El
Presidente de este país le ganó a todos los demás como el más
dependiente en la bolita del mund Hay
un aspecto del fatídico accidente de aviación ocurrido en la ciudad de
Nueva York, estado del país llamado Estados Unidos de Norteamérica, que
la prensa venal y corrupta no ha querido
mencionar y que mÁs bien le ha dado lado. Este aspecto es que el
flamante Presidente del Poder Ejecutivo, el perito agrónomo Hipólito Mejía,
se ha metido la lengua no por donde y no ha solicitado, no ha pedido, ni
ha reclamado que de parte de las autoridades norteamericanas, en especial
las gubernamentales de ese poderosísimo país, efectúen una minuciosa,
pormenorizada, creíble y veraz investigación en torno a las causas
reales de ese lamentable hecho de tantas muertes. Quizás
Hipólito Mejía, por esta postura digamos, para decirlo con palabritas
endulcoradas, se haya ganado un lugar en el almanaque Guinnes en el que se
recogen las hechos mas insólitos y los records universales, como el
“Presidente” más dependiente que otro en toda la bolita del mundo y
en todas las épocas conocidas. Siquiera
por guardar las apariencias, cuando el Presidente, aún sea títere o
lacayo descarado de una superpotencia, se ve en la situación de que un
suceso acaecido en el territorio de la superpotencia, como el fatal caso
donde murieron más de 200, entiéndase bien, mas de dos centenares de los
ciudadanos que dice gobernar Hipólito Mejía, el Presidente, por dignidad
ante los suyos, debió solicitar ante todo, que se esclarezcan las causas
reales del hecho. Y aún todavía no lo hace, y si lo dejan, tampoco lo
hará. Pero
si estudiamos los pasos dados por el gobierno en la persona de su
Presidente Hipólito Mejía, nos daremos cuenta de que éste ha actuado
como todo un vasallo genuflexo que no quiere irritar a sus amos. Se limitó
a dar el pésame a los familiares de las victimas; a crear una comisión
que se trasladara al aeropuerto Las Américas, y, él por su parte, se fue
corriendo a los Estados Unidos a recibir ordenes a asumir para causarle el
mayor agrado a sus amos del Norte brutal y revuelto. Mas
aún, ha sido realmente condenable que Hipólito Mejía solo le haya
puesto atención a que con los dólares que se liberen por los muertos, va
a darle un airecito a la alicaída economía nativa, aumentando el
circulante, etc. Gobernantes
que se comportan en esta forma son los mismos que luego los encontramos
hablando vulgarmente en contra de los materialistas, y además pregonándose
creyentes en eso de dios, así como en el cristo inventado por el
delincuente Pablo de tarso, alrededor de cuyo mito éste creó lo que se
llama cristianismo y los curas y reyes por su parte, han creado esa
transnacional católica, apostólica, romana y cristiana. Los
familiares de las victimas deben demandar de Hipólito Mejía que reclame
al gobierno de los Estado Unidos una investigación seria y veraz del
hecho, que los dominicanos muertos allí, eran seres humanos y no objetos
insensibles ni muchos sacos de Furadán con los que Hipólito Mejía ha
aniquilado la ecología de la tierra dominicana. |