ASPECTOS DE NUESTRA HISTORIA CONTEMPORANEA

Cómo se cocinan y difunden las mentiras históricas en el país

 

Hay aspectos de nuestra vida política de los últimos 43 años, esto es, desde junio del año 1959 hasta el día de hoy, que ameritan ser continuamente vueltos a tocar por varias razones y otras tantas necesidades para garantizar así que sus enseñanzas no sean manipuladas y tergiversadas por los propagandistas y publicistas que están al servicio de intereses contrapuestos a la verdad.

Por ejemplo, preguntamos, ¿fue acaso cierto, lo afirmado por el periodista Emilio Herasme Peña en un programa de televisión, en el canal 4 los sábados, a las 5:00 PM, llamado más o menos como "Las Huellas en la Historia", atribuyendo a la matanza efectuada por los sicarios de Trujillo en la Cárcel de "La 40" en el 1960 de unos 20 ó 25 jóvenes llamados "los Panfleteros" de Santiago, ser la causa que conmoviera a los obispos dominicanos de entonces, a emitir la Pastoral del Episcopado Dominicano el 27 de enero de ese año?

Eso lo afirmó el autor del espacio mencionado, en su emisión televisada correspondiente al sábado 11 de enero de este mismo año.

La respuesta es, por nuestra parte, que esa afirmación del programa de Emilio Herasme Peña es falsa en sentido absoluto, y la misma corresponde a ese interés malsano de atribuirle a una institución como la Iglesia Católica sentimiento de piedad respecto al asesinato de los seres humanos, lo cual es prácticamente inexistente a lo largo de sus 2,000 años de existencia.

Si esa matanza hubiese sido la causa de la Pastoral del 27 de enero del año 1960 de la Iglesia Católica por haberse conmovido ésta ante ese crimen, resulta inexplicable el silencio de esa misma institución durante los anteriores 30 años, en los que la dictadura de Trujillo sembró de cadáveres, de hombres muertos individual y masivamente, en todo el territorio nacional, llenando, al cabo de ese tenebroso período de tiempo la historia de hechos espeluznantes, reflejo de una criminalidad monstruosa.

Ignora, y sabemos que Emilio Herasme lo ignora, que fue el Estado policial y criminal de Constantino I el que oficializó la religión católica (cristiana) en el 325 de la Era actual, bajo el Imperio Romano. Y más criminal que Constantino I, ni siquiera el conjunto de sus sucesores, Constante, ni Constantino II, ni siquiera Teodora. Justiniano, Carlomagno, etc., etc., etc., sobrepasaron en criminalidad a Trujillo y fueron, sin embargo, benefactores de la Iglesia por decisión de ésta.

Hitler, Mussolinni, Franco, son hechuras de la Iglesia. El crimen masivo e individual es una industria patentizada a lo largo de la historia por la Iglesia Católica o cristiana. Eso debería saberlo Emilio Herasme Peña; desgraciadamente quiere ignorarlo.

Emilio Herasme Peña debería saber que lo que motivó al Episcopado Dominicano a emitir esa Carta Pastoral, luego de que se lanzara a organizar y a orientar a la juventud católica a la conspiración contra el dictador, no fue sentimiento ni conmoción alguna de índole humanitario ni santo en el sentido literal del término, sino que lo que impulsó a la Iglesia Católica a ello fue la ambición de usufructuar el Concordato del 1954, completado como testamento de herencia que el dictador le dejara, con el Vicariato Castrense, con el que pasaba la Iglesia Católica a tener el control de las FF.AA., claro, después de Trujillo muerto, y no antes. Testamento que Trujillo le redondeara con el Patronato Nacional San Rafael que, igual que el Vicariato Castrense, se estableció a fines del año 1958.

Para usufructuar este testamento había que salir del dictador. Por lo tanto, la ambición fue el motor, como siempre, de la actitud de la Iglesia Católica y sus obispos, así como de aquella Pastoral. En esa Pastoral no cuenta el asesinato salvaje de los 20 ó 25 jóvenes de "Los Panfleteros" de Santiago. Eso es una especulación de Emilio Herasme Peña.

Este, si tiene algo de la honradez con que lo conocimos en la década del '60, que se lea la Historia del Episcopado Dominicano en su ampliación hecha por el historiador eclesiástico franquista Fray Cipriano de Utrera, en su Pág. 388, sobre el obispo número 49 en este país, que fue el tristemente célebre Monseñor Pittini.

Pero además que repare que la matanza de Palma Sola, que fue mil veces más sanguinaria que la de "Los Panfleteros", fue llevada a cabo por interés y mandato exclusivo de la Iglesia Católica, y que aquel genocidio fue una repetición de la matanza de albigenses, valdenses, y de la sangrientísima famosa Noche de San Bartolomé, donde en una noche pasaron las tropas eclesiásticas católicas-cristianas a 50,000 albigenses a mejor mundo a filo de cuchillo y bajo la enseña católica cristiana del papa Martín V, de "que le corten la cabeza en nombre de dios".

Para su información, deseamos con humildad e interés en esclarecer el móvil que impulsan los hechos históricos, que Emilio Herasme Peña consulte la "Increíble Historia del Estado Vaticano" del católico Alvaro Baeza, editorial ABL.

 

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