Aunque Rafael Hipólito Mejía acusa al pueblo de ladrón, la verdad apunta en otro sentido

 

Bueno, la verdad es que este pueblo conoce al cojo sentado, al ciego durmiendo y al ladrón sin verle las manos y al jablador callao.

Y cómo no, si es que, según el sumo pontífice Rafael Hipólito Mejía, aquí todos, menos él, somos ladrones.

Pero el caso de la Cogentrix ha puesto a caminar derecho a Celso Marranzini quien ha dicho, porque lo han embarrado y muy mal embarrado, que él se siente víctima de la politiquería en la que se metió para despojar al Estado de sus legítimas propiedades, en particular de la CDE, que fue liquidada a precio de vaca muerta.

A Celso Marranzini, junto a Antonio Isa Conde, se les está involucrando en haber recibido unos 50 millones de dólares por lo de la Cogentrix solamente.

Y, por cierto, este Antonio Isa Conde, es socio asociado en sociedad con el nuevo negocio e la Delta Comercial, recién reinaugurada.

La pregunta es: ¿ahí fueron a parar los cuartos de la capitalización de la CDE Cogentrix?

 

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