Sobre el mal llamado Sistema

Militar Voluntario

 

Resultan, cada vez que se reflexiona y sopesan, más y más sospechosos los verdaderos fines del gobierno de Rafael Hipólito Mejía y de la Secretaría de las FF.AA., que encabeza el general José Miguel Soto Jiménez, con eso del Servicio Militar Voluntario.

Mientras éste (José Miguel Soto Jiménez y Rafael Hipólito Mejía más y más insisten en supuestos móviles altruistas de parte suyo para la creación del llamado Servicio Militar Voluntario, menos, pero mucho menos, se les ha de creer. Basta y sobra que nos preguntemos, ¿y de cuándo a dónde a estos señores o a los círculos de explotadores, que son sus reales amos, les ha dado por tener tan elevadas preocupaciones para el bien de la juventud dominicana?

¿O es que estos señores no se percatan que aquí se conoce al cojo sentado y al tuerto durmiendo?

Esos señores deben saber que aquí no se ignora, sino que se está bien consciente, de que ellos representan los intereses y los grupos económicos, políticos, sociales y espirituales que han hundido a este país en la más abyecta ignominia de pobreza y miseria, cargando en su larga cuenta con haber sacrificado a decenas de generaciones de jóvenes dominicanos y que con sus lineamientos sólo se interesan por garantizar que en el país se sigan trillando esos mismos azarosos caminos de la explotación capitalista e imperialista que conducen al país y al pueblo al fondo del pantano de la ignominia y la infamia.

Como en ese plan del llamado Servicio Militar Voluntario hay tantas cosas oscuras, queremos subrayar que ninguno de los 4 altos militares, entre los que está incluido José Miguel Soto Jiménez, son capaces de explicar la procedencia de los fondos ni se atreven a mencionar el presupuesto real para ese programa.

De sus fines está claro que son parte de la fascistización de la vida nacional, y que el llamado Servicio Militar Voluntario no es más que una fuente de reservas para jóvenes fascistas que, en un momento dado, actúen como mercenarios y grupos paramilitares y parapoliciales.

La sociedad dominicana y los grupos amantes del progreso, la libertad y la democracia, deben mantenerse vigilantes y alertas para con esos planes de estos amantes de la juventud de última hora.