Chávez salió airoso de Golpe Estado fraguado por reaccionarios, Iglesia y los EE.UU.

En la noche del jueves 11 del presente mes, la televisión dominicana y la prensa escrita, radial y televisada del viernes 12 anunciaban, con manifiesto regocijo y alegría festiva de parte de los periodistas y hasta de los locutores de noticias que se identificaban con los magnates dueños de esos medios de comunicación, que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, había sido derrocado por un Golpe de Estado producido por las FF.AA. de ese país en respaldo a los huelguistas dirigidos por los empresarios, los magnates periodísticos y dueños de los medios televisivos y radiales que son casi los mismos que en República Dominicana siendo, por ejemplo, Carlos Andrés Pérez tan dueño allá como aquí, así como las altas instancias del Episcopado Católico y Evangélico, los cuales actuaban por resentimiento.

Se dijo, como pudo escucharse en el canal 2 de la televisión dominicana a Lidia Ariza y a Pedro Julio Santana hijo, este último eufórico y fuera de sí, en tanto la primera se moría de la risa y le hacía el coro, que Hugo Chávez había huido a refugiarse a Cuba y que otro tanto habían hecho su señora esposa y sus hijos, todos menores de edad.

Sin embargo, resulta que dos días después, el golpe que se decía y proclamaba como irreversible, se desplomaba ante el empuje de las protestas populares y la resistencia política de los círculos institucionalistas que lograron así restaurar el orden constitucional de Venezuela con su presidente electo, Hugo Chávez, a la cabeza del Poder Ejecutivo.

En verdad que en esos acontecimientos, tanto en el Golpe como en el restablecimiento de Hugo Chávez en el Poder, no hubo grandes sorpresas, ya que los más aguzados y entendidos en la materia desde un principio dieron por descontado que los círculos de oposición a Chávez, batuteados en verdad por los EE.UU. y los exiliados cubanos de Miami, habían dado un salto al vacío, puesto que no había forma de darle cuerpo institucional a aquel adefesio, exponiéndose a graves consecuencias de alcances imprevisibles si no daban vuelta atrás cuanto antes. Y esta apreciación muy pronto se vio materializada. Bien.

Ante la gran expectativa reinante en la población dominicana, así como por el convencimiento de la gente de que nada que venga de la prensa amarilla pude ser creído y una vez que la gente aquí, en República Dominicana, está convencida de que la prensa, bajo todas sus formas, es una recalcitrante retorcedora de la verdad, mentirosa, que está acostumbrada a mentir y que su real función es engañar y desinformar a la gente para ponerla o mantenerla al servicio de sus verdugos explotadores y opresores económicos, políticos, sociales y nacionales, como es el papel de los EE.UU., por todo ello, repetimos, hemos querido ofrecerles los puntos de vista de nuestro camarada Luis Montás, líder del Partido Comunista (PACOREDO), respecto a este significativo e importante acontecimiento histórico.

Periodista ¡Despertar!: Saludos, señor Luis Montás, quisiéramos que usted nos contestara la siguiente pregunta: ¿Qué pasó en realidad en Venezuela con el golpe y contragolpe a Hugo Chávez?

Luis Montás: Saludos ante todo. Usted lo acaba de decir, allí hubo un Golpe de Estado y a seguidas un contragolpe. Pero habría que señalar que quienes dieron el golpe fueron los sectores batuteados por el imperialismo norteamericano, como son los empresarios más explotadores y corrompidos desde todos los regímenes anteriores que han empujado a Venezuela hasta el abismo en que se encuentra hoy día. Junto a los empresarios, estaban los sectores parasitarios de la Iglesia Católica, a los que Chávez había justamente definido como un tumor que vive a expensas de la sociedad y el pueblo venezolano.

Fue aquello a primera vista un acto aventurero y desesperado, cuyo único punto de justificación sus protagonistas querían encontrarlo en la solicitud de que Hugo Chávez renunciara.

Pero en el momento en que éste no lo hizo, y se negó a hacerlo, diciendo a la propuesta escrita de que renunciara: "Echen para allá esa vaina, esa mierda, que yo no renuncio", ahí mismo se le complicó el asunto a los golpistas, encontrándose entonces, de buenas a primeras, en un oscuro y resbaloso callejón sin salida.

Resulta imposible y fuera de toda lógica que un movimiento golpista, un gobierno de facto, destituyera, primero, al Presidente electo, como lo fue Hugo Chávez, 2do. a la Asamblea Nacional, también electa por un plebiscito y mediante una Constituyente, 3ro. que destituyera a los 3 vicepresidentes, que también fueron electos, a la Junta Central Electoral de allí, a la Suprema Corte de Justicia, y a todo el gabinete del gobierno electo de Hugo Chávez.

Todo eso parece cosa de locos y de gentes como Carlos Andrés Pérez, que ciertamente está muy desesperado pues, como todo el mundo sabe, tiene la Justicia pisándole los talones debido a que Carlos Andrés Pérez es uno de los primeros inversionistas en República Dominicana; en Venezuela, mientras fue Presidente, se robó media Venezuela.

Periodista ¡Despertar!: Señor Luis Montás, ¿A qué cree usted que se debe ese empecinamiento de los círculos oposicionistas de Chávez de mostrarse intransigentes con él?

Luis Montás: El asunto es bien sencillo, es que Hugo Chávez ha cometido un gran pecado, que para el conjunto de quienes le adversan es imperdonable.

El pecado de Hugo Chávez consiste en que no ha aceptado entregarle las riquezas petroleras de su país a los EE.UU., como en cambio han hecho Leonel Fernández en República Dominicana, Rafael Hipólito Mejía del PRD y la momia sangrante, lleno de hipocresía, que se llama Joaquín Balaguer, que sin escrúpulos ni pudor de ninguna índole, le han entregado y siguen entregándole el país a los norteamericanos y a los monopolios europeos.

Hugo Chávez, por el contrario, ha querido venderle su petróleo a todo el que quiera comprárselo, sea Cuba o sea República Dominicana. Hugo Chávez se ha atrevido a querer mantener la independencia de Venezuela en la política internacional de su país, no aceptando que EE.UU. o sus lacayos le den órdenes.

Los gusanos cubanos, por ejemplo, no soportan que Hugo Chávez le esté vendiendo petróleo a Cuba, puesto que ellos quieren que sea otro quien le produzca los cambios internos a Cuba para entonces ellos irse a Cuba a cosecharlos en su favor.

La Iglesia Católica, por ejemplo, y el Nuncio del Papa en ese país no aceptan que Hugo Chávez no les haya querido seguir manteniendo en todos sus gastos como inmoralmente ocurre, por ejemplo, en nuestro país, donde mediante el Concordato y las leyes anexas el Estado Dominicano mantiene a esos parásitos ensotanados que son dizque la iglesia del hijo de dios, que a su vez es su dios, o sea, que esa institución eclesiástica que no es más que, en realidad, un emporio político, económico-financiero insiste que ella es imprescindible para el hombre, y que por tanto, los estados tienen que mantenerla, en este caso, la Iglesia Católica ha querido que el Estado venezolano siga manteniéndola como una sanguijuela, y eso Chávez no ha querido ni lo ha aceptado y, por tanto, lo han condenado al mismo infierno, al infierno de su permanente diatriba y su insistente conspiración.

Periodista ¡Despertar!: Señor Luis Montás, los lectores del periódico quisieran saber ¿es acaso Hugo Chávez un verdadero revolucionario, es un socialista, es un comunista?

Luis Montás: Hugo Chávez en verdad no es un revolucionario, Hugo Chávez es un socialreformista independiente, proveniente de los cuarteles militares, que entiende que el Estado debe actuar por encima del pueblo y de las masas, pero que ha llegado al Poder y lo ha hecho sin un programa revolucionario definido ni contando con un movimiento de masas revolucionarias conscientes ni tampoco con una organización de revolucionarios conscientes.

Lo de Chávez es un movimiento sin bandera, es decir, sin definición ideológica propiamente dicha, sin programa preciso y acompañado de gente que carece actualmente de interés real en una revolución; los que en el ayer fueron socialistas y que hoy lo acompañan, están ahí, pero son gentes que no quieren ni oír siquiera la palabra socialismo o de cualquier otra palabra que se le parezca.

Periodista ¡Despertar!: Señor Montás, ¿cuáles cree usted que son las perspectivas futuras de Chávez?

Luis Montás: Las perspectivas de Chávez en Venezuela son las mismas que hasta ahora ha tenido. Las fuerzas opositoras de los empresarios, de los explotadores, de la Iglesia Católica, de los monopolios norteamericanos, de los sindicalistas vendidos, tipo los perredeístas, porque los sindicalistas que aparecen ahí son los adeco, son la gente de Carlos Andrés Pérez y los socialcristianos, esos volverán a intentar esta aventura de derrocar a Chávez, y apenas el mismo domingo en la madrugada se les oía decir desde Miami por la televisión que ellos van a volver a intentar derrocarlo y que de eso Chávez no se salvará hasta el último día que mantenga el Poder.

Es probable que entonces, oyendo eso, y viendo las perspectivas, lo del jueves 11 de abril, quede como un ensayo hecho por los sectores conspirativos a ver qué les resultaba a la manera de un sondeo.

Da la impresión de que se trató digamos de un tanteo que bien quiere amedrentar a Chávez para ver si se mediatiza al máximo.

Chávez puede entonces que termine mediatizándose aún más. Pero puede también que suceda que esa frustrada aventura con un saldo sangriento, causando mucho dolor y mucho resentimiento, termine por agudizar irremisiblemente aquel conflicto, que en el fondo tiene un profundo contenido de lucha de clases entre explotados y explotadores.

Fue significativo oír, por ejemplo, que los seguidores de los empresarios, de la Iglesia Católica, y de los monopolios norteamericanos dijeran desde Miami, y desde la misma Venezuela por radio que aquellos que se manifestaban en las calles, cerca de 2 o 3 millones de venezolanos, exigiendo la vuelta de Chávez al Poder no eran en realidad venezolanos, porque constituían la chusma de Venezuela. Oigase bien eh, esos señores golpistas, empresarios, religiosos, sindicalistas, sirvientes de los monopolios, de los magnates de la prensa decían que la chusma, que el hombre pobre, el infeliz, no forma parte del pueblo venezolano. De la misma manera que entienden que aquí los pobres, los explotados, los campesinos, los trabajadores, los hombres honestos y serios no son parte del pueblo, porque el pueblo es lo que a ellos les dé la gana.

Periodista ¡Despertar: Señor Montás, quisiéramos que nos dé su opinión con respecto a lo que Chávez dijo de los medios periodísticos en la primera alocución que tuvo después o al ser restituido como Presidente de Venezuela.

Luis Montás: Exacto. Eso tiene un gran valor. Chávez, como él mismo expresó, estaba consternado, estaba impresionado por el respaldo y el papel de las masas. En ese estado impactado dijo que la culpa de todos esos conflictos y disturbios en contra de su gobierno y del pueblo venezolano, en contra de la institucionalidad, en contra de la soberanía popular y la soberanía nacional venezolana, recaían directamente sobre los medios de prensa masivos que, estando en manos desaprensivas, en manos de los capitalistas explotadores, no eran usados ni eran empleados para informar a la sociedad y a la gente, sino para desinformar, para engañar, para enturbiar las aguas. Esto y esta experiencia coincide y da respaldo a la postura de nuestro Partido y mía en particular, que hemos dicho siempre que aquí, en República Dominicana, detrás de cada periódico amarillo: El Nacional, El Listín, El Caribe, Ultima Hora, igualmente que detrás de cada televisora o medio de prensa hay un banco, y que detrás de cada banco hay un gángster.

Y les voy a dejar la información siguiente, como algo que les puede interesar. Por ejemplo, Carlos Andrés Pérez, que es un delincuente, que se robó media Venezuela y que está siendo solicitado en extradición, aquí, en República Dominicana, es dueño de por lo menos 3 periódicos diarios. Miren hacia el Listín, miren hacia Ultima Hora, miren hacia El Expreso y miren hacia el llamado Diario Libre. Pero también, ese Carlos Andrés Pérez es dueño o accionista mayoritario de por lo menos 3 ó 4 plantas televisoras. Y no hablemos de hoteles. Y, por último, ese Carlos Andrés Pérez es dueño y tiene acciones en los 2 bancos más importante de la banca privada que hay en este país, y particularmente es el socio oculto mayoritario de uno de esos 2 bancos que están relacionados con esos periódicos que hemos mencionado. Por tanto, que se entienda bien. La gente, así como rechazó y está rechazando el mamotreto de farsa electoral, debe entender que es necesario que no acepte los puntos de vista de la prensa amarilla, de la prensa comercial, aunque sea regalada, porque ese veneno es peor. Porque el veneno que uno compra, por lo menos es un veneno que uno está comprando, pero esa prensa regalada es un veneno gratuito, por tanto hace un daño doble. Porque vuelve a quien lo recibe, una persona que le gusta lo dado, y no hay nada peor que lo dado. Y, por otra parte, cuando lo lee lo que hace es que se intoxica.

Periodista ¡Despertar!: Se ha estado ventilando la participación de los Estados Unidos en la conspiración y en el Golpe de Estado contra Chávez, nos gustaría escuchar su opinión al respecto, ya que, según las informaciones, las autoridades gubernamentales de Estados Unidos han mantenido una postura contradictoria.

Luis Montás: En todos los casos de los golpes de Estado en que hay de por medio una violación a un orden constitucional y democrático, legalmente constituido, los gobernantes norteamericanos, inicial y oralmente, dicen no compartirlo, pero en los hechos es otra su posición.

Por ejemplo, cuando en el ’63 el entonces presidente Juan Bosch fue derrocado por un Golpe de Estado militar, esa misma fue la postura asumida por Estados Unidos, diciendo que no reconocía el gobierno de facto; sin embargo, más adelante terminó reconociéndolo, y en abril del año 1965 se comprobó que el gobierno de facto del Triunvirato era en realidad un gobierno títere impuesto por los Estados Unidos; que eran los gobernantes norteamericanos quienes les trazaban las pautas y les daban órdenes.

Esa actitud ambivalente se ha puesto de manifiesto no sólo en los casos de Golpe de Estado, sino frente a las cuestiones del terrorismo, los secuestros, las torturas, crímenes policíaco-militares, etc.

Por ejemplo, Pedro de Jesús Candelier, en los casi 3 años que llevó desde la Policía Nacional dedicado al oficio de las ejecuciones por medio de los famosos intercambios de disparos, dizque fue condenado por los Estados Unidos, y hasta se dice que éste exigió su destitución. Sin embargo, todos sabemos que Candelier fue formado por los EE.UU., por sus gobernantes y autoridades, que son sus reales educadores en ese sucio oficio de matar gente.

El caso de Raúl Cedrás en Haití tiene el mismo carácter. Esa terrorífica dictadura golpista fue respaldada todo el tiempo por los Estados Unidos. Y a la vez decía de la boca para afuera que la condenaba.

Periodista ¡Despertar!: Señor Montás, y en cuanto a la asesoría y a la consulta de la Embajada y diplomáticos estadounidenses a los golpistas, ¿se le podría dar crédito a lo de que su papel era evitar que se desconociera la Constitución y el orden constitucional?

Luis Montás: Son tan contundentes las pruebas acusatorias en contra de los Estados Unidos por su participación estelar en esas tramas, en donde quedan evidenciados, tanto los representantes diplomáticos norteamericanos como los agregados militares del Pentágono y el Departamento de Estado yanqui en esos manejos, que han quedado como la gatica de María Ramos, que tira la piedra y esconde la mano.

No hay palabras que justifiquen esa participación del gobierno de los Estados Unidos, que encabeza George Bush, el primer terrorista del mundo, en actividades injerencistas contra gobiernos latinoamericanos legalmente constituidos.

Ahora, luego de admitir que hasta llegaron a reunirse con la plana mayor de los conspiradores, pretenden tanto decir que su papel era alentarlos para que respetaran la Constitución, así como para garantizar que no se llegara al extremo de provocar otro Santo Domingo del año 1965, ahora, claro está, en tierra venezolana.

Periodista ¡Despertar!: En nuestro país, tanto Rafael Hipólito Mejía como Hatuey Decamps y uno que otro dirigente del PRD han sido lo bastante sinuosos como para llegar a pensarse que el PRD y Rafael Hipólito Mejía estaban con dios y con el diablo ante ese fenómeno del golpe anti-Chávez. ¿Qué usted opina de eso?

Luis Montás: Bien, dado el caso de que el PRD, en sus máximas autoridades directivas, son realmente socios o empleados de Carlos Andrés Pérez y de varios grupos, socios y anexos de este oscuro personaje, las palabras de Hatuey Decamps en el sentido de que Carmona fracasó por los errores que cometió desde su Presidencia, dan qué pensar como que el PRD quería y se siente identificado con Carlos Andrés Pérez y que incluso apoyaba al gobierno de facto de Carmona.

Pero también se da el caso de que el ex Embajador venezolano de Chávez en el país, dio declaraciones demasiado reveladores, como que Chávez lo había repuesto antes del Golpe de Estado en el puesto de Embajador, del cual ya había sido cancelado, por diligencias de Rafael Hipólito Mejía, del PRD y de Hatuey Decamps. Es evidente que este señor, creo que se llama Portillo, prácticamente era un enlace entre los conspiradores, Carlos Andrés Pérez y, de hecho, ciertos círculos del gobierno de Rafael Hipólito Mejía.

Periodista ¡Despertar!: Desde su óptica, ¿cree usted que lo ocurrido en Venezuela encierra lecciones o enseñanzas para los pueblos de América Latina?

Luis Montás: Claro que sí, hasta el punto que, habiendo seguido aquello como un movimiento de la lucha entre capas burguesas, aún cuando se hable tanto de militares, el asunto es que, como se constató con toda claridad, ahora en Venezuela de nuevo, todo Golpe engendra fuerza y resistencia que se le oponen y buscan responder con un contragolpe, pero que, como se vio nuevamente en lo de Venezuela, igual que aquí en el año 1965, la incursión en el escenario político de las masas es y seguirá siendo un factor decisivo para el saldo final de todo proceso inicialmente tenido como un movimiento puramente cuartelario. Sobre todo, una vez que se entienda que ello implica para las clases dominantes, el riesgo imprevisto del resquebrajamiento de su aparato estatal.

Por tanto, es evidente que hay abundantes puntos en común, así como cada proceso, el de aquí y el de allá, tiene sus propias particularidades.