Salazar
a nombre pct reafirma su condición de lacayo abyecto, asume postura de
renegado confeso
Del
llamado Manuel Salazar, discípulo del degenerado oportunista Rafael
Chaljub Mejía y como tal, el heredero de todas las vagabunderías y
rufianerías de este incalificable sujeto, no se podía esperar otra cosa
que no fuera su testimonio inequívoco que ratifica y reafirma su condición
de anticomunista recalcitrante de vieja data emepedeísta, lo que quedó
consagrado con sus sinceras declaraciones ofrecidas en un programa que
realiza ese saco de inmundicia que se llama Mario Emilio Pérez, el marido
de la inclasificable Ivelisse Prats Ramírez. Salazar,
que es un alcohólico y vago contumaz, cuya enemistad con el esfuerzo
laborioso tiene el carácter de tara ancestral de carácter cuasi
religioso (antes de que este fruto de mi vientre baje el lomo, prefiero
que muera, juró su madre, según se dice, al momento de parirlo), afirmó
que el gran error y factor determinante del ex campo socialista, radicó
en la instauración de la dictadura del proletariado y en la expropiación
de los capitalistas y todos los explotadores. Según
ese imbécil oportunista con el traje de renegado hecho a su medida, la
alternativa es no atentar ni contra el explotador y opresor; no tocar las
empresas de los capitalistas, terratenientes y los opresores, sino
llamarlos y convencerlos de que compartan sus bienes y poder con los
obreros, campesinos, trabajadores y todos los oprimidos y explotados. Así,
dijo: (citamos) “el estatismo que preconizaron los regímenes comunistas
de la Unión Soviética y Europa del Este fue una de las causas de su caída”
(Letrina amarilla-vocero de las ejecuciones policiales “El Nacional”,
Pág. 17 del viernes 19 de octubre del 2001). Precisamente,
empezando por abjurar de la tesis marxista-leninista del Estado (a la que
llama cobardemente dizque “estatismo”) termina por el endiosamiento de
los funestos partidos del sistema (PRD, PRSC y PLD) a los que declara
eternos e invencibles por todo el dinero robado y almacenado a costa de la
corrupción y su papel de agentes inescrupulosos de los monopolios y los
centros financieros internacionales, abjura de la brega por derrotar la
hegemonía de los partidos reaccionarios y socialreformistas sobre las
masas, reafirmando su condición de lacayo sumiso de la burguesía. Salazar,
bajo los efectos inexorables y asinceradores del alcohol, que ahora
ingiere sin control, dado los 3 millones robados por su guarida partido
contra el trabajo (pct) y el Miuca a la JCE y al Estado Dominicano, no
pudo controlarse y soltó, junto al vaho a romo trasnochado (citamos):
“es difícil para las izquierdas romper la hegemonía electoral
de los tres partidos mayoritarios, porque a su paso por el poder han
conseguido enormes recursos, lo que dijo les permite mantener a miles de
sus miembros en permanente campaña proselitista”. Ninguno de los falsos criterios con que pretende Salazar y sus secuaces oportunistas sustentar ese contrabando de venenoso contenido contrarrevolucionario tienen que ver con los criterios, puntos de vista ni prácticas revolucionarias marxista-leninistas. Su postura es la renuncia formal a la lucha por la hegemonía. Lenin ha establecido que renunciar a la lucha por la hegemonía es el peor de los reformismos. Pero Salazar y sus secuaces oportunistas del pct, con sus falacias derrotistas, sólo buscan presentar como omnipotente e invencible el Poder de los partidos del sistema (PRD, PRSC y PLD), en un vano y evidente esfuerzo suyo por desmoralizar a los verdaderos socialistas y revolucionarios. |