Se derrumba todo el engaño de la estabilidad económica

El pueblo acosado por extrema situación adversa

 

La realidad que está viviendo la población trabajadora es cada vez más difícil y son muchos más los contratiempos para lograr salir a camino.

Siendo una sociedad capitalista, el mercado y el dinero lo deciden todo. Pero es éste, precisamente, el que se torna más difícil de conseguir. Hay cada vez menos empleos. En las Zonas Francas se han perdido más de 40,000 empleos. En el área hotelera y turística ha habido a la vez una reducción considerable del flujo de turistas al país.

Las transacciones económicas de compra y venta no sólo que se han reducido en su velocidad, sino que se percibe una tendencia sostenida a la parálisis comercial.

Así, se habla de que el circulante está escaso y las autoridades financieras y monetarias han admitido una reducción del circulante con motivo de la desmonetización y el pago obligatorio, por parte del gobierno, de la amortización de los intereses y la deuda externa que, como se sabe, son cada vez mayores.

Lo que se llama Producto Interno Bruto (PIB), esto es, la producción que se efectúa en el país, y sobre todo la industrial y agropecuaria, es cada vez menor. Se toma mucho prestado y se produce poco. No cabe duda de que por ese camino no se llega a nada bueno.

Como sabe el ciudadano, el gobierno, en todas sus dependencias, tiene enormes cantidades de botellas de su clientelismo político, además del monto exagerado de los famosos sueldos lujosos de 40 mil, 50 mil, 100 mil, 200 mil y hasta 500 mil pesos mensuales que reciben gentes sin más méritos en sus funciones que servicios politiqueros. Véase, por ejemplo, lo que perciben gentes como la tal Margarita Cordero y Arismendy Díaz Santana y se comprobará lo que decimos. Margarita Cordero percibe, cada mes, mucho más de 400 mil pesos.

El gobierno de Rafael Hipólito Mejía-PRD, sin embargo, no quiere ni piensa cambiar. Por ello remite cada día nuevos préstamos para su aprobación al Congreso. A la vez que busca la creación de más impuestos, así como aumentar lo que hay que pagar por los que ya existen.

El aumento de los peajes de 5 a 15 pesos, y los reiterados anuncios de que se crearán cerca de una docena de peajes más, son el producto de esa situación y de la forma desacertada, y siempre en perjuicio del pueblo y del país, con que busca enfrentarla Rafael Hipólito Mejía.

El aumento de los pasajes, decidido aparentemente en forma desesperada y unilateral por parte de los choferes, es una resultante de la asfixiante situación económica que enfrentan los trabajadores choferiles, que se agrava con lo de los peajes, pero que tiene una raíz más profunda.

No cabe duda de ninguna especie de que se requiere, de parte de la población, una acción cada vez más coherente para contrarrestar los males que sobre ella recaen y se agravan con una política económica del gobierno de Rafael Hipólito Mejía que, además de entregar todas las riquezas nacionales a los monopolios extranjeros, se empecina en extorsionar al pueblo, desangrar al país, esquilmar a la ciudadanía, expoliarla y reprimirla sin miramientos de ninguna índole.

Así y no de otra manera, parece ser que la población irá tomando conciencia de que debe olvidarse de los tres partidos del sistema, PRSC, PRD y PLD, puesto que a estos sólo les interesa llegar al gobierno para usar éste para que los monopolios extranjeros y los grandes explotadores nativos los recompensen enriqueciéndose a costa de la miseria y la pobreza cada vez más creciente del pueblo dominicano.

 

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