El cardenal Nicolás Hildebrando Borgia López Rodríguez ha renovado orden ejecuciones policiales
El lunes 15 de septiembre Nicolás Hildebrando Borgia López Rodríguez volvió a reclamar y a estimular las ejecuciones policiales, volviendo a corroborar que lo del capellán policial en la Academia de Hatillo no fue un asunto casual. El cardenal de la Iglesia Católica, cuyo cometido no es en nada de carácter espiritual ni de verdadera fe religiosa, sino lograr que la Iglesia Católica y sus huestes de ensotanados sigan siendo los amos, dueños y beneficiarios, a título de sanguijuelas del Estado nacional dominicano, ha vuelto a reafirmar su papel de responsable directo de los asesinatos policiales perpetrados bajo el desacreditado alegato de intercambio de disparos, en flagrante y total violación de la Constitución y las leyes, que son la base del Estado de Derecho. Se recordará que es Nicolás Hildebrando Borgia López Rodríguez, el autor del estribillo mano dura, o sea, pena de muerte para los infelices delincuentes de baja monta, e impunidad y protección absoluta para los grandes delincuentes banqueros, funcionarios, altos mandos militares y policiales, grandes industriales, comerciantes importadores, etc., aplicado por encima de la ley y la Constitución, desde el gobierno de Leonel Fernández por Pedro de Jesús Candelier, que ejecutó más de 1,500 ciudadanos en plena vía pública, obra nefasta ésta que concluyó en el gobierno de Rafael Hipólito Mejía-PRD. Ahora que, bajo el mando de Marte Martínez las ejecuciones policiales amparadas en el falso alegato del famoso intercambio de disparos han sido reiniciadas, de nuevo Nicolás de Jesús Hildebrando Borgia López Rodríguez ha requintado su orden de matanza, diciendo que las autoridades deben recurrir al uso indiscriminado de las armas de muerte para enfrentar a los delincuentes, sin reparar en las leyes vigentes ni en la Constitución.
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