Hasta muriéndose y muerto Balaguer es instrumento retardatario de los reaccionarios

 

De acuerdo con los diversos pormenores que rodean la declaración de fallecimiento del Sr. Joaquín Balaguer Ricardo, así como observando detalles de la figura del cadáver, se conforma un cuadro que dice que Joaquín Balaguer desde el sábado, sino desde el mismo viernes, era ya cadáver, pero que fue retenido en la clínica no por prácticas médicas correctas, sino con fines politiqueros tanto de parte de los dirigentes balagueristas de la alta jerarquía de la Iglesia Católica como de Rafael Hipólito Mejía y su claque, así como de la prensa amarilla, venal y mercenaria cuyo objetivo es asegurar la explotación y opresión del pueblo buscando mantenerlo sometido a la más descomunal ignorancia y desinformación.

No es verdad que una persona fallecida a las 4:00 a.m., llevada a la funeraria para su preparación a las 6:00 a.m, estaría listo y preparado para estar siendo depositado en su residencia antes de las 9:00 a.m. Por razones de tiempo es nada menos que imposible.

La forma en que quedó la cabeza del cadáver y el pescuezo estirado hacia atrás, como buscando las sombras que le perseguían, en franco estado de rigidez cadavérica, indica que hubo un largo tiempo entre la muerte y el embalsamamiento.

Se comprobó que en el entorno de los círculos que se manejaban con el difunto había de antemano la franca determinación del engaño, la estafa y la politiquería barata y necia en que siempre se desempeñó tanto el fallecido como sus entornos.

Cuando se quitó la máquina respiratoria era ya cadáver, pero en aras de mantenerle el corazón latiendo para evitar descomposición o putrefacción se procedió a la traqueotomía y a la intensificación del sainete de que "sorprendentemente" en él se ha producido una recuperación increíble, como vociferaba con gestos artificiales el tal Dr. Rojas, director de la clínica Abreu y, sobre todo, un cuadro reaccionario.

El meollo de toda la farsa hasta este capítulo era dar tiempo para ver si se lograban todos los objetivos propuestos por el funesto clan de Rafael Hipólito Mejía y los politiqueros de baja estofa del perredeísmo representado en el Congreso, y reconvertido en Asamblea Revisora cuya única finalidad es hacerle un traje a la medida de las desaforadas ambiciones de Rafael Hipólito Mejía y su grupo PPH que ha asaltado todos los organismos y la representatividad del PRD, tras el despliegue de la más descomunal campaña de soborno político dentro de un partido político a todo lo ancho y largo de la historia política del país.

 

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