La realidad indica que dicho proceso adverso para él y su gobierno se ha tornado prácticamente irreversible, y que únicamente le queda jugarse el todo por el todo y encomendar su suerte al incierto destino.

Recordemos que tan sólo al cumplirse los 100 primeros días de gobierno publicamos en este mismo periódico y en esta misma primera página un hecho insólito y descomunal, y lo hacíamos pidiendo, con toda altura y moderación, sin dobleces ni zalamerías, una explicación o aclaración por parte del señor Leonel Fernández respecto a las tres residencias en una que le habían sido obsequiadas, en la zona de los Altos del Piantini, como comisión por la venta a Baninter del Banco del Comercio y del periódico El Siglo en apenas el 10% de su valor, es decir, a precio de vaca muerta.

Con croquis, explicación, flechas y números de las residencias hicimos la publicación. Hasta la fecha no recibimos ningún tipo de respuesta. Y entendimos que en tales casos el silencio es en exceso elocuente.

Esto marcó nuestro convencimiento definitivo de que el grupo que había arribado al Poder, encabezado por Leonel Fernández, estaba decidido a robar y depredar al Estado en aras del enriquecimiento personal y del grupo (PLD) político que es el del gobierno.

Lo de los padres del señor Presidente en las diferentes esferas de actuación ha sido escandaloso. De sus íntimos y familiares es sencillamente horroroso.

Lo del túnel de la 27, donde el señor Reginald García y la Constructora Modesto, asociados con el gobierno y sus personajes, se han burlado en grande de este país y de su pueblo, merece ser escrito en letra de molde con rebordes luminosos y colocarse en lo más alto del obelisco macho para que todas las generaciones futuras lo tengan presente y no lo olviden jamás.

Lo del Vice, lo de Marichal y sus más de 300 millones en la Secretaría de Deportes (SEDEFIR), lo de su hermana Sonia, sus hoteles, la asociación del Presidente con el croata Krasimir Kovko, esposo de su secretaria y traductora personal, para grandes inversiones y hoteles en Samaná, lo de Diandañino Peña, lo de las ventas de las empresas del Estado, lo de Dañino Medina, lo del ciclón Georges, lo de los préstamos, los atentados contra la supervivencia del Estado dominicano, lo de sus derroches en los viajes de placer encubiertos bajo los ribetes de reuniones internacionales, lo de la compra de los helicópteros a Francia vía Brasil, lo de los grado a grado, lo de las remodelaciones, como por ejemplo, la de La Maternidad, el Padre Billini, las de las escuelas, avenidas y carreteras, lo de los comedores económicos, etc., etc., etc., es demasiado largo y voluminoso el expediente para que los delitos que componen su sustancia hayan sido cometidos o hechos sin dejar un cabo suelto.

Así las cosas, se ve claro que el asunto de la corrupción administrativa en el Estado y su ejemplar castigo en este caso quedaría resuelto y sentado un verdadero precedente con un poco, un mínimo nada más si se quiere, de voluntad y decisión políticas para llevarlo a cabo.

Y cuánto lo necesitan como una reconfortante dosis de reingeniería moralizante este país y este pueblo para que vuelvan a empezar a encontrarse a sí mismos.

Salvador Jorge Blanco fue encarcelado por Balaguer.

El PRD, con Hipólito Mejía, puede ganar, pero si no dispone el proceso de acusación formal y de encarcelamiento de Leonel Fernández y su gobierno, ahí mismo se cagó fuera del cajón.

Si por uno de esos accidentes imprevistos de la historia en estos países donde prima lo casual como pareja de la espontaneidad caótica, resultara ganador el PRSC con Balaguer que, al parecer, será, aun con un pie en una caja de muerto, su candidato, estamos convencidos de que no llega a introducir el otro pie en la caja que lo llevará al campo del Cristo Redentor sin antes meter preso a Leonel Fernández, igualándose así a Vulcano, que hacía a sus hijos de noche y al amanecer se los comía.

Al llevarlo a la cárcel cerraría la historia del siglo XX para el país y su biografía diciendo: los partidos opositores a mis gobiernos y sus líderes eran más ladrones y corruptos que yo, pues tuve que meter preso a Salvador Jorge Blanco del PRD y a Leonel Fernández del PLD.

Pero como se puede ver, la cuestión del encarcelamiento y condena judicial de Leonel Fernández y su gobierno se resuelve otra vez sólo con voluntad política y disposición de ánimo.