Aristide y su gente fomentan entre haitianos solución a sus males está en destruir la República Dominicana

Destrucción de la institucionalidad naciente por parte del PRD, sus legisladores y gobierno busca facilitar la causa antidominicana que heredaron de Peña Gómez

 

La población dominicana se siente cada vez más preocupada por la ocurrencia de acontecimientos de carácter sangriento y anarquizante en la vecina Haití, así como su sainete de alegres y folklóricas acusaciones contra la República Dominicana.

Bajo el mando de Jean Bertrand Aristide, se observa en Haití que este señor, de una mentalidad proclive a las arbitrariedades y al absolutismo, acorde con su condición de cura católico y el carácter parasitario de estos llamados cristianos, no tiene ningún tipo de programa gubernamental reconstructivo para ese destartalado país vecino.

El rasgo o característica más acentuada del movimiento de Aristide y de lo que éste es el principal responsable, es su obsesiva postura de resolverlo todo a costa y en detrimento de la República Dominicana y su población.

Existe la impresión inequívoca de que Aristide y sus gentes fomentan entre los haitianos que la solución más fácil para su situación es cargarle su ancestral desgracia a la República Dominicana y a los dominicanos.

Así, cargándole la responsabilidad del desastre haitiano a los dominicanos y a la República Dominicana, esos irresponsables líderes demagógicos tipo Aristide buscan resolverlo todo por la vía más fácil y hasta haciendo una carambola o matando dos pájaros de un tiro.

Pues resulta conocido de todos que los haitianos tienen una obsesión con la desarticulación de la República Dominicana y reducirnos a la condición común de parias internacionales.

Con la muerte de Peña Gómez, la causa dominicana tuvo un aire a su favor, pero como Peña Gómez, que en realidad era haitiano, que actuaba como haitiano, sentía como haitiano y todo lo veía y resolvía desde el punto de vista y los intereses haitianos, hizo del PRD un amasijo de infames y canallas prohaitianos.

De ello ha sido fiel reflejo el gobierno de Rafael Hipólito Mejía, que ha acelerado la invasión pacífica haitiana, la que ha alcanzado un punto crítico e insoportable, requiriéndose, desde todos los ángulos, una solución en aras del país nuestro y de la población criolla.

Los pasos que vienen dando el PRD, sus legisladores y gobierno, sólo buscan destruir la institucionalidad naciente, para así sembrar la anarquía y el caos en la sociedad dominicana y facilitar la causa de los antidominicanos.