Los explotadores capitalistas, Rafael Hipólito Mejía y las iglesias buscan masas carguen con la crisis en sus espaldas y se postren al régimen al que llaman fruto voluntad divina

 

Con el desastre para el nivel de vida de la población trabajadora y de las capas medias urbanas dominicanas que traen consigo la elevación de la prima del dólar sobre el 24 x 1 y la consiguiente devaluación del peso en casi un 40% de su anterior poder adquisitivo, no sólo se ha creado una situación que echa a rodar por el suelo todas las mentiras y castillos en el aire que a las masas les habían creado sus explotadores capitalistas, sus politiqueros del PRD, PRSC y PLD, así como sus órganos amarillos de prensa y propaganda con eso de que en el capitalismo intensivo, que es el real significado del neoliberalismo, estaba la solución definitiva a los problemas del pueblo, sino que la gente del pueblo, obligada y necesariamente, tiene ahora que, queriéndolo o no queriéndolo, cuestionar los argumentos y pretendidas soluciones o alternativas con que las organizaciones de los explotadores capitalistas del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), de la Asociación Nacional de Empresarios (ANE), etc., etc., pretenden explicar la deplorable situación, para de ahí aumentar aún más las cargas de explotación y miseria sobre el pueblo, tal y como ocurre en las acomodaticias soluciones que proponen de que el gran peso de la crisis presente sea cargado por esa población trabajadora, a la que le dan oraciones para que rece, en tanto ellos, los grandes capitalistas, como los del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), la Asociación Nacional de Empresarios (ANE), etc., se quedan muy orondos y risueños disfrutando los millones amasados a costa del modelo que ha hecho crisis. Que las masas populares se conformen y se aprieten el cinturón, que aguanten penurias, sufrimientos y calamidades, que den gracias a dios por estar vivos y que cuando, con el tiempo, pase la crisis, de nuevo el modelo neoliberal repetirá el proceso y ellos -los capitalistas- volverán a obtener sus multimillonarios beneficios y después, sólo después, ya podrán las masas, si el dios de los capitalistas lo quiere, volver a recibir sus boronas y migajas para subsistir como puedan, así piensan los explotadores y prosiguen, ya que, según creen, su sistema capitalista está bendito por su dios, y al pueblo trabajador, que es un amasijo del diablo, no le queda más que aguantar fuete y más fuete, por los siglos de los siglos, sin que se pueda rebelar.

Todo esto que aquí exponemos, no nos lo hemos inventado ni es fruto de nuestra calenturienta mentalidad socialista y revolucionaria, de enemigos intransigentes y convencidos del sistema capitalista de explotación y opresión, así como de sus gobiernos como, por ejemplo, del de Rafael Hipólito Mejía y el PRD.

Esas terribles consideraciones que les atribuimos a los capitalistas, se pueden extraer de cada una de las declaraciones que respecto a estos problemas han expuesto a partir del domingo 8 de diciembre, en que se juntaron y acordaron el Presidente Rafael Hipólito Mejía, de un lado, y del otro el Secretario de la Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), que agrupa al grueso más importante de los capitalistas neoliberales del país.

 

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