Margarita Cordero ocupa cargo violando Ley Indotel
La que no puede colocarse ante un espejo y rememorar su historia sin entrar en una peligrosa crisis de desequilibrio mental y de inundaciones de su terreno síquico (la náusea existencial) por los de un cementerio de actos reñidos con la moral que carga en su cuenta, que ocupa el cargo de sub-directora de Indotel, siendo empleada como consta en las planillas de pago de Corripio C x A, de los Pellerano C x A, de los Bonetti C x A y de los Caro, C x A, lo que no quiere decir que no esté en la planilla del DNI como estuvo, y de seguro sigue estando, a su entera disposición en el de los soplones de la Segurité francesa, belga y de la USIS, ni qué decir de conspiraciones contra el país (véanse los Memos de Pedro Caba, Págs. 44, 57, 104 y 352), lo cual es contrario a la ley del Indotel que dice y consigna, específica y concretamente, que sus directivos no pueden ser empleados de grupo privado alguno, nos referimos a Margarita Altagracia Cordero, la ninfa mercenaria del periodismo amarillo, venal y corrupto, es la subdirectora de Indotel y llega al colmo de pretender descalificar la validez de las protestas populares aduciendo: inexistencia real del pueblo, o bien que no es más que amasijo amorfo o colage. Descalifica a los que promueven y respaldan las protestas contra las distribuidoras y las altas tarifas eléctricas con que se esquilma al pueblo, arguyendo que: los llamados sectores populares nunca han pagado luz, sino que se la roban. En su desfachatez, ésta, que nunca ha sido más que una vergüenza para toda causa sana, pretende apelar hasta a una simulada reivindicación suya del marxismo acusando a los protagonistas de la promoción de las protestas de haber colocado en lugar de la lucha de clases las llamadas luchas populares. O bien, denominando amasijo amorfo al pueblo, reivindicando para sí la crítica -citamos- "a las prácticas políticas que asociadas a lo corrompido o a hechos ineficaces a fuerza de errores repetidos" o a "vulgar oportunismo"; lo de la ninfa mercenaria del periodismo venal y amarillo es como (siguiendo el curso de las leyendas y cuentos de camino de los cristianos fanatizados) si el diablo se burlara de todos bebiendo agua bendita y usando a la vez las puntas de las aspas de la cruz de la infamia consagrada como divina para rascarse las espaldas, y bajando un poco más de la parte inferior de éstas para escudriñarse sus más íntimas y muy activas -según se le pinta- partes. Situaciones con las que conforma su propio mundo de inmundicias sublimadas esta ninfa del mercenarismo periodístico, Margarita Cordero; situaciones éstas que sólo son posibles gracias a las aguas tormentosas del imperio tanto de la corrupción como de la impunidad.
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