Iglesia Católica sigue insaciable extrayendo la sangre del pueblo dominicano apadrinada por Hipólito Mejía

 

Hipólito Mejía, hace pocos días anunció que el Estado Dominicano le donaría a la Iglesia Católica, vía el Colegio Loyola, la friolera de 150 millones de pesos para ampliación y remodelación de sus instalaciones, a la vez que le llevaría a casi 100 millones los donativos que para el mantenimiento de ese negocio de los curas jesuitas hace el Estado año tras año.

 

Cada día, a cada hora, se comprueba, bajo todas las formas, que la Iglesia Católica es un parásito insaciable, una mega sanguijuela que se chupa en forma voraz la sangre y los cuartos del pueblo dominicano, en tanto éste sufre miseria y privaciones al por mayor y al detalle.

 

Para garantizar la permanencia de esta desgraciada y azarosa situación fue que se establecieron el Concordato (1954), el Vicariato Castrense (1958) y el Patronato Nacional San Rafael (1958).

 

En tanto la educación pública es escandalosamente desatendida, olvidada y saboteada por gobernantes tipo Hipólito Mejía, estos mismos sujetos no tienen escrúpulos en entregar fuera de control cantidades descomunales de los fondos públicos a ese parásito oscurantista que es la Iglesia Católica.