Se pasó del socialcristianismo pistolero recalcitrante archirreaccionario a formar banda de atracadores con castro-guevaristas aventureros de índole caamañista, por supuesto, a todos los que también al final robó el monto total acumulado con los atracos. Esto puede comprobarse en la letrina Listín Diario del domingo 13 de febrero, Pág. 12A de la sección La República, con sus propias palabras.

Por complicidad expresa de la periodista amarilla que es parte de la componenda, Ana Mitila Lora, sólo se aclara que el robo del Royal Bank, por el que dieron muerte al grupo de elementos dedicados a las mismas actividades delictivas bajo el ropaje de actos revolucionarios (¿o robolucionarios?) que encabezara el aventurero mercenarito oportunista Amaury Germán Aristy, fue cometido entre ambos como parte de los planes de acción de Caamaño (Román), pero a Cocco(rleone) nada le terminó sucediendo. La confesión de Cocco(rleone) les ha dolido sobremanera a los que, como el oportunista Chaljub, quieren vivir ocultando su real catadura definida por lo que en realidad se dedican a hacer en la práctica presentándolo como su "política".

Del robo de la Fargo en Puerto Rico, por lo que fueron apresados los Wellington Peterson, Tavárez Villa y demás lacras que han ensuciado con infamias, lodo y descrédito la lucha revolucionaria del pueblo dominicano, por mutuo acuerdo entre las partes (entrevistadora y entrevistados) directamente no se menciona, pero queda envuelto en la expresión "tanto el del Royal Bank como otros muchos más fueron perpetrados por nosotros", confesaron esos cuatreros bandoleros disfrazados de "revolucionarios" en la entrevista de marras publicada el 13 de febrero.

Esto fue el resultado de un acuerdo previo, ya que de haberse admitido lo de la Fargo (el asalto en el que participaron por los caamañistas Wellington Peterson, Tavárez Villa y otros), y que era por lo que estaban presos en Puerto Rico, de cuyas cárceles escaparon los rufianes y canallas mencionados, no sólo quedaría admitido que nuestro partido, PACOREDO, no mentía, no calumniaba ni delataba cuando reclamaba que si el gobierno de Leonel Fernández-Pálido estaba extraditando hacia los EE.UU. a dominicanos acusados por ese país de delincuentes por robo, crímenes, etc., ¿por qué no les echaba mano a estos bandoleros y a su imprenta "Alfa y Omega", que era fruto de esas actividades delictivas hasta con carácter regional, y se los enviaba amarrados y empaquetados hacia EE.UU. o Puerto Rico para que purgaran condena allí?

Y, en efecto, Ana Mitila Lora, como toda una veraz periodista "penny a liner" (de a tanto por línea), por complicidad expresa, le da de lado al asunto, pues obviamente esa solicitud de extradición está pendiente, habidas cuentas de que para el FBI y el Departamento de Justicia norteamericano no perime el tiempo para el apresamiento, enjuiciamiento y condena por delitos de esta naturaleza, máxime cuando es conocido que su escapada o fuga del recinto carcelario en que estaban recluidos en Puerto Rico fue en complicidad con el narcotráfico, por lo que Cocco(rleone), junto a Max Puig, hubieron de devolver una porción de la tajada que les tocó del monto del asalto, y que dicha parte devuelta volvió a la contraparte puertorriqueña para el pago a los que, como asunto de negocio, arreglaron la escapada.

Pero no sólo se trata de que Cocco(rleone) y sus gentuzas se dedicaron, juntos, o cada uno por su lado, con emepedeístas, peñagomistas, pecedeístas, patradistas y demás, a promover actividades de ese tipo en todos los sitios, sino que era con esas actividades distraccionistas, concebidas y practicadas como parte de planes dictados (trazados) por los EE.UU. y sus estrategas, que los cuerpos represivos y de ideólogos de la contrarrevolución los usaban como coartadas para justificar, por una parte, sus propias actividades criminales represivas de cercenamiento de las libertades públicas, desconocimiento de los derechos humanos y coerción violenta masiva contra el movimiento reivindicativo de las masas a fin de que éstas no se pudieran organizar, desarrollar, educar ni movilizar políticamente hasta adquirir conciencia de la necesidad de derrotar la dictadura yanqui-balaguerista de los 12 años, a la vez que, ya colocado el movimiento revolucionario en ese despeñadero resbaladizo, la corrupción y desmoralización en las filas de militantes y simpatizantes del proceso revolucionario y el socialismo sería (como lo fue) un mal en crecimiento y desarrollo que concluiría, tarde o temprano, por desarticularlo todo e incluso convirtiendo a gran parte de esos revolucionarios en desertores, colaboradores y agentes de la contrarrevolución, tal y como exactamente ha ocurrido. Lo de la Banda Anticomunista, Terrorista y Reformista que lidereara Ramón Pérez Martínez (Macorís) es un ejemplo concreto.

Esto constituye una palpable y contundente demostración de que, efectivamente, el oportunismo (revisionismo), infiltrado como contracorriente en el seno del movimiento revolucionario y popular, conlleva al fracaso y a la traición práctica y que, consciente de esto, la reacción lo apadrina y lo estimula.

Los organismos de la contrainsurgencia y los estrategas de la contrarrevolución siempre han concebido, diseñado, promovido medios y mecanismos, entre sus planes, que terminen por aniquilar, espiritual y moralmente, a los revolucionarios, y llevan a cabo sus programas, como se ha comprobado y resulta conocido, de manera persistente y derrochando cuantiosos e inestimables recursos.

La prostitución, la farándula, el menosprecio de la cultura, el favorecimiento del bombardeo ideológico con medios alienantes como la religión, los estupefacientes (marihuana, cocaína, crack, heroína, alcohol, cerveza, ron y cigarrillo, etc.) o bien la homosexualidad y el lesbianismo, son de los tantos factores conocidos y que el imperialismo y la reacción criolla han desplegado en República Dominicana con fines contrarrevolucionarios y en favor de la perpetuación de la opresión y la explotación.

Poner a jóvenes de apenas sentimientos e ímpetus revolucionarios, pero húerfanos de toda formación teórica e ideológica revolucionaria en el socialismo científico (comunismo), a llevar a cabo cualquier tipo de actividades delictivas, so pretexto de hacer la revolución, cuando ni siquiera se está en curso de una insurrección real, es simple y llanamente actuar conforme los planes, órdenes y programas de la contrarrevolución y sus estrategas.

En la culminación de la entrevista Cocco(rleone) llega al extremo, y es necesario subrayarlo, de la desfachatez