Sólo
el bonapartismo teocrático católico-cristiano imperante explica los
antros de injusticia llamados Tribunales Policiales
Hemos
venido insistiendo en que el Estado Dominicano es en realidad un obsoleto
estado bonapartista, y además de bonapartista, un Estado teocrático,
rasgo éste que se solidifica, haciéndolo más reaccionario tanto con el
Concordato (1954) como con el Vicariato Castrense (1958). El
caso de los tribunales policiales es una prueba evidente y definitiva de
que en realidad el Estado Dominicano es una engañifa o una coartada para
que sectores cavernícolas, que ostentan rangos militares o policiales,
hagan y deshagan por encima y de espaldas a la Constitución y a las
leyes, que se dice imperan. Los
tribunales policiales no están contemplados en la Ley Judicial de este país
ni en la Constitución. Sólo
la Suprema Corte de Justicia está facultada para nombrar jueces, y junto
a los Tribunales civiles, impartir justicia. Sin
embargo, ¿cómo se explica y por qué razón existe un llamado tribunal
policial que se encarga de, supuestamente juzgar, en cuatro paredes, a los
agentes policiales involucrados en asesinatos y en violación flagrante de
la Constitución y las leyes? Se
explica este fenómeno por el hecho concreto de que, efectivamente, los
uniformados policiales y militares están facultados, por la naturaleza
misma del actual Estado bonapartista teocrático, para violentar cada vez
que les venga en gana, los preceptos constitucionales así como el alcance
de las leyes civiles, que sólo existen para ser impuestas como
herramientas represivas sobre el pueblo. En consecuencia, se requiere para que exista un verdadero Estado de Derecho, que desaparezcan de una vez por todas los llamados tribunales policiales, que constituyen una afrenta para el orden jurídico de la República Dominicana y de cualquier sociedad que se catalogue de democrática y moderna. |