Hay un pasaje de la historia de la Iglesia Católica que retrata de pies a cabeza al lado de quiénes y con qué fines ha actuado la sucursal de la gran ramera en el país.

Según relato del ingeniero Tancredo Aybar Castellanos, su tío, el Padre Castellanos, que ostentaba en los hechos la representación de la Iglesia Católica en el país, se tuvo que ir a principios de la década del ’30 a bautizar, confirmar y a casar y dar misas hacia la zona de Pedro Brand para poder cubrir los gastos de esa institución. Esto, según ha dicho aquel señor "le aceleró la muerte a mi tío".

Pero ya cuando muere Trujillo, la Iglesia Católica es la institución "no" estatal más rica y poderosa del país. A la fecha actual, ¿quién le iguala en riqueza y Poder? Tanto su riqueza como su Poder son directamente proporcionales a la miseria y pobreza del pueblo dominicano y a la ausencia de Poder y al desamparo para ejercer sus derechos que caracteriza la condición del pueblo.