Rafael Hipólito Mejía atrapado con las manos en la masa

 

Cuando Rafael Hipólito Mejía da el oneroso paso de enviar a la Comisión Energética las llamadas observaciones formuladas por las distribuidoras en contra del reglamento que ha de regular la relación entre distribuidoras y consumidores, lo hace con la finalidad expresa de seguir dejando las manos sueltas a las distribuidoras para que alegremente éstas sigan cometiendo todo tipo de abusos y arbitrariedades, como lo de las elevadas facturaciones por energía eléctrica no consumida de que es víctima la población.

Cínica y despóticamente, las distribuidoras, reales sanguijuelas de las masas, acostumbran repetir el estribillo de que el consumidor tiene el derecho de pagar la energía consumida. Pero, sin dar respuesta a la arbitrariedad de los cobros compulsivos de energía eléctrica que en realidad no se ha consumido.

Se supone que el reglamento aprobado por la Superintendencia de Electricidad contemplaba la corrección de esa insoportable situación donde es el pueblo consumidor la víctima desprotegida. Y dicha situación debía empezar a ser corregida a partir del día 1ro. de septiembre, en caso de que el reglamento hubiese entrado en vigencia.

Pero, con el paso dado por el muy cuerdo Presidente del Poder Ejecutivo, Rafael Hipólito Mejía, la solución del asunto se prolonga para las calendas griegas, en tanto el pueblo sigue sufriendo los apagones y las facturaciones arbitrarias.

Así, la única alternativa es la unidad y la lucha de las masas populares en contra de sus verdugos y opresores.

 

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