La abstención electoral se ha impuesto por encima de toda campaña de lavado de cerebro para someter la rebeldía cívica y política del engañado pueblo dominicano.

Aquéllos que fracasaron queriendo llevar a la gente como vacas, pollos, cerdos, caballos o burros para el matadero electoral, quieren ahora ocultar la verdad contundente de que más del 55% de la gente expresó su condena, su rechazo y su asco hacia el gobierno y su partido PRD, que lo ha defraudado, igual a como lo han hecho tanto el PRSC de Balaguer, la momia sangrante, y el PLD del architraidor Juan Bosch y Gaviño.

Y ese 55% habló en la forma que tenía a mano: no votando, negándose a ejercer su derecho mutilado.

Pero no nos cansaremos de repetir que esa abstención es demasiado elocuente, que esa abstención es muy rica en valor ciudadano y de una incalculable moral, que esa abstención es hoy por hoy fuente de esperanza y confianza en que esto será arreglado por los de abajo y explotados.

Esa abstención, a la que hay que sumarle el 6% de los votos nulos intencionalmente, alcanza entonces el 61% del electorado dominicano

Aunque los mercenarios de la propaganda venal, a favor del sistema capitalista neoliberal, han querido engañar diciendo que el electorado se cuenta por los que votaron, nadie en su sano juicio y deseoso de estar al lado de la verdad y no de la mentira, puede ni debe darle cabida a semejante embuste. Ese embuste le está diciendo al ciudadano que los explotadores y sus lacayos, lo toman en cuenta si se le somete y se le arrodilla.

Pero en verdad, el electorado está compuesto por la totalidad de los inscritos en el llamado padrón electoral, y préstese atención al hecho de que se habla y se dice en los informes: "conteo de los votos emitidos" del "total de votantes inscritos (electorado)", "porcentaje de votación", etc., etc.

Esos que quieren reducir el electorado a los que votaron son perversos redomados que no tienen ni siquiera la dignidad de respetar al que rechaza ser cogido de pendejo una vez más.

La población debe saber que el derecho al sufragio electoral es mutilado o mostrenco cuando al ciudadano sólo se le permite elegir al otro que le es presentado como un menú electoral exclusivo sin espacio para otras opciones, pero negándole al ciudadano la posibilidad de ser electo. Las dos caras de la moneda del derecho al sufragio son: elegir y ser elegido.

Y como se sabe, esta última parte es inaccesible para el de abajo o el ciudadano del pueblo. De ahí que se trata, en cuanto a las elecciones, en el caso de República Dominicana, de un derecho mutilado y descuartizado, para complacencia de los explotadores y opresores.

En el fondo, la abstención, ese enaltecedor hecho cívico puesto de manifiesto en esta farsa electoral, es una crítica a todo el sistema político vigente imperante y actual. Es un reclamo vivificante que cae como un puñetazo en los ojos de los verdugos del pueblo y de los lacayos de esos verdugos.

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