¿Brujos, curanderos como los de la Iglesia o doctores de la ciencia médica?
Durante el curso de la última semana de agonía del déspota tiránico Joaquín Balaguer, rechazamos y calificamos como prácticas oscurantistas y supersticiosas las demagógicas posturas del Dr. Rojas y del Dr. Fernando Contreras, a la cabeza del cuerpo médico del ya muerto Joaquín Balaguer. Advertimos que más que una honrada y honesta opinión, aún cuando los médicos deben abstenerse de emitir opiniones personales respecto a sus pacientes según la ética médico científica, debiéndose apegar en su comportamiento, en forma irrestricta, sólo a los dictados de la ciencia y la lógica de las cosas, la vertida por estos médicos en el caso comentado era una batida demagógica de todo menos de criterios y prácticas ético-científicas. Nuestra ponderación al respecto apunta que hay que rechazar esas personalísimas apreciaciones mágico-religiosas y supersticiosas exhibidas por la mencionada pareja de galenos de que el paciente, hoy ya fallecido, llegaría a feliz término si dios, la voluntad de sus correligionarios y si la virgen de la Altagracia también lo quería. Decíamos que había que denunciar la forma grosera en que supuestos practicantes de las ciencias naturales, por intermedio de esos atrasados y salvajes procedimientos, le niegan el derecho a la información objetiva y veraz a la sociedad, lo que revela en forma contundente que tales profesionales de la medicina actúan unilateral y hasta inescrupulosamente apelando a esos disparates salvajes y primitivos de dios, oraciones colectivas y la fantasiosa virgen de la Altagracia. Ya está bueno y se hace necesario que los círculos, como es el caso de los médicos mencionados y todos los que hacen igual que ellos, abandonen su hechicería barata y monumento de la ignorancia de estar llamando al rezo y apelando a imaginarios personajes como dios, la virgen de la Altagracia, etc. Cuando se trata de asuntos serios y no de charlatanerías.
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