Hace poco que, a raíz de la última marejada de protestas populares contra los apagones que, en el fondo, es un plebiscito contra la privatización de los servicios públicos, que ha sido obra de la gran traición perpetrada por los partidos antipopulares y antinacionales PRSC, PLD y PRD, el pollero que es presidente del Senado y que responde al nombre de Andrés Bautista, repitió una y otra vez el estribillo de todos esos demagogos y tránsfugas: "la gente debe saber que con la violencia no se consigue nada".

Y, claro, la gente sabe que, contrariamente a Andrés Bautista, sólo si se lanza a la lucha, se unifica puede contrarrestar el aniquilamiento suyo a base de hambre y fuete, como hace el gobierno de Rafael Hipólito Mejía.

Pero fue el obispo Abreu quien, tal vez sin quererlo, le dio la respuesta apenas el viernes 27 de septiembre cuando declaró que los gobiernos de aquí sólo atienden los reclamos cuando la gente no se detiene ni ante la "violencia" que no es más, decimos nosotros, que la lucha popular.

Pero a lo mejor lo que Andrés Bautista quiso ponderar es que sólo la perfidia y la infamia en que son expertos los del PRD le dan a ellos resultados para sus espurios fines.

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