Algo más sobre el Judas y renegado traidor revisionista Chaljub Mejía-pct

Chaljub Mejía, a cada paso o giro del proceso evidencia su total catadura de renegado revisionista y oportunista traidor de una manera tal, que todo lo que de este rufián podamos decir se queda corto ante la magnitud de sus despreciables canalladas.

Se decía stalinista en tanto actuaba como mercenario de los oportunistas albaneses, y del pct (partiducho contra el trabajo) hizo una logia seguidista de los absurdos albaneses, que terminaron sustituyendo al sectario y dogmático Enver Hoxha por Ramiz Alia, un vulgar musulmán. Pero luego de haber aprobado la traición de Gorbachov de la perestroika, se destapó cerrando filas alrededor de la legión de oportunistas acusadores y críticos del llamado culto a la personalidad.

Se decía un "marxista-leninista" y "stalinista" y ahora, a raíz de la concurrencia a elecciones de su amasijo Miuca-pct escribe y dice: "soy un demócrata convencido", ¿tiene esta concepción de este perverso renegado revisionista-oportunista algo que ver con el marxismo-leninismo? Claro que no.

Como todo un pervertido que es, no se atreve ni siquiera a embestir de frente, sino que su preferencia está por la doblez y la perfidia.

Nosotros, los del Partido Comunista (PACOREDO) fuimos quienes asumimos y perseveramos en el justo rechazo a la visita de Neruda en la década del ’70 al país, por tratarse de un archi-renegado y recalcitrante revisionista traidor, vendido en cuerpo y alma al imperialismo norteamericano, luego de décadas y décadas especulando y comercializando con las ideas y prácticas de la lucha por la revolución y el socialismo. ¿De cuándo a dónde para los marxista-leninistas ser poeta es licencia para la traición?

Hasta los cubanos y Nicolás Guillén pusieron distancia con ese renegado, y no ocultaron que el Premio Nobel que le concedieron, así como el levantamiento del impedimento de entrada a los E.U.A., tuvo un único y el mismo origen: el pago a su traición.

Por ello lo repudiamos en su condición de traidor, renegado, revisionista y oportunista. Debe saberse que no hicimos hogueras con sus poesías ni quemamos una sola de sus obras. Y de nuestro repudio no nos arrepentiremos jamás. Ahora bien, Neftalí Ricardo Reyes, alias Pablo Neruda, no venía al país bajo la dictadura yanqui-balaguerista a hablar de poesía precisamente, sino a embellecer el sistema imperante y a hacer galas de su traición. Esto nadie puede negarlo.

Sin embargo, con todo su amaneramiento, en prueba de sus deformaciones aberrantes, material de un sicoanálisis freudiano, Chaljub Mejía afirma que el Patrado de González Espinosa y el aventurero Iván Rodríguez, "repudió a Neruda". Así sólo escribe la historia un invertido en cuerpo y alma.

Ahora ha dicho que él es "izquierdista" "por convicción", o sea, que es, según sus palabrejas, "demócrata convencido" (letrina amarilla "Ultima Hora" de fecha 12 de febrero del 2002, Pág. 16) e "izquierdista por convicción", pero ¿ya no es "marxista-leninista", "stalinista"?

Remitimos al lector a nuestro artículo de esta edición titulado: "Una ‘izquierda’ huérfana de bandera y carente de vergüenza", Pág. 2.

Estas cosas, ventiladas a la luz del sol y con toda precisión es a las que Chaljub llama que siempre lo hemos calumniado desde hace más de 20 años. Sólo un charlatán, rufián y oportunista, como Chaljub Mejía, trata en forma tan trivial acusaciones responsables hechas con fundamentos y sin media tinta.