Isa Conde mutila la historia para justificar al traidor Juan Bosch y de paso justificarse él

 

Tanto para los miembros de las jóvenes generaciones, así como para las personas que no tienen suficientes elementos de juicio, por las razones que sean, resulta de sumo interés que se conozca que lo más insólito que puede ocurrir es que una persona que se diga honesta y honrada en política y mucho más escandaloso aún resulta si se autoproclama socialista, revolucionaria o comunista, como ocurre con el renegado revisionista y mercenario de tomo y lomo Narciso Isa Conde, quien diciéndose comunista (cosa que ni él mismo se lo cree) tiene el tupé de afirmar que “sólo los que se guían por la mezquindad, los que mutilan la historia y la falsifican, pueden criticar a Juan Bosch”.

Ese mismo renegado, traidor, oportunista y mercenario de Narciso Isa Conde dice de Bosch que es: “oasis de la libertad y estandarte de posiciones antiimperialistas”.

Ahora bien, es ese perverso renegado revisionista, llamado Narciso Isa Conde, quien en verdad se guía por mezquindad para no enjuiciar objetiva, crítica y válidamente al traidor Juan Bosch, tal y como fue en verdad, a la luz de los hechos y bajo la guía científica del marxismo-leninismo.

Es ese renegado Narciso Isa Conde quien mutila la historia para pasar de contrabando la condición de doble agente de Juan Bosch y asimismo pasar su condición de renegado revisionista de él mismo.

Por igual, es el renegado Narciso Isa Conde quien falsifica la historia para tratar en vano de engañar la verdad histórica justificándose y a la vez justificando a Juan Bosch y Gaviño.

Y para demostrarlo vamos a citar textual y exactamente las palabras de Bosch en su folleto de 1964 titulado “Crisis de la democracia en Santo Domingo”:

“Cuando me enteré, estando en San José de Costa Rica, de que se había fundado Unión Cívica Nacional, como fuerza ‘apolítica y patriótica’, me di cuenta inmediatamente -dice Bosch, N. de R.- de que ahí estaban los comunistas, y aunque sabía que los comunistas dominicanos eran pocos, consideré que el Partido Revolucionario Dominicano debía actuar con cautela frente a la UCN. El 16 de julio se celebró el primer mitin del PRD en el país; en su discurso, Miolán pidió la unidad de todo el pueblo y mencionó específicamente a la Unión Cívica y al 14 de Junio, lo cual me alarmó tanto que al día siguiente lo llamé por teléfono para decirle que no volviera a hacer invitaciones de unidad a la UCN... Si los comunistas estaban injertados en la Unión Cívica Nacional, la Unión Cívica Nacional nos combatiría sin la menor duda, y si se establecía un organismo de unidad en que participara la UCN, nos combatirían desde adentro, mediante el expediente de presentar nuestros líderes -incluidos Miolán y yo- a los ojos de nuestros afiliados en forma desfavorable...”

Después de conocido este pasaje concreto de la historia que cita Bernardo Vega en su obra “Los Kennedy y Trujillo”, en la Pág. 93, cabe preguntarse, ¿puede un hombre honesto decir que sólo la mezquindad, el interés de falsificar la historia o secuestrar la historia lleva a criticar a Juan Bosch?

Está claro que todo el que se precie de revolucionario, de antiimperialista, de socialista o de comunista, está en el deber inexorable de abogar para que no endiose falsamente a un traidor como Juan Bosch y se presente la verdad histórica entera, de pies a cabeza, sin mutilación, sin tergiversación, apegada estrictamente a la verdad y a los hechos.

Sólo la mezquindad y el espíritu de renegado y traidor, que exhibe Narciso Isa Conde, llevan a éste a alabar a ultranza a un traidor tipo Juan Bosch y a reclamar que nadie se atreva a enjuiciarlo críticamente.