La decisión de reconocerle derecho a libertad bajo fianza a los banqueros responsables directos y parte del grupo que incluye a un amplio segmento de miembros de la oligarquía política que integra la dirección de los tres corruptos partidos del sistema, corrup-PRSC, corrup-PRD y corrup-PLD, incluido de manera especial el mismo Presidente de la República, Rafael Hipólito Mejía, sus más importantes funcionarios civiles y militares, todos los congresistas, en especial PRD, etc., ha causado un gran impacto puesto que la libertad bajo fianza en este caso resulta un hecho único por cuanto para ello tuvo la Corte de Apelación, actuando como Cámara de Calificación, que declarar nulos varios artículos de la Ley que penaliza el lavado de dinero del narcotráfico, de lo que se acusa específicamente a Ramón Buenaventura Báez Figueroa y a Marcos Báez Cocco, así como a la señora Lubrano de Castillo, que se encontraba en libertad por razones de salud, según se ha dicho. Y de todo esto se desprenden tantas cosas como para que los supersticiosos, y no se olvide que éste es un país de salvajes creyentes en vagabunderías religiosas, ya esperen y den por seguro que en el 2004 algo muy grande va a ocurrir.

Ya a través de las emisiones radiales del programa "La Voz del Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO)" nosotros habíamos advertido hace cosa de un mes que Ramón Buenaventura Báez Figueroa sería puesto en libertad y que era a este objetivo a lo que en realidad respondían las nuevas modalidades judiciales impuestas o decretadas por el zar de la Justicia dominicana, Jorge Subero Isa, Presidente de una Suprema Corte de Justicia que es tan unilateral y parcializada como un cíclope de un solo ojo, lo que se acentúa por el hecho de que ante su incapacidad congénita y su condición personal de cuadro de la derecha y de los grupos monopolistas yanquis, Jorge Subero Isa, como reaccionario autoritario alimentado desde que naciera con la leche de los servicios de espionaje de Trujillo, maneja la Judicatura a su entera y manifiesta caprichosa voluntad.

Las amplias facultades de que se invistió la Corte de Apelación como Cámara de Calificación, incluso chocando con la Constitución que en su Artículo No. 67, parte final del inciso 1, establece que sólo la Suprema Corte de Justicia puede ventilar la constitucionalidad de una ley aprobada por el Congreso, no hay lugar a dudas que mueve a sospechas y a poner chivo al más despistado y retraído.

En el asunto entra en juego la visita de Roger Noriega, sub-Secretario para Asuntos Hemisféricos del gobierno de Bush, reclamando que se respete a los privilegiados de la oligarquía político-administrativo-financiera que le han servido tradicionalmente al Poder colonial y en particular a los EE.UU. Ya por esto mismo fueron puestos en libertad tanto la Lubrano de Castillo como el rufián y hampón del Opus Dei-Wall Street Alvarez Renta.

Pero por sobre todo, están los factores políticos de actualidad. Estos son la reelección y la crisis política, que cabalga sobre la mayor crisis económica de los últimos 60 años, esperándose que esto desborde como las aguas de una gran represa, pero en este caso se trata de un desbordamiento social, y así sería entonces la ingobernabilidad. Rafael Hipólito Mejía ha dicho que no está dispuesto a ser alejado del Poder pues siente miedo de parar, como todos los dominicanos deseamos verlo, en la cárcel y que sea despojado, junto a sus familiares, de las inconmensurables riquezas acumuladas al vapor durante estos tres años y medio a la sombra del Poder, en tanto mata en forma despiadada al pueblo de hambre y opresión, al tiempo que destruye el país. Es justicia lo que se quiere.

Garantizarle la impunidad a Rafael Hipólito Mejía y a su entorno familiar es otro de los objetivos que busca allanar en el futuro próximo inmediato la puesta en libertad bajo fianza del grupo de mafiosos político-financieros de Ramón Buenaventura Báez Figueroa y Marcos Báez Cocco, así como de que en adelante no se andará metiendo preso y de cabeza en la cárcel a ex-Presidentes y funcionarios de la gran banca privada. De tal manera, se busca sosegar el ánimo sobresaltado y asustadizo, con razones de sobra, del Primer Mandatario, cuyo gobierno ha sido caracterizado como el hampa política en el Poder. Tal y como lo ha expresado de forma vertical el Presidente de nuestro Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO), Luis Montás, en reiteradas ocasiones.

Pero sería bueno que se ponderara además si la Cámara de Calificación, presidida por la distinguida jurista Miriam Germán Brito e integrada por los licenciados en Derecho Sánchez Mejía y Luis Jiménez Rosa, habría llegado al punto de la declaración de inconstitucionalidad de los artículos correspondientes de la Ley de Lavado sin lo cual, o sea, que si no se hubiese hecho eso antes de, no habría sido posible concederle la libertad bajo fianza a los capos de marras, si los beneficiarios de tan digna, diligente y valiente acción no fuesen dos ejemplares de la tradicional y nueva oligarquía antinacional como los nombrados Báez Figueroa y Báez Cocco.

Que conste que por lo menos a doña Miriam Germán le reconocemos su envergadura de jurista, pero claro está, sin deponer nuestro invariable criterio de que el Derecho y la Justicia, como toda superestructura, tienen un definido carácter a favor de los intereses de la clase hegemónica de la sociedad erigida en Ley, en Judicatura y en Ministerio Público, hasta en cárcel, por lo que no estaría esta Justicia para enrejar a los hijos y miembros de la oligarquía lacaya que administra los intereses de los amos de los consorcios monopolistas, sobre todo yanquis, pero también europeos y de la maldita iglesia católica-cristiana. Y una jurista tan seria y tan digna como la magistrada Germán no escapa a esta realidad y a su ley.

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