La corrupción gubernamental dentro de la administración que encabeza Rafael Hipólito Mejía es un hecho que ya no se discute, una vez que está altamente comprobado.

Los préstamos son la fuente más importante de esa corrupción. Y no cabe duda de que esto explica la insistencia del señor Rafael Hipólito Mejía en seguir tomando préstamos aquí y allá.

La llamada comisión que se reparte entre funcionarios gubernamentales es de un 20% de cada préstamo para que el país se enganche en ellos.

Habiendo ascendido a casi 4,000 millones de dólares el monto de los préstamos efectuados por este gobierno, hay que calcular que entre sus altos funcionarios, sin excepción de ninguna índole, se han repartido un monto aproximado a los 800 millones de dólares a título de comisión.

Ya el presidente Rafael Hipólito Mejía, por ejemplo, se está construyendo una lujosísima casa veraniega o mansión de campo en el municipio de Jarabacoa por un costo superior a los 25 millones de pesos, y cuya verja, solamente, tiene un costo que sobrepasa los 3 millones de pesos.

Por su parte, el que hasta hace poco era apenas un "pelagatos" llamado Sergio Grullón, esposo de la hermana de Rafael Hipólito Mejía, así como hermano del obispo José Dolores Grullón de la Diócesis de San Juan de la Maguana, hoy se ha convertido en el rey Midas quien todo lo que toca se convierte en oro, y claro está, va directo a sus bolsillos hasta terminar en una de sus cuantiosas cuentas bancarias.

Otro importante ramal de la corrupción gubernamental hay que ubicarlo en la Secretaría de Obras Públicas, cuyo incumbente es Miguel Vargas Maldonado, socio económico-financiero-familiar de Rafael Hipólito Mejía, así como socio activo del comprobado y reconocido delincuente internacional Carlos Andrés Pérez, ex-presidente de Venezuela, reclamado al gobierno de República Dominicana que encabeza Rafael Hipólito Mejía en extradición por aquel gobierno constitucional que liderea Hugo Chávez.

Ahora que se habla de la ya famosa autovía hacia Samaná, es bueno poner en conocimiento de la opinión pública que dicho proyecto de autovía en realidad lo que está persiguiendo es sobrevaluar los proyectos de bienes raíces propiedad de ese grupo económico mencionado, que desde hace tiempo ha venido comprando y apropiándose bajo todas las formas imaginables y no posibles de imaginar, grandes extensiones de tierras turísticas que llegan hasta la Provincia de Samaná.

Este y no otro sería el objetivo más inmediato de la ya famosa autovía a construirse por la Secretaría de Estado de Obras Públicas y sus socios hacia Samaná.

Como se comprueba, en todo está presente como protagonista estelar la corrupción gubernamental.

Y ya que hablamos de Samaná, es bueno reseñar que en el municipio cabecera de esa provincia el señor Lalane José, contralor general del gobierno de Rafael Hipólito Mejía, ha aparecido enriquecido de la noche a la mañana, como por arte de magia, construyéndose una terminal de gas licuado por un monto superior a los 50 millones de pesos.

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