El derrumbe total del sector salud puede ser un parámetro objetivo del significado fatal del capitalismo para la población trabajadora dominicana

 

El gobierno PRD y de Hipólito Mejía hunde definitivamente el sector hospitales públicos. La asistencia médica gratuita para los pobres ha sido sepultada. Las consultas gratis así como las posibilidades para una gente del pueblo hasta de lograr un internamiento para casos de emergencias han desaparecido.

Rodríguez Soldevilla, dirigente perredé, incumbente de la Secretaría de Salud, actúa como todo un desalmado que sólo busca, como buen peñagomista, obtener millonadas de pesos como ganancias ilícitas y fruto de la corrupción, en forma bestial y deshumanizada. Pero, además de todo esto, el tal Rodríguez Soldevilla, un medicucho un poco menos que mediocre desde el punto de vista científico, inmoral desde el punto de vista social y politiquero barato de cuerpo y alma, que sólo ha sabido, junto al tal García Ramírez, otro pájaro de muchas cuentas pendientes con la historia, contrabandear y especular con la lucha y los padecimientos del pueblo para el  fortalecimiento de su peculio personal en numerario de dinero.

Ahora, con la funesta ley neoliberal de genocidio de la salud o aplicación de la ley maltusiana de la eutanasia con carácter social o masivo, Rodríguez Soldevilla ha estado preocupado en cómo saquear la Secretaría de Salud para dizque financiar su supuesto proyecto presidencial.

Este sujeto, cuyos ancestros vienen de San Juan de la Maguna, sabe mejor que nadie, que eso de su proyecto presidencial suyo no es más que una burda coartada o engañifa suya para justificar su agonía permanente por tener acceso al dinero.

Una característica muy peculiar de Rodríguez Soldevilla es que no tiene el menor escrúpulo en burlarse cínica y cobardemente de los sufrimientos y la galopante miseria que acarrea el neoliberalismo que aplica su partido y su gobierno, contra el pueblo.

Así, ante el hecho de que los hospitales públicos se han reducido a lugar de peaje de enfermos bajo su desgraciada y azarosa gestión, en forma peor aún más precipitada que en la pasada del PLD, lo que es ciertamente demasiado que decir y, a consecuencia de eso, la población ha pegado el grito de protesta hasta desgañitarse, el inescrupuloso y huérfano de eso que se llama pudor, Rodríguez Soldevilla, ha rebuznado que todo eso es el resultado de la concurrencia masiva de la gente a los hospitales públicos, debido a la fama de los buenos y eficientes servicios médicos que ahora se ofrecen en sus hospitales públicos.

Para atreverse a decir tal cosa, hay que carecer del mínimo escrúpulo, y eso, sólo es posible encontrar quien lo haga en forma plácida en un gobierno del PRD e Hipólito Mejía.

La población dominicana debe saber que estos hospitales públicos están siendo ofertados por el gobierno y su Secretario de Salud en venta para ser privatizados.

Lo que de ahí se puede desprender no es más que una descomunal catástrofe de alcances nunca vistos en la historia del desastre del país. Piénsese en lo azaroso que ha resultado para el pueblo la privatización de la energía eléctrica, y de ahí, que el ciudadano se imagina el resto del desastre.

Ya  volveremos sobre el asunto en una próxima y segura ocasión. Pero ahora queremos entrar a exponer las cuestión del próximo naufragio de la misma AMD, sus causas y las consecuencias desastrosas inevitables de ello.