amarres la consumación de este llamado plan estratégico de Intervención Silenciosa. Ramón Alburquerque siempre ha sido un agente yanqui e informante de su Embajada desde que fuera estudiante perteneciente a la corriente socialcristiana de derecha en la UASD.

Desde antes del 27 de febrero se encontraba en estos trajines. Ya a mediados de marzo fue sorprendido en diferentes oportunidades coordinando estas fechorías antidominicanas con el viejo agente de la CIA, el rumano Sacha Volman.

Los dominicanos deben saber que este sujeto es un archirufián agente de la CIA, encargado de coordinar la entrega de fondos de esta agencia a Bosch en la Escuela de Formación Política Anticomunista de Costa Rica. Y que en su folletón "Crisis de la democracia en Santo Domingo" Bosch dijo que ese rufián Sacha Volman era al que cada joven dominicano debía tomar como el modelo a alcanzar, y no hay duda que Leonel Fernández logró esa meta fijada por Bosch, igual a como lo hiciera Peña Gómez.

Así, con Sacha Volman durante este tiempo Ramón Alburquerque ha estado en coordinación y reunión permanente junto a Hatuey Decamps y Salvador Jorge Blanco, de este último no hay ni qué hablar, por ser un tan reconocido como curtido truhán de la politiquería y el bajo mundo de la corruptela estatal y social, que ya fue condenado en una ocasión por sus robos al Estado.

La intensidad de la urdimbre ha sido tal que, en una ocasión, conllevó a una seria recaída cardíaca del nombrado agente de la CIA de nacionalidad rumana en medio de una de esas reuniones en la que estarían además, entre otros, los encargados de asuntos políticos de EE.UU. en el país, el agregado militar yanqui, así como representantes del AID, teniendo que salir los agentes "dominicanos" corriendo apresuradamente con el viejo agente de la CIA, el rumano Sacha Volman, echado al hombro para darle asistencia médica de urgencia, y evitar que se les muriera.

Más adelante ese oprobio para el Senado de la República Dominicana estuvo en Washington, y en una conferencia del Comité de Defensa Hemisférica, donde por el gobierno dominicano asistió el general Luna Paulino, ex-secretario de las FF.AA. de este gobiernucho, habría presentado un balance ufanándose de los "éxitos" y "logros" del programa de la "Invasión Silenciosa".

De ésta saldría el bufón a la vez ridículamente autoalabándose de que los presentes lo aplaudieron de pie cuando acusó directamente al general presente, ex-secretario de las FF.AA., de prestarse para pisotear la dignidad del Senado de la República y de haber rodeado la sede congresional del país.

Al parecer en Alburquerque todavía perduraba la borrachera traumática aquélla que le habría fijado con obsesión sospechosa su "afán" por arroparse con la Constitución de la República, y sólo así se explica que los presentes le secundaran sus bufonadas no por la seriedad de lo que decía, como el bufón alienado ha llegado simular creer, sino como cosas de "la Bohême" y de borrachos, pues en el cónclave lo que se ventilaba era, precisamente, la obtención de las garantías, y no otra cosa, de que el Senado de la República Dominicana, que este payaso dizque representa, sellara con su complicidad absoluta, entre lo que se destaca el silencio, la violación de su soberanía nacional, ya que la Constitución de la República, en su artículo 3, dice textualmente:

"Art. 3.- La soberanía de la Nación dominicana, como Estado libre e independiente, es inviolable. La República es y será siempre libre e independiente de todo poder extranjero. Por consiguiente, ninguno de los poderes públicos organizados por la presente Constitución podrá realizar o permitir la realización de actos que constituyan una intervención directa o indirecta en los asuntos internos o externos de la República Dominicana o una injerencia que atente contra la personalidad e integridad del Estado y de los atributos que se le reconocen y consagran en esta Constitución. El principio de la no intervención constituye una norma invariable de la política internacional dominicana". Así textualmente consigna la Constitución pisoteada y secuestrada.

3ro. Hay además, por otra parte, quienes, como es el caso de los agentes oportunistas y revisionistas (caamañistas, castristas, ex-pecedeístas, ex-catorcistas, ex-camilistas, ex-emepedeístas y fuiches en general), que siendo copartícipes, por encontrarse en el gobierno de Leonel Fernández-Pálido, de esta intervención norteamericana que es un nuevo intento (otro más) de dominación colonial total por parte del imperialismo yanqui sobre los despojos de la República Dominicana, pretenden escabullirse de su real traición simulando defender la imagen del ex-coronel de las FF.AA. Francisco Alberto Caamaño Deñó, que en 1965 participara junto al pueblo dominicano, y este y no otro sería su mérito, en contra de la intervención de aquel entonces. De aquella gesta reivindicamos hoy a las masas populares en armas pero, igual que en esos días de lucha armada, no glorificamos a verdugo "reivindicado" alguno.

Irónicamente, estos renegados, desertores y traidores hoy militando y actuando en forma impúdica bajo el signo ominoso del soborno que perciben del presente gobierno corrupto, criminal y antinacional de Leonel Fernández-Pálido, mientras hablan y hablan de hechos pasados en forma acomodaticia y convenientemente presentados y manipulados por ellos para seguir recibiendo como canallas infames una borona del festín de la corrupción actual, en tanto callan, silencian y nada hacen y ni siquiera se atreven a hablar, solamente pensando en lo que están recibiendo y por temor a perder esa "tajada", de la real intervención militar yanqui que hoy, a 34 años del 1965, de nuevo se repite contra el país. Si son anti-imperialistas y luchadores por la soberanía como quieren fingir serlo: he aquí la música, den un paso al frente ahora y dejen en su justo lugar aquel pasado, que ni siquiera honran con una evaluación popular revolucionaria, sino que manipulan para beneficio y logros espúreos y anti-nacionales.

Si en realidad y si en verdad en los cabecillas de los grupejos que se dicen ofendidos e indignados por la consigna que corearan, con evidente apoyo y autorización directa de Leonel Fernández y su gobierno, las tropas de batallones selectos de las FF.AA. el 27 de febrero, de que "En Los Montones (Caracoles) a Caamaño le majamos los cojones", esos cabecillas de esos grupejos colaboradores de este mismo gobierno pro-intervencionista dejarían de estar apoyándolo y promoviéndolo, cogiéndole dinero, y pasarían a denunciarlo y a llamar a la lucha y a la movilización contra la actual intervención norteamericana, así como en contra de los planes de destrucción del país (la nación dominicana) que han de culminar con la imposición de la fusión de República Dominicana con Haití, tal y como tienen programado, y con lo cual colaboran cínica e inescrupulosamente.

Además de que, por otro lado, dichas gentuzas, reales mercenarios oportunistas y revisionistas contrarrevolucionarios, agentes del imperialismo norteamericano, si no fueran tales energúmenos se dedicarían a rechazar y a condenar las nocivas prácticas ideológicas y políticas, así como las teorías de renegados que empujaron a ese coronel y a sus escasos seguidores a la aventura que no sólo les costara la vida, sino que le brindara la oportunidad en bandeja de plata a las reaccionarios, criminales y antinacionales FF.AA. títeres para que pudieran vociferar hoy lo de "En Los Montones (Caracoles) a Caamaño le majamos los cojones"; y que, por otra parte, con aquella aventura, el ex-coronel Caamaño le asestó un duro golpe a la lucha política y a las masas que se aprestaban a reagrupar, en esos momentos, sus fuerzas para reemprender la lucha contra la dictadura yanqui-balaguerista por la libertad, la democracia y la soberanía nacional.

Comité Político del Comité Central del Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO)

28 de Abril de 1999

Santo Domingo, R.D.