¿Dónde
está la dignidad del llamado Presidente de los dominicanos? Cuando
hace poco llegó al país el candidato electo como nuevo alcalde de la
ciudad de New York, puso énfasis en garantizar a los familiares de los
centenares de dominicanos muertos en el trágico acontecimiento, no
aclarado aún, de la caída del vuelo 587 de American Airlines. Decía
Blomberg que es el nombre del que será, ya electo, alcalde de New York,
que una de sus primeras y más importantes medidas sería ordenar una
verdadera investigación de las causas de ese hecho trágico. Es
chocante, así como de gran contraste, esta actitud responsable de mister
Blomberg con la del presidente del Poder Ejecutivo criollo el périto agrónomo
Hipólito Mejía, al igual que los cabecillas y componentes tanto de las cámaras
legislativas como del Poder Judicial, que no les importa ni les interesa
que se esclarezcan las causas de este hecho trágico. Se
destaca por carecer de dignidad la incalificable postura del perito agrónomo
Hipólito Mejía. Pero
no son menos significativas, por rastreras, las posiciones de Andrés
Bautista, presidente del Senado; de la tristemente célebre Lila
Alburquerque, incumbente de la Cámara de Diputados; la del mismo
presidente de la Suprema Corte, Jorge Subero Isa. El silencio,
la indiferencia o si no la hipócrita postura que los muestra
simulando una contignación que en realidad no poseen, es todo lo que han
hecho. Pero en quien mas se destaca y causa mayor repudio, pues llego
hasta el escándalo, es la forma pusilánime con que Hipólito Mejía,
rehuye SOLICITAR que el caso sea esclarecido por las autoridades
norteamericanas. Lo
de Hipólito Mejía, en asuntos que conciernen a la defensa de los
dominicanos y de la dominicanidad es, digámoslo, asqueante y vergonzoso!! La
genuflexión de Hipólito Mejía ante los grupos económicos extranjeros y
su poder político nos da la sensación de que pasa directamente al
terreno de lo patológico, y podría ser cierto lo afirmado por un irónico
comentarista que ha dicho: Es que Hipólito Mejía no es calvo por
naturaleza, sino que se ha convertido en calvo debido a que desde su
primerísima adolescencia se ha caracterizado por su genuflexión. Y de
tantas y tantas veces arrodillarse y dar con la frente en al suelo, rindiéndole
plegarias a los de arriba, ya hasta lo hace con el techo de su cabeza. De
ahí que su calvicie le abarque la casi a totalidad del coco donde debería
llevar la cabeza. |