Es innegable que las causas y el motivo último que llenaron la copa del encubrimiento de las acciones de saqueo y depredación que efectúan los bandoleros que administran el Estado, sobrepasando el límite de la prudencia, dejando de paso muy maltrechas sus respectivas hipócritas imágenes de honradez, seriedad y honestidad, acuñadas a base de doble moral e hipocresía, con la complicidad y la zoquetería tanto del ex-Procurador General de la República, Mariano Germán, como de su Ayudante y supuestamente encargado especial de vigilancia y control de la corrupción gubernamental, el también peledeísta Pedro Justo Castellanos, no se resuelven con renuncia tras haberse llenado, no se sabe hasta qué punto, los bolsillos; pero de lo que sí se está seguro, como es lógico, es que estos señores, al parecer, estaban usufructuando buena parte de lo que suciamente devengaban los que estaban envueltos en forma directa en movidas de sumas millonarias de dinero.

Pero, si éste no fuera el caso en toda la extensión de la palabra, sino por lo menos parcialmente, significaría un robustecimiento directo de las evidencias de que el gobierno en todo momento ha respaldado a los acusados-implicados de actos de corrupción y, en el caso de los bonzos, prácticamente empujó a ambos, tanto al llamado Encargado del Departamento de Persecución a la Corrupción Gubernamental, que tenía rango de ayudante del Procurador General de la República, como a Mariano Germán, incumbente de la cartera, porque es claro como la luz del sol que, en lo que respecta al caso de Juan Marichal en la Secretaría de Deportes, así como también a los casos de Euclides Gutiérrez en CORDE y en los casos de enriquecimiento de allegados del Presidente de la República y familiares de éste, como su hermana, madre y padres, tanto el Procurador como su Ayudante especial se encontraron completamente inhabilitados aun para sancionar a los que se pasaran de la raya, prueba esto de que se trata de una corrupción sin frontera ni límites.

Pero, si bien de todo esto hay mucho y de sobra, no hay duda de que solamente una marcada inclinación a la complicidad del señor Pedro Justo Castellanos podía mantenerlo en ese puesto durante 3 años y cuando ya el gobierno se encuentra completamente aislado, resultando sumamente difícil que salga ganador con su candidato en las elecciones del 2000, es cuando el señor Pedro Justo Castellanos presenta la renuncia; porque solamente un ciego o un sordo no podía percatarse de que en los escándalos está envuelto el Poder Ejecutivo, con ambos incumbentes, Presidente y Vicepresidente, quienes han sido sindicados, con pelos y señales, en actos flagrantes de corrupción y enriquecimiento ilícito, como es el caso de Samaná, el de recibir prebendas a cambio de la venta de bancos y periódicos propiedad del Estado, tal es el caso de El Siglo, Bancomercio y Baninter, o sea, con el empresario bancario Báez Romano, así como también la compra de hoteles, o bien la cadena de supermercados y otras tantas cosas, como son las decenas de fincas turísticas en la zona de Sánchez y Samaná, adquiridas por el Vicepresidente de la República.

Lo de Mariano Germán y Pedro Justo Castellanos se explica más bien bajo las sabias enseñanzas de cuando "el barco se hunde y naufraga, las ratas se tiran al agua".

El escándalo de la corrupción que parece llenó la copa y que convenció a los que bien fueron denominados como los bonzos, o sea, los sacerdotes indiferentes al carnaval de la corrupción, el Procurador General de la República y su Ayudante Pedro Justo Castellanos, puesto que de no reaccionar luego les sería imposible convencer a nadie, podría ser el escándalo del desastre ocurrido en la Secretaría de Salud Pública, donde un simple arqueo de caja (auditoría) de la Cámara de Cuentas arrojó un déficit de más de 500 millones de pesos, y al menor intento de intervenir o darle curso a la investigación que se desprendía de la lógica sospecha de esos resultados del arqueo en cuestión, para que el caso fuera investigado (puesto que en primera fase se trató de un simple arqueo de caja por parte de una comisión de la Cámara de Cuentas), el señor Pedro Justo Castellanos y su superior inmediato, Mariano Germán, tuvieron que renunciar ante la protección que recibiera apabullantemente del Ejecutivo Tatica la Mocanita (Altagracia Guzmán).

Mariano Germán y Pedro Justo Castellanos se retiraron a "sus" vidas "privadas" y "familiares" envueltos en oprobio y arrastrando su complicidad todo como gloria, así como el derecho a enfriarse para el disfrute a patas sueltas de los tesoros acumulados en tanto bajan los niveles de las aguas borrascosas de los escándalos de la corrupción.

Es importante destacar que, en esa acción, tanto de Pedro Justo Castellanos como de Mariano Germán, no puede contar el factor dignidad ni la moralidad por parte de estos ex-funcionarios y dirigentes ambos del Partido de la Liberación Dominicana, puesto que ambos estaban bien conscientes y gozosos de lo que sucedía y sigue sucediendo. En lo que respecta a Pedro Justo Castellanos, es notorio que luego de regresar de una conferencia en el llamado Cono Sur de Sudamérica, declarara de manera descarada a través de la prensa amarilla (véase letrina Hoy), la imposibilidad de combatir la corrupción en el gobierno actual, puesto que la raíz del asunto radica en que "todo el pueblo dominicano es corrupto y está envuelto en la corrupción".

Adhiriéndose a esa sucia y rastrera filosofía propia de rufianes con estas declaraciones el bonzo Pedro Justo Castellanos le venía a hacer el coro al tránsfuga Miguel Guerrero, que como siempre desde sus años de juventud y como periodista mercenario y venal ha vendido sus servicios como lo hizo al usurero y estafador dueño, por medios nada claros y sí suficientemente sospechosos, Gómez Díaz, del canal 5, para de ahí irradiar su condición de penny-a-liner en todas las esferas de la actividad.

Resulta que Miguel Guerrero, que ocupó inicialmente el puesto de Encargado de Prensa del actual gobierno, se caracterizó por justificar todos los hechos de corrupción que ya venían diseñándose e implementándose desde el mismo 16 de agosto del año 1996.

Ese mismo Miguel Guerrero fue el creador y autor de la expresión que repitiera textualmente Pedro Castellanos al regresar de la conferencia de marras, donde se ventiló la cuestión de la corrupción en los gobiernos de América Latina.

Y arregló su mundo ingeniándoselas para dejar el puesto de Encargado de Prensa del Palacio Nacional, entendiendo que dado el ambiente generalizado de corrupción palaciego-gubernamental reinstaurado, él podía sacar mayores dividendos del ejercicio de la misma colocado en el canal 5 y en el 37, lo mismo que publicando en la prensa amarilla escrita a tanto por línea, es decir, que teniendo él las manos sueltas le sería más jugosa y rentable esa gran empresa sin chimenea que es la corrupción oficial.

Miguel Guerrero es un tránsfuga fabricado en esa máquina de traidores que fue el disuelto partido capitulacionista dominicano pcd, de Narciso Isa Conde y José Israel Cuello. Como renegado revisionista, siempre estuvo en contubernio con los círculos más oscuros del espionaje norteamericano.

Luego de cansarse de actuar como mercenario, junto al desaparecido Orlando Martínez, Carlos Dore, Pepe Rivas, Dorín Cabrera y una recua de perversos y canallas de su misma catadura de inservibles oportunistas (revisionistas, agentes dobles), mercenarios, pretendidos escritorzuelos, en realidad auténticos gamberros perfectamente definidos con la expresión penny-a-liner, cagatintas de a tanto por línea, pasó a servir a los servicios de inteligencia norteamericana CIA, lo cual incluso fue denunciado directamente por el fundador del mismo PLD, el archi traidor Juan Bosch y Gaviño, en los años 1971-1974.

Miguel Guerrero es una persona de muy pocos escrúpulos, su personalidad estila la ausencia total de éstos; totalmente carente de cualidades morales, vanidoso y disoluto, caracterizado por siempre gastar 3 veces cuando menos el valor de sus ingresos por cada semana, cada quincena, o cada mes de trabajo limpio, por lo cual se le tiene, dentro de los círculos en que se cimbrea, como una persona que está compelida, ipso facto y por obligación, a estar en el mercado y presto a hacer todo tipo de actos fuera de toda consideración de índole moral, así como de mantener una actuación fuera de todo marco de discreción, respeto y dignidad.

Muchas razones le sobraban a Miguel Guerrero para acuñar la famosa tesis con la que se estimulaba y se le daba luz verde a la corrupción galopante que hoy envuelve a todo el gobierno, favoreciendo una atmósfera en que lo de Mariano Germán y Pedro Justo Castellanos fuera cosa común y corriente.

Y es lógico que si el señorito bonzo Pedro Justo Castellanos suscribía la fórmula cómplice y venal de Miguel Guerrero, era porque con ello quería comunicarles a todos los demás funcionarios, que él, más que su vigilante y posible persecutor, era su potencial aliado y seguro amigo, y que por ello repetía, suscribiendo, la nefasta tesis guerrerista.

Queremos subrayar que la defensa que hace poco escribiera ese tránsfuga inmoral, llamado Miguel Guerrero, de la Piki Lora, obedece a una pluma mercenaria y venal de a tanto por línea. Pero como la mierda mientras más se bate más hiede, debemos destacar que la Piki Lora carecía de todas las supuestas cualidades virtuosas que le atribuye Miguel Guerrero y hasta llegamos a creer que lo hace precisamente con fines de provocación para que sigamos exponiendo el saco de pestilencia que en realidad personificó en vida la tal Piki Lora. Ella nunca tuvo que simularse borracha, pues desde el 1962 hasta la fecha de su muerte jamás se desprendió de la botella. Tampoco tenía que simular prostituta, pues la Piki desde su época de fragüera se destacó por ser en extremo generosa, que sólo corresponde igualarla a Marcia, aquélla que tanto amó, y que encumbrara al esclavo Calixto a ser el primer Obispo de Roma. No es verdad que fuera escogida por el Buró Militar del 14 de Junio ni mucho menos por Manolo Tavárez para labores de creación de bases de apoyo en Jarabacoa con vista al plan insurgente.

La Piki Lora, se encontraba inmersa en aquel período en un profundo proceso de degradación, dada a la bebida, a la fumadera y a las diversiones calientes con los faranduleros del músico que era su "novio" con el que después del ’65 se casara. Ya como parte de la bohemia, se enchuló con Polo Rodríguez que, como aventurero nihilista afín al héroe sartreano, es decir, existencialista, no tenía reparo ni exigía prendas ni cualidades para "resolver".

Es este entorno y sus prácticas lumperiles lo que, como una acción propia de una braguetera, más que por convicciones "revolucionarias", hacen aparecer a la Piki Lora en el Frente que trató de comandar Hipólito Rodríguez Sánchez, quien carecía no sólo de equilibrio y ecuanimidad, propios de la conciencia revolucionaria verdadera, sino que carecía de las condiciones físicas para encabezar, iniciando, una acción de la envergadura que proyectaba ser y es, necesariamente, todo foco guerrillero. Particularmente, en sus inicios o primera fase.

Si algo tiene de veracidad lo dicho por el penny-a-liner Miguel Guerrero al respecto, como todo un escritorzuelo rosa para la prensa amarilla, es que la Piki Lora en un momento dado "simuló ser maestra de escuela". Esto sí tiene visus de estar apegado a la realidad. Para parecer tal cosa necesariamente la Piki Lora tenía que actuar.

Todo lo que escriba y publique un cagatinta de la estirpe de Miguel Guerrero, está salpicado con la infamia del mercenarismo y de la venta de a tanto por línea.

Son éstas las razones que han determinado el descalabro total y completo de esta desgraciada experiencia gubernamental de que ha sido víctima el inocente e ingenuo pueblo dominicano.

Pero, no hay duda de que ningún pueblo aprende por cabeza ajena. Todo pueblo aprende por su propia experiencia, y son los tropezones los que hacen a los pueblos acumular la suficiente experiencia para levantar los pies.