El sistema deja convertidos en bagazo a los trabajadores
Cuando el gobierno de Rafael Hipólito Mejía y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) favorecen obsequiar con pensiones de 20, 25, 30, 40 y hasta de 60 mil pesos mensuales a personeros de sus huestes de tránsfugas y destructores de la nación, resulta aleccionador que los grandes contingentes de obreros y trabajadores en general, que han pasado su existencia laborando para hacer posible que los burgueses y burócratas almacenen cuantiosas fortunas, en cambio, aquellos contingentes de reales creadores de la riqueza no cuentan con una pensión y los que de entre ellos excepcionalmente han logrado obtenerla, ésta no les permite ni siquiera comer y mucho menos adquirir los medicamentos necesarios que acompañan siempre la vejez. Santo Domingo, la capital del país, fue escenario de este doloroso y triste espectáculo que sirve para cuestionar y demostrar la naturaleza antihumana del régimen capitalista de explotación imperante. Centenares de ex obreros y hombres que ya por edad o enfermedad no pueden trabajar, concurrieron a las instalaciones del Instituto Dominicano del Seguro Social para reclamar un aumento en el monto miserable de sus pensiones, que muchas veces no alcanzan ni siquiera el sueldo mínimo vigente. Mil pesos, 1,300, 1,400, etc., son el monto que reciben los privilegiados trabajadores pensionados que, en medio de este monstruoso régimen, han logrado obtener pírricas pensiones. Esto no puede seguir así. Necesariamente las masas explotadas y oprimidas tienen que unirse y levantarse en lucha porque esto, más temprano que tarde, ha de cambiar.
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