Lo de Rafael Hipólito Mejía de que las empresas privadas tienen más del 50% en la CDE, es de su parte, digámoslo con piedad pero con no menos sinceridad, otra barrabasada suya, ya que la Ley de Electricidad consigna bien claro que al Estado le corresponde en la CDE más del 50%, de ahí que todo lo que implique contravenir este postulado legal es nulo, repetimos, simple y llanamente, ¡nulo!

De ahí que resulta no extraño, sino archi-sospechoso, que Rafael Hipólito Mejía, que a todas luces es un lacayo redomado de los monopolios, dé por un hecho aceptable y válido que esos monopolios internacionales cuenten y dispongan de más del 50% de la CDE.

Y a esta actitud de su parte hay que sumarle lo de la puesta en servicio del cuerpo policial represivo para cumplir los designios estafadores de las distribuidoras, declarando que su misión como gobernante no es servir a su pueblo y a su país, sino a los monopolios extranjeros que es con quienes Rafael Hipólito Mejía y su gobierno están efectivamente comprometidos.

Y por igual, agreguémosle la desfachatez del tal Mario López, alegando que su contrato es por 40 años, que las distribuidoras están por encima de la ley, el Senado y la Constitución y que ellos ni venden ni se van.

¿Qué pasó? ¿Se rajó el aguajero que se decía tan guapo y hombre de palabra?

¡Párate, no juya y pelea! ¡He aquí la música, baila ahora!

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