Rafael
Hipólito Mejía compra el PRI a Iván Rondón Estos
dos no pueden negar que son engendros del peñagomismo: politiqueros
socialreformistas que pasan por actividad política su buscavidismo
Los
politiqueros socialreformistas han desacreditado la actividad política en
una forma tal, que las gentes honradas tratan siempre de guardar distancia
de la persona que se identifica como político. Acciones
como las que llevan a cabo el Presidente de la República, o de su Poder
Ejecutivo, Rafael Hipólito Mejía, con un senador que se nombra Iván
Rondón Sánchez, al que se le llama el mordedor o el hidrófobo rabioso,
que dio espectaculares mordiscos a un alto oficial de la Policía Nacional
a raíz de aquel famoso cerco a la Liga Municipal Dominicana, donde el
Macabón Ramón Alburquerque lanzó aquel pintoresco “¡Entren todos
co…!”, acciones, repetimos, de compra y venta de la entelequia PRI,
dejan demasiado que desear y sirven para corroborar que el senador
hatomayorense es de los del combo “por los cuartos baila el mono”. Los
círculos de merodeadores del Estado y gozadores de privilegios no es la
primera ni la última vez que compran un partido “dizque” político, o
lo venden. Peguero
Méndez compró la llamada entelequia Partido Popular Cristiano de Enedina
Córdoba de Pereyra, y ya el politiquero Alvarez Bogaert le había
comprado la UD al ex perredeísta, ex palidista y ex boschista Tonito
Abreu. Balaguer
lo ha hecho, tanto como rematador en conjunto a precio de vaca muerta,
como al detalle, a todo lo largo de su enigmática vida politiquera. Y,
fíjense, parece que Rafael Hipólito Mejía e Iván Rondón Sánchez son
en verdad sinceros admiradores politiqueros de Joaquín Balaguer. Y así, Rafael Hipólito Mejía le compra el PRI a Iván Rondón, mientras que Iván Rondón le vende a Rafael Hipólito Mejía el mismo PRI. |