A pesar quejas y sospechas contra bancos gobierno los apoya y reprime a quejosos

 

Por todos lados llueven las denuncias de manejos turbios en las instituciones financieras llamadas bancos en el país. Y sin embargo, ni el gobierno de Rafael Hipólito Mejía, ni las autoridades del Banco Central ni de la Superintendencia de Bancos hacen nada ni mueven una paja para investigar las denuncias de los males.

Por el contrario, empezando por Rafael Hipólito Mejía y sus sabuesos del Banco Central y de la Superintendencia de Bancos, a lo que se dedican es a crear un clima de terror y amenazas con encarcelar y perseguir a los que se atreven a advertir o a denunciar (¿de ahí emanó la consigna de Fidelio Despradel de abandonar la denuncia como forma de la actividad política? No, es pura casualidad y normal coincidencia) que tanto el Banco Popular, Baninter como el del Progreso, que es de un miembro de la sagrada familia (Ah! al Banco del Progreso tu le pagas las deudas de las distribuidoras, pero a Baninter no, ¿por qué?, habría relinchado Guaroa Liranzo en una ocasión) no las tienen todas consigo y que en cualquier momento pueden ser otras entidades bancarias más igual a como son hoy día las argentinas.

Rafael Hipólito Mejía debía consultar con los que tienen experiencia en tales manejos para que sepa que con políticas y amenazas no se resuelven los males de fondo de una economía que está regida por una política económica errada, de un gobierno insolvente y en quiebra al que el pueblo no quiere ni en pintura y del que está harto y hasta un poco más arriba de la coronilla.

 

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