La diarrea de préstamos del gobierno terminarán con el país y el pueblo

 

Con el alza de la prima del dólar, que ubica la tasa de cambio definitivamente en los límites próximos al 18 x 1, culmina un inevitable proceso para que de aquí en adelante el peso dominicano sea formalmente devaluado, ya que de hecho, en tanto disminuye su poder adquisitivo real, esa devaluación se ha venido produciendo.

Este hecho es la expresión o reflejo directo de la crisis económica, con todas sus secuelas sociales y humanas, que se está viviendo y que opera en desmedro y perjuicio, sobre todo, de las grandes masas explotadas y empobrecidas de la población criolla.

Pero además del alza en la tasa de cambio del dólar con respecto al peso dominicano, hay que consignar que el interés bancario de los préstamos ha tenido una sensible alza en 4 puntos.

Así, si el nivel era de 16, ahora es de 20, con lo que si llegaba a manos del que recibe el préstamo a un 28%, ahora el interés será de 32% anual.

Todo este desbarajuste viene siendo el resultado de la alocada carrera de préstamos en que está empeñado el gobierno de Rafael Hipólito Mejía, tanto a la banca privada hacia lo interno del país, como préstamos tomados a la banca internacional, además de los tristemente famosos Bonos Soberanos, que también son un tipo de préstamo tomado por Rafael Hipólito Mejía.

En tanto el gobierno de éste coge préstamos aquí y préstamos allá, la economía nacional se deteriora más y más con una productividad que baja en vez de aumentar.

Los pilares en que se ha pretendido sustentar este modelo capitalista de explotación, descansan en zonas francas, turismo y las remesas de los dominicanos del exterior.

Como se sabe, el turismo no acaba de salir de la crisis, y las zonas francas, a pesar del silencio cómplice de la prensa comercial, están de mal en peor.

Así y lamentablemente la gente percibe que esto va por mal camino. Y que más tarde que temprano la gente tendrá que hacer algo, puesto que, como dice el refrán, no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo aguante.