Llamadas
distribuidoras de electricidad son reales sanguijuelas Resulta
que como las llamadas distribuidoras de electricidad son reales
sanguijuelas para las industrias, la asociación de éstas, es decir, la
Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) efectuó un
estudio pormenorizado del negocio en cuestión, y de este estudio han
resultado datos escalofriantes que muestran la forma desaforada y
exagerada en que las llamadas distribuidoras esquilman al Estado, a los
industriales y, en particular, a los usuarios, o sea, a la ciudadanía que
usa electricidad en sus hogares. La
Ley de Electricidad le otorga a los industriales el derecho a comprar
directamente electricidad a las plantas productoras, pero esos
industriales tendrían que sobrepagar a las distribuidoras el 85% del
dinero que logren ahorrarse por comprar energía eléctrica directamente a
esas plantas productoras de energía y no a las distribuidoras. Este es un
lío que deben resolver los industriales y las distribuidoras que los
estafan. Ellos son blancos y se entienden. Además,
ellos, junto a la Iglesia Católica, los terratenientes y el generalato
bajo el mando de los EE.UU. son los dueños del Estado actual. Ahora
bien, el caso que afecta a la población debe ser encarado pro las masas
mismas que componen esa población. Las
distribuidoras venden al consumidor hogareño de energía eléctrica (luz)
ganándose, óigase bien, el 174% de lo que a ellas (a las distribuidoras)
les cuesta. Y
como esta cuota de ganancia la obtienen las distribuidoras con los
clientes que consumen más de 300 kw/hora al mes, ellas programan para
castigar con toda intensidad de apagones a los barrios pobres, puesto que
en estos los usuarios consumen mes por mes menos de 300 kw/hora y en estos
casos la cuota de ganancia de las sanguijuelas llamadas
distribuidoras es de 53%. La
ciudadanía debe saber que esos capitales que llegan al país, si operaran
como inversión en sus países nativos, como por ejemplo en España, que
es a donde pertenece Fenosa, su cuota de ganancia a duras penas y bien
“peliao” alcanzaría un nivel de un 15% o cuando mucho un 22% de cuota
de ganancia. Así,
el hogar más pobre del país le deja la misma cuota o porcentaje de
ganancia que le dejan los más ricos de sus países. Este
es el gran amor que sienten por los negritos come coco de nuestro país. Pero
esta monstruosidad que se comete contra la economía y el bienestar de las
masas dominicanas por parte de esos monopolios extranjeros, sólo es
posible con la anuencia, el entreguismo y la vagabundería de los partidos
del sistema. Estos
son los aspectos que la población debe conocer de lo que hacen el PLD, el
PRD y el PRSC. Ni a Balaguer, ni a Peña Gómez, ni al architraidor Bosch
nunca les importó la real suerte ni la verdadera situación del pueblo
dominicano. |