La descomunal corrupción oficializada como imperante en el departamento gubernamental de Autoridad Portuaria, y que recae directamente sobre ese personaje de capa y espada, llamado García Duvergé, canchanchán e íntimo de correrías de Peña Gómez, es por sobre todo parte de las prácticas corruptas generalizadas en este desgobierno que encabeza el pintoresco y folklórico Presidente del Poder Ejecutivo, Rafael Hipólito Mejía, típico exponente de lo que es el perredeísmo en la historia política nacional.

Casi 10 listas diferentes de empleados. Casi 300 personajes cobrando sueldos de 15 y 20 mil pesos, sin nunca haber ido a trabajar, y únicamente presentándose a la Autoridad Portuaria los días en que se les entregaba el cheque. Esto ya lo habíamos denunciado hace no menos de 18 meses.

Pero además, esos mismos personajes reciben de 300 a 500 pesos al día, supuestamente para combustible, sin tener vehículos; por ello el gasto en combustibles de Autoridad Portuaria llegó a la suma de medio millón de pesos cada día.

Casi un centenar de familiares de García Duvergé empleados en la citada dependencia estatal.

Esto sin contar las dos docenas de amantes de su harén empleadas, que hacen del hoy electo senador por la benemérita provincia de San Cristóbal, cuna del generalísimo padre de la patria nueva y benefactor de la Iglesia, García Duvergé, un auténtico sultán turco, si no un jeque árabe, para estar más acorde con los cuentos de Las Mil y Una Noches, con su Alí Baba y sus 40 Ladrones.

Sin embargo, en este tipo de personajes, tan abundantes en los predios del PRD, del PRSC y del PLD hay, además, mucho de Robin Hood, y no sólo de Alí Baba.

Esto es así, ya que en la prensa del día jueves 1ro. de agosto aparecen centenares de perredeístas reclamando impunidad para este Alí Baba sancristobalense del PRD, una vez que, alegan, desde Autoridad Portuaria los ha beneficiado y los ha puesto bien, por lo que las noticias del escandaloso mundo de corrupción imperante en Autoridad Portuaria, por obra y gracia de Garcia Duvergé, dicen ellos que es una campaña destinada sólo a desacreditar al honorable profesor y hoy electo senador por San Cristóbal, García Duvergé.

Este mismo alegato perredeísta lo encontramos en San Pedro de Macorís con Josesito Hazim y los millones de pesos desaparecidos del inservible Acueducto y del inexistente Sistema de Alcantarillado.

Hay que pasárselo, dicen los abogados de la corrupción, puesto que hace obras de bien, y él no es el más malo, ya que por lo menos reparte algo del fruto de su ilegítima actividad.

Si miramos hacia los predios del PLD y en el caso PEME, encontraremos el mismo espurio alegato sustentado siempre en la institucionalizada corrupción y la oficializada impunidad, ambas recreaciones genuinas y auténticas del tirano y déspota Joaquín Balaguer, y acogidas placenteramente por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y por el PRD. Es por eso que lo alaban y es por eso que lo ensalzan como un gran hombre.

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