El apresamiento Saddam Hussein no altera ritmo de resistencia a los intervencionistas yanquis y sus lacayos

 

Según indican las agencias de prensa internacionales de los propios países imperialistas encabezados por los Estados Unidos y su Hitler, George W. Bush junto a sus perrillos falderos Blair de Inglaterra y Aznar de España que intervienen militarmente en Irak con fines de robarse los recursos petroleros de ese país, pisotear su derecho a la autodeterminación y su correspondiente soberanía, el líder de dicho país, Saddam Hussein, cuyo gobierno fuera derrocado por las tropas invasoras, ha sido apresado, luego de casi 9 meses de intensa persecución y resistencia a los designios voraces y devastadores de la soldadesca yanqui, que en criminalidad y falta de escrúpulos superan en grande a las hordas nazi-fascistas de Hitler, Mussollini y Tojo.

Los imperialistas yanquis y su soldadesca han presentado la captura de Saddam Hussein como una victoria crucial sobre el pueblo iraquí, que ha mantenido en alto con toda dignidad y valentía la resistencia a los planes de engullirse a Irak, sus riquezas y su condición de país libre y soberano.

Resulta un contrasentido, por no decir un insulto a la humanidad y a los elevados ideales de libertad, independencia y democracia, el contenido y los aspavientos de los imperialistas yanquis del hitlersito Bush y su séquito de pusilánimes y cobardes criminales de Aznar y Blair de presentarse diciendo que sus acciones de colonialistas inveterados y de saqueadores de los pueblos y países representan la libertad, la democracia y la independencia, en tanto que Saddam Hussein y los iraquíes representan las infernales fuerzas de la tiranía y la opresión.

A hacerle el juego a todas esas basuras y engaños se prestan los medios de prensa comercial y amarilla del patio de la TV, la radio y de la prensa escrita junto a los politiqueros de los tres partidos más lacayos y corruptos del escenario nacional, que están compuestos por bandoleros mercenarios de saco y corbata y que sustentan las banderas podridas y hediondas del socialcristianismo, de la socialdemocracia o del seguidismo ciego al neoliberalismo, como son los casos del PRD, PRSC y PLD.

Por nuestra parte, por parte del Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO), no hay ningún tipo de concesión ni de reconocimiento favorable bajo ningún sentido a los imperialistas yanquis ni a sus aliados y muchos menos a su invasión imperialista de neto corte intervencionista y de saqueo a Irak.

George W. Bush, Aznar ni Blair tienen juntos o por separado moral, derecho ni razones valederas, a menos que no sean la de sus fuerzas imperialistas brutas, para estar presentes en Irak, ni para pretender erigirse en jueces sobre la democracia y la libertad ni para decidir quién es un tirano y quién es un dictador, puesto que definitivamente son Estados Unidos, Inglaterra y España las principales fuentes de oprobio y esclavitud recolonizadora sobre los pueblos y países tercermundistas.

Si se trata de dictadores y tiranos nadie puede superar a los Estados Unidos ni a Bush, a España ni a Aznar a Blair ni a Inglaterra.

Con Milosevic se recordará que hicieron lo mismo que ahora llevan a cabo contra Saddam Hussein. Así como frente a Milosevic no asumimos la posición cobarde y pusilánime de tantos oportunistas y tránsfugas como ese rufián de Carlos Francisco Elías (Cuchi) que en forma servil y abyecta se desgañitó apoyando las acciones expoliadoras y genocidas (esto con letras mayúsculas) de los recolonizadores de la Unión Europea y de los imperialistas yanquis haciendo, en forma perversa, ruin e infame, coro a esos imperialistas intervencionistas que pintaban a Milosevic, que se ha mantenido todo el tiempo apegado a los intereses de su país y de su pueblo alrededor del principio de la autodeterminación y la soberanía nacional, como un tirano y dictador, mientras esos imperialistas yanquis y europeos se pavonean de grandes defensores de la democracia y la libertad y hasta de la independencia, al tiempo que perpetran sin duda ni lugar para justificación, genocidios de tales magnitudes que en la historia de la criminalidad y el exterminio ni siquiera los nazi-fascistas habían perpetrado.

¿Tienen acaso otra razón que no sea la que le da la soldadesca invasora en Irak a los Estados Unidos, Inglaterra y España, así como a sus sirvientuchos polacos, latinoamericanos y dominicanos, como es el caso de Rafael Hipólito Mejía, para intervenir en Irak, derrocar a Saddam Hussein y apresarlo, y pregonar que lo juzgarán y los condenarán?

Para la humanidad y los países oprimidos y explotados, el único hecho que podría ante los ojos de los imperialistas y esclavistas, tener carácter delictivo de parte de Saddam Hussein sería la ejemplar defensa en forma intransigente del derecho de Irak a la autodeterminación y la soberanía de su país.

Saddam Hussein se ha convertido hasta el momento de ser apresado en su propio país por las fuerzas intervencionistas y esclavizadoras de su pueblo, en un símbolo de lucha y resistencia a los designios imperialistas. Como tal cuenta para nosotros; lo de que es un tirano y un dictador, eso se lo dejamos a los mariquitas y traidores que simulan estar con los pueblos para socavar sus luchas desde dentro, para hacer vacilar a los pueblos, para sembrar intrigas y fomentar las traiciones. El apresamiento de Saddam Hussein en Irak no ha de significar que la lucha del pueblo iraquí contra las fuerzas intervencionistas de los yanquis y del hitlersito mediocre que es George W. Bush va a menguar ni mucho menos a desarticularse.

Estando intervenido Irak por cerca de un millón de soldados imperialistas y sus mercenarios y habiendo desatado una tenaz persecución contra Saddam después de derrocado su gobierno, lo lógico es que lo apresaran, pues se trata sólo de un individuo.

Y la estrategia de los imperialistas ha consistido en hacer aparecer como que el causante de la situación de Irak es Saddam Hussein.

La resistencia iraquí a las tropas interventoras yanquis y de sus lacayos descansa y es fruto de la voluntad de lucha en defensa de su derecho a la autodeterminación y apego a su soberanía nacional, que precisamente pisotean Bush, Blair, Aznar, etc., en representación del imperio-capitalismo internacional, por lo que, aún preso Saddam Hussein, que supo asumir sus responsabilidades nacionales iraquíes, la lucha habrá de proseguir y en efecto sigue en plena efervescencia.

¡Qué nadie se preste a engaños! Por nuestra parte, estamos absolutamente convencidos de que así es, tal y como nos lo dice el materialismo histórico, base de las convicciones marxista-leninistas de los comunistas.

 

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