Para comer pescado y hablar mentiras repetimos que hay que tener mucho cuidado.

Así ocurre con eso de que el alza de la prima del dólar es fruto de la especulación, y que si se frena ésta se mantendrá bajita la prima o tasa cambiaria del dólar.

La mentira de esto radica en que la especulación, bajo el capitalismo y el predominio del capital bancario, que no es productivo, sino parasitario es, simple y llanamente, INCONTROLABLE, hasta el punto de que es una ilusa tarea lo de intentar, bajo el neoliberalismo, que es el reinado de la oligarquía bancaria internacional imperialista, ponerle coto, o sea, hacer que desaparezca.

La razón de que sea imposible ponerle fin y acabar con la especulación, tanto en lo que respecta a la prima del dólar como de los precios de las demás mercancías y artículos que se compran y se venden, consiste en que la especulación es consustancial e inevitable, como que el sol sale por la mañana, bajo el capitalismo neoliberal sobre todo, puesto que en éste predominan los bancos y los organismos financieros, que representan el capital financiero, el capital usurero, parasitario, capital que predomina sobre el capital industrial y productivo.

Sólo para cazar incautos y hacer demagogia barata a costa de la ignorancia popular es que se habla, bajo las condiciones reinantes en el país que son las del neoliberalismo, de acabar con la especulación.

Esta, es decir, la especulación, y los más conscientes de la realidad son esos bandidos titulados llamados economistas y politiqueros del PRD, del PLD y del PRSC, así como oportunistas y revisionistas, no hay manera dentro del marco imperante de controlarla ni de ponerle fin.

Nadie que se precie de serio puede pensar construir una casa a la orilla del río, ignorando en forma estúpida que el día menos pensado está obligado a llover, y que el río hará crecida y se llevará de encuentro a la vivienda, junto a todo, incluyendo a las gentes que se encuentren dentro de ella.

Del mismo modo, es una estupidez perversa, fruto de una ignorancia deliberada y por mala fe, pretender pasar de contrabando la falsa idea de que será controlado el factor endémico, en el capitalismo neoliberal sobre todo, de la especulación, al momento de calcular la prima o la tasa del dólar.

Que se diga y se acepte que esa especulación es el alma misma del capital bancario, del capital financiero, que resulta de la unión monopolista de los bancos con las industrias, y cuyo órgano es la oligarquía financiera para quien, por un 1% de ganancia hay que correr todos los riesgos y por un 10% hay que desafiar hasta el riesgo de ir a la guillotina junto con toda su familia.

Por este elemental y lógico razonamiento, el pueblo debe rechazar que lo sigan cogiendo de zoquete y hacer conciencia de que le espera lo peor de lo peor y que no por casualidad el genial intelectual Rafael Hipólito Mejía, se ha inventado que los bancos son la columna vertebral de la democracia, confundiendo ésta con el nazi-fascismo neotrujillista, que al parecer tanto le gusta.

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